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COMENTARIO, por Koldo Azpitarte |
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A mitad de la etapa al frente de Los 4 Fantásticos de Pacheco, Marín y Merino parece evidente que el prometedor trabajo del trío se va a quedar en un bonito punto de partida sin continuidad. ¿Mercado versus creatividad? ¿Mucho ruido y pocas nueces? Tal vez todo eso y algo más. LOS 4 FANTÁSTICOS DE SAN ROQUE El mercado editorial es un extraño animal cuyo comportamiento nadie conoce. Así, tras años en los que la presencia de Los 4 Fantásticos en España era poco más que testimonial, en los últimos meses tenemos nada menos que tres colecciones en tres formatos diferentes cubriendo las etapas mas significativas de la colección. Por una parte esta la línea editorial de éxito Biblioteca Marvel, que merced a una combinación de los factores nostalgia (el blanco y negro y el formato "Vértice") y economía (probablemente no haya ningún otro tebeo que ofrezca tantas horas de lectura por tan poco dinero: 170 páginas por 4,5 €), que ha logrado incluso una segunda edición en kiosco (quincenal) y que nos presenta las aventuras más clásicas del cuarteto. Destacaremos los cien números de Lee y Kirby, ya que su extraordinaria calidad condicionará el posterior devenir de la serie (ya hasta el propio comic book americano me atrevería a decir). Por otra parte está la colección semanal de Los 4 Fantásticos de John Byrne, que pretende cubrir en 25 tomos de 80 páginas, a 3 € c/u, la totalidad de la etapa del guionista y dibujante al frente del cuarteto. Finalmente esta la colección mensual en formato comic book (1,5 €) de Los 4 Fantásticos de Pacheco, Marín y Merino, seriada desde un nuevo número 1 para captar nuevos lectores ante el reclamo comercial que supone que sea el primer comic book americano realizado íntegramente desde España (como se verá, esta afirmación es cuanto menos cuestionable, pero de momento nos sirve). Con lanzamiento "de lujo", cartonaje incluido, Planeta parece haber apostado por llegar a un publico algo mayor que el habitual en una iniciativa que se puede ver perjudicada por la existencia de otras dos series con los mismos personajes y a un precio mucho mas asequible. A-BIBLIOTECA MARVEL: LOS 4 FANTÁSTICOS: UN CLASICO INDISCUTIBLE En 1961, Kirby y Lee plantean una novedosa forma de abordar el genero superheroico y crean el Universo Marvel, del que Los 4 Fantásticos serán sus principales exponentes en calidad de exploradores y por lo tanto capaces de expandir sus confines. Obviando análisis historicistas que escapan a la voluntad y dimensiones de este articulo, Lee y Kirby, veteranos autores cuando crean Los 4 Fantásticos, dan con la formula mágica que moderniza los comic books , influyendo a toda una generación con sus historias y personajes. Galactus, La Zona Negativa, Wakanda, Los Inhumanos y un largo etcétera son elementos secundarios cuyo interés a menudo incluso eclipsa a los teóricos protagonistas. Los 4 Fantásticos son los exploradores del Universo Marvel y su importancia no radica tanto en el relativo atractivo de sus personalidades como en las maravillas que gracias a ellos vamos descubriendo. Parece claro que el punto álgido de la colaboración entre Lee y Kirby comienza con la aparición de Los Inhumanos y termina con el embarazo de Susan, cubriendo una etapa de 25 números en la que cada episodio es un tour de force respecto al anterior y serán estos números los que sirvan de continua referencia / plagio / homenaje a los sucesivos equipos creativos que tomen las riendas de la colección. B-LOS 4 FANTÁSTICOS DE JOHN BYRNE: DE MÁS A MENOS Veinte años después de Lee y Kirby, Byrne toma las riendas de la serie y devuelve a los cuatro su personalidad de exploradores de lo desconocido, aportando al remake su particular visión sobre el Universo Marvel. John Byrne era el autor más en forma del momento cuando asumió las labores creativas ( guión y dibujo) al frente de Los 4 Fantásticos. Recién salido de una tormentosa pero fructífera colaboración con Chris Claremont en La Patrulla X, se enfrentó al reto de ser el guionista y dibujante de la serie con la necesidad de demostrar a los lectores que el era el verdadero artífice del progresivo éxito de la serie mutante. De este modo, en sus primeros números tenemos las visitas de Los Inhumanos, La Pantera Negra, Galactus, el Doctor Muerte y un largo etcétera, en lo que constituye un inteligente remake de viejas historias y paisajes conocidos, aderezado todo con el poderoso grafismo de un autor que en esos momentos era referencia inexcusable para lectores y profesionales. El éxito de cualquier producto al que estuviera asociado el nombre de Byrne, junto a una extraordinaria capacidad de trabajo por parte del autor, hizo que la calidad media de sus comic book descendiera progresivamente según avanzaba el tiempo. No era tan sólo que dibujara peor o que los fondos fueran inexistentes, sino que sus mismos guiones caían en una vacuidad cada vez mayor en la medida en la que trataba de alejarse del referente usado inicialmente (la obra de Lee y Kirby). Con la saga de El Juicio a Reed Richards (donde Byrne se autoretrata como personaje en la obra y paradójicamente contribuye a resaltar el carácter de ficción de su historia, distanciando al lector en lugar de lograr su complicidad) comenzara un lento declinar hasta su abandono final, en medio de la que debía haber sido su espectacular saga de despedida. C-LOS 4 FANTÁSTICOS DE SAN ROQUE: LO QUE PUDO HABER SIDO... Y NO FUE Cuando se anunció que Pacheco, Marín y Merino se iban a encargar de la realización de Los 4 Fantásticos, una corriente de excitación se apoderó del fandom patrio .No debía ser por la posibilidad de ver a un español dibujando Los 4 Fantásticos, ya que Pacheco venía a sustituir al valenciano Salvador Larroca tras una larga etapa de casi tres años al frente de la serie junto a Claremont. Si bien Pacheco es un autor mas popular entre los aficionados de lo que Larroca ha sido hasta ahora, parece claro que la característica que diferenciaba este trabajo de otros previos era el hecho de que por fin dejaban que Pacheco contara sus propias historias. "¡Una nueva etapa de grandeza!" "¡ Los mejores Cuatro Fantásticos desde Byrne!", se leía en diferentes medios. ¿Quién podía resistirse a esperar el largo año que aún quedaba hasta poder leer la serie en castellano? Sin embargo, la etapa de Pacheco, Marín y Merino tan sólo ha durado un año largo, dejando en simples promesas lo que se auguraba como una etapa gloriosa cuya impronta iba a ser tan inexcusable como la de los grandes autores de los que anteriormente hemos hablado. Pacheco y su fiel escudero Merino realizan un pulcro y espectacular trabajo que justifica el estatus de estrella que acredita al gaditano. Nada que objetar en cuanto a la calidad gráfica del producto. Pero... antes de centrarnos en analizar detenidamente la obra que nos ocupa, recapitulemos. Hace una década escasa, Pacheco era un prometedor dibujante que comenzaba a colaborar con Marvel UK. Anteriormente había dado muestras de su habilidad con los lápices y de su conocimiento del Universo Marvel en diversas publicaciones hispanas. Desde el inicio, Pacheco trató de implicarse en la creación integral de sus historietas, aportando matices e ideas a las obras en las que colaboraba gráficamente, ganándose con ello el respeto y la amistad de escritores de la talla de Kurt Busiek. Rafael Marín, por su parte, es un reputado traductor y escritor de ciencia ficción cuya pasión por los cómics de Marvel queda patente en la que fuera su tesis doctoral, Los Cómics Marvel (1986), así como en la novela Mundo de Dioses (1997), una aproximación al genero superheroico desde la ciencia ficción. Su ya larga amistad con Carlos Pacheco hizo que en 1989 comenzaran un proyecto de cómic titulado Mundo de Dioses, que posteriormente daría lugar a la ya nombrada novela de ciencia ficción. En 1993, Pacheco y Marín plantearon un proyecto de miniserie a Marvel UK y fue aceptado. Se titula Remix y Pacheco llega a realizar ocho o diez paginas antes de que cierre Marvel UK. De nuevo el azar se conjura para que la ansiada colaboración entre ambos no se dé. También habían ideado un grupo de superhéroes hispanos al que bautizaron Iberia Inc. y que pretendía ser una serie regular para Marvel UK. Iberia Inc. acabó siendo el primer proyecto conjunto entre Pacheco y Marín, pero paradójicamente sin el dibujo de Pacheco quien, ocupado con el lucrativo trabajo para los EE UU, se limitó a ser coguionista de la miniserie (1996-97). El resultado de esta primera colaboración es profundamente irregular, ya que pretenden incluir una cantidad tal de referencias e historias en los seis números de los que constó la serie que la narración se vuelve torpe y atropellada. Ya en el 2001, Pacheco es una superestrella del comic book mundial, adorado por propios y extraños. Marín, por su parte ha consolidado su prestigio como escritor en el pobre panorama de la ciencia ficción española y se ha erigido en un respetado teórico de la historieta, con numerosas colaboraciones en su haber para los mas diversos medios. De nuevo se presenta una ocasión para colaborar juntos. Ofrecieron a Pacheco la posibilidad de hacerse cargo de Los 4 Fantásticos, serie de la que dibujó tres números años atrás y de cuya colaboración le quedó un grato recuerdo. Pacheco pone como condición el que le dejen escribir la serie y Marvel acepta para dejar contento a su dibujante estrella. Así, Pacheco y Marín se lanzan a la más fabulosa aventura que jamas hubieran podido imaginar: Crear sus propias historias de los 4 F en la misma colección donde sus admirados Byrne y Kirby dejaron su indeleble impronta. Cuarenta años después de Kirby, y 20 después de Byrne, llega Pacheco a la serie con la voluntad de ser quien de nuevo redescubra al lector el perfil explorador y aventurero de Los 4 Fantásticos. La diferencia es que para Pacheco Kirby es un referente tanto como Byrne y el nuevo remake ha de bregar con un lastre mucho más pesado. ¿Por qué esa afición por volver a viejos lugares en vez de explorar nuevos territorios? Circula una teoría en el mundo del comic book americano, según la cual el publico era renovado cada 5 años, de modo que la inmensa mayoría de los lectores que acceden ahora a las historias de Pacheco en el mercado USA (que es quien paga y edita a Pacheco, no lo olvidemos) ni tan si quiera han leído la etapa de Simonson al frente de Los 4 Fantásticos y menos aun las de Byrne y Kirby. Esto implica que, en aras de rentabilizar éxitos del pasado, el editor tiende a repescar tramas de probada eficacia dramática (como puede ser la muerte de un personaje de la serie o, en el caso especifico de las series "exploradoras", la revisita de viejos lugares y amigos). De este modo, en el escaso plazo de siete números, Pacheco y Marín traen de nuevo el edificio Baxter, se enfrentan al primer villano español de universo Marvel, El Diablo, al SuperSkrull, a la Gárgola Gris, al Trampero, devuelven a Ben Grim la capacidad de transformarse en humano a voluntad, vuelven a la enigmática Zona Negativa (con sus inevitables Anhillus y Blastaar) y asistimos al clásico enfrentamiento de elementos (agua y fuego) de la mano de La Antorcha y Namor. Todo nuevo para el joven lector americano pero que deja con una extraña sensación de ya vivido (dejá vu siendo pedantes) para el lector español. Siendo las fuentes de Marín y Pacheco tan claras como restringidas, es fácil hacer un paralelismo con los materiales anteriormente citados y ver que si Kirby creó a todos y cada uno de los entornos y personajes que Pacheco dibuja, no es menos cierto que fueron dibujados en su inmensa mayoría por Byrne (salvo el folklórico Diablo, que sólo podría interesar a un español, y el matiz de que La Gárgola Gris fue villano de Thor para Kirby y de Los Vengadores para Byrne).La sensación de remake del remake se hace evidente y perjudica notablemente la valoración la obra, ya que da la sensación de que se limitan a aportar matices a la mitología de Los 4 Fantásticos en vez de abrir nuevos caminos como corresponde a los exploradores. Marín ha argumentado en su defensa que las continuas intromisiones editoriales dieron al traste con ritmo y argumentos, aportando numerosos e indiscretos testimonios acerca de lo que el considera la principal rémora de su etapa (con toda la razón del mundo, seguramente). Entre los numerosos detalles expuestos, algunos triviales como que se les obligó a hacer que La Cosa dejara de fumar o el fallido intento de poner una esvástica (símbolo usado en la alquimia) en la portada de su primer número y otros mucho mas sangrantes, como la obligada participación de Loeb como dialoguista y cómo pese a que se llevaron bien con él eso alteró sustancialmente algunos elementos de su argumento (como el conocimiento por parte de Richards de la reconstrucción del nuevo edificio Baxter, ausente en el guión original) o la continua intromisión editorial, obligando a acortar tramas argumentales largas (la de la Zona Negativa debía haber durado 12 números según el planteamiento original) y realizando todo tipo de cambios arbitrarios sobre el trabajo de los escritores. Al margen de dichas argumentaciones, el mismo Marín ha reconocido que sus números previos a la llegada de Loeb eran demasiado verbosos y que hubieran ido puliendo ese error si les hubiesen dejado el tiempo necesario. Por otra parte, en el terreno de los aciertos de la pareja Marín / Pacheco, está la presentación de Noe Baxter como paternal figura que rejuvenece con su presencia al a menudo rancio matrimonio Richards, la excelente caracterización de la Zona Negativa, con especial atención a los descendientes del Pandora y el encomiable esfuerzo por dotar de una personalidad mas definida a unos personajes cuyo poder icónico a menudo les hacer excesivamente unidimensionales. Pacheco pronto se cansó del continuo tira y afloja al que le estaban sometiendo y optó por abandonar el tablero de dibujo en cuanto expiró su contrato exclusivo con Marvel. Tanto él como Marín permanecieron cuatro números más como coargumentistas (con Kesel a los diálogos) , pero una vez aclarado que Pacheco no pensaba volver en breve a la serie como dibujante, se decidió prescindir de la pareja de guionistas gaditanos y relanzar la serie echando mano de una pareja creativa con garantías: Waid y Wieringo, que debutarán en Agosto de 2002. Aun es pronto para sacar una conclusión definitiva sobre la etapa de los gaditanos al frente de Los 4 Fantásticos, pero parece claro que no va a ser una etapa equiparable ni por duración ni por logros a las de Kirby o Byrne. Siendo generosos, podría ser una etapa de grato recuerdo y relativa trascendencia como la de Simonson. Y no estaría nada mal, porque no todos los que se enfrentan a un reto de estas dimensiones salen airosos. Una vez concluido el periplo americano de la pareja de gaditanos, Pacheco ha continuado su estelar trayectoria, embarcándose en la realización de dos proyectos largamente soñados: La realización de una historia de JSA y una obra de creación propia para el mercado estadounidense. Sin embargo, el relativo fracaso de la aventura americana ha escocido mas a Marín, quien se muestra abiertamente crítico con el modo de trabajo imperante en mundo del comic book. Por su condición de amigo de la estrella, Marín es quien más palos ha recibido, quien más ha arriesgado y quien más tenia que ganar o que perder. ¿Veremos otro proyecto común Marín / Pacheco? Es posible, ya que la amistad entre ambos se mantiene intacta y el resultado es notablemente superior a la ya citada Iberia Inc. En todo caso esperaremos pacientemente la siguiente conjunción astral que permita salir adelante un proyecto de dichas características, deseando que se pulan los defectos y se eviten los obstáculos presentes en esta ocasión. |
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MÁS INFORMACIÓN SOBRE ESTA OBRA: Mesa redonda con Marín, Merino y Barrero, en Jerez (II-2002)
http://www.zonanegativa.com/opinion/op45b.htm |
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| [ Ficha: K. Azpitarte. Publicada en Tebeosfera 020430 ] |
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