Kevin Maguire pasó
la mayor parte de su infancia encerrado en su cuarto aprendiendo a
dibujar a pesar de ser más aficionado al cine que al cómic. Sin recibir
educación formal con respecto a la ilustración, aunque con reconocidas
influencias de Frank Frazetta, Chuck Jones, las películas de James Bond
y el cine de Honk Kong, estuvo deambulando por diversos trabajos hasta
que a los 21 años decidió enviar muestras de su trabajo a las mayores
editoriales del país. Algunas de estas muestras fueron a parar al
programa “Romita Raiders” de Marvel, en el que se intentaba encontrar
nuevos talentos y darles una primera oportunidad para formarse. Maguire
estuvo realizando correcciones y pequeños trabajos durante tres meses,
hasta que el guionista Kurt Busiek se fijó en él. Busiek sugirió a Andy
Helfer el nombre de Maguire como dibujante para un nuevo proyecto de DC,
Wild Card, que nunca llegó a publicarse. Su primer trabajo
profesional publicado fue el Secret Origins #15, en junio de
1987, con el origen de Deadman.
A Kevin le
ofrecieron realizar la serie Silver Surfer para Marvel, pero
Helfer no estaba dispuesto
a perder al prometedor artista y contó con él
para la revitalización de la Liga de la Justicia llevada
a cabo a mediados de los 80 por Keith Giffen y J. M. DeMatteis. Esta
serie supuso su salto a la fama, además de un sonoro éxito de ventas
para DC. El acierto de Giffen y DeMatteis fue introducir el humor en el
dramático mundo de los superhéroes, intensificado en aquella época por
las incursiones de Frank Miller y Alan Moore en Batman: Dark Knight
y Watchmen, respectivamente. Este humor permitía que los comic
books fueran algo más que una sucesión de peleas interminables,
convirtiéndolos en una especie de comedia de situación en la que los
lápices de Maguire brillaban a gran altura. Su facilidad para dibujar
las expresiones faciales de los personajes asombró a los aficionados, y
se convirtió en su marca de fábrica.
Tras haber
dibujado los primeros 24 números de la colección (con algunas
excepciones) y haber colaborado en su colección “hermana” Justice
League Europe, Maguire dejó la Liga de Justicia en 1989, volviendo
en sus últimos números para cerrar esta mítica etapa. Su estilo creó
escuela, y los editores consiguieron encontrar otros nuevos talentos
(como Adam Hughes, Bart Sears o Chris Sprouse) que elevaron el nivel
gráfico de la colección como en pocas ocasiones se ha visto.
El proceso de
dibujar aburría a Maguire, incapaz de mantener la concentración para
acabar cada cómic a tiempo. La dificultad para soportar el ritmo de una
colección mensual y el deseo de cambiar de aires hizo que Maguire optara
por dedicarse a lo mismo que otros muchos dibujantes lentos: la
ilustración de portadas. Mientras duró su contrato con DC, realizó las
portadas de L.E.G.I.O.N 89 (otra serie de Giffen) y Superboy,
compaginándolas con otros pequeños encargos.
Su siguiente gran
paso fue una colaboración con su amigo Fabian Nicieza, una miniserie
prestige para Marvel con el Capitán América como protagonista
titulada The Adventures of Captain America, Sentinel of Liberty.
Esta serie suponía un intento de contar el origen del personaje
coincidiendo con el 50 aniversario de su creación. Maguire se involucró
profundamente en su realización, pero no consiguió acabar de dibujarla.
Su ritmo era muy lento debido a su perfeccionismo y meticulosidad, y los
editores de Marvel se vieron obligados a completar el trabajo con otros
autores.
Después de este
fracaso, Maguire continuó dibujando portadas para Aquaman, The
Adventures of Superboy, Hawk and Dove y la miniserie Robin II:
The Joker’s Wild, de nuevo para DC, y algunas páginas para un anual
de Hulk, en Marvel. Parecía que ya se encontraba con fuerzas para
afrontar un nuevo reto, y se involucró aún más en el aspecto creativo,
ideando junto a Marv Wolfman unos nuevos personajes asociados a los
Titanes, los Team Titans. Lo que en un principio iba a ser una
serie que iba a durar al menos dos años, se convirtió en un cruce con
las otras colecciones relacionadas con los Titanes de apenas tres
números. De nuevo, un proyecto inacabado.
Siguió un periodo
de inactividad en el que el mercado estadounidense del comic book cambió
de forma vertiginosa. La fuga de talentos de Marvel y la consiguiente
creación de Image hizo que las independientes se convirtieran en un
rival a tener en cuenta, capaz de ofrecer productos tan competitivos
como las grandes compañías. De esta forma, en 1994 Maguire se animó a
crear unos nuevos personajes para la recién creada Malibu, alejados de
cualquier universo superheroico y centrados más en la aventura, el humor
y la pura diversión. El nombre de la miniserie era Strikeback, y
estaba coescrita con Jonathan Peterson dentro del sello Bravura de
Malibu. Pero la mala suerte acompañaba al autor: Un error técnico
originó que varias páginas del núm. 3 resultasen ilegibles. Este error
no se llegó a subsanar, y tampoco llegó a salir el número cuatro. No
sería hasta dos años después que Image retomara el proyecto y acabara
publicándolo completo, en una miniserie de seis números con nuevas
portadas. Para Image también dibujó algún número de WildC.A.T.S., Gen13
y del crossover WildStorm Rising.
Maguire ya había
dibujado y creado personajes, pero todavía no había realizado en
solitario las labores de guionista, y tampoco había escrito para otros
dibujantes. Esto se solucionó cuando escribió los cuatro primeros
números de la serie de Dark Horse Godzilla, en la que se retomaba
el famoso monstruo japonés, y al que tanto Maguire como Arthur Adams (el
otro artífice de la serie) parece que eran muy aficionados.
En 1997 volvió a
intentarlo una vez más, y también de nuevo con un sello independiente,
Acclaim. Para éste creó a los personajes de Trinity Angels, tres
hermanas que tienen que acabar con una horda de gremlins, de nuevo con
el tono aventurero y fantástico que es tan querido por
Maguire. Escribió y dibujó los primeros cinco números y guionizó el
resto hasta que, como ya casi era previsible, la serie cerró en su
número doce.
Tras una carrera
llena de fastuosos éxitos y varias decepciones, Maguire se estabilizó
dibujando tanto para las grandes compañías (Gen13 /
Fantastic Four) como para las más pequeñas (Star Wars: Chewbacca).
En este nuevo siglo parece haber alcanzado una nueva época de esplendor,
siendo uno de los colaboradores en el proyecto Just Imagine Stan Lee
Creates..., realizando la versión de Flash que hubiera creado Stan
Lee, pero sobre todo de la mano de su inseparable amigo Nicieza, junto
con el que ha colaborado en las miniseries JLA: Created Equal
para DC y X-Men Forever para Marvel, situándolo de nuevo en el
punto de mira de los aficionados. Y como en un extraño y predestinado
círculo, su carrera se encuentra en estos momentos como al principio.
Para satisfacción de los fans más veteranos, está dibujando una
miniserie de la liga de la Justicia guionizada por el mismo equipo
creativo que lo lanzara a la fama hace ya 15 años, y usando los mismos
personajes. Con JLA: Formerly Know As The Justice League
esperemos que el talento de Kevin Maguire sea disfrutado por los nuevos
lectores y cause satisfacción en los que ya llevamos unos cuantos años
admirándole.
Fco. Javier Alcázar |