1911 –Nueva York, 1986.
Autor fundamental de la historia de los cómics
americanos, sobre todo de los de superhéroes, fue guionista pionero en
los cómics de fantasía heroica y también escritor de relatos de fantasía
con una imaginación portentosa.
Gardner Francis Gordon, tras pasar su infancia devorando
pulps, se licenció en derecho por la Universidad de St. John,
pero nunca ejercería como abogado puesto que la pasión que guió su vida
fue escribir. Comenzó su carrera literaria en 1944, cuando consiguió
publicar el relato fantástico “The Weirds of the Woodcarver” en el mismo
pulp titulado Weird Tales, el mismo donde nació el afamado
personaje Conan de Robert E. Howard. A lo largo de su vida demostró su
cualidad de creador prolífico, llegando a ser autor de cerca de 160
libros de todo tipo, de romance, históricos, de horror gótico o
misterio, firmados bajo seis seudónimos diferentes. Su creación
literaria relativa a la fantasía se concreta en tres ciclos
fundamentales. El primero transcurre en el mundo denominado Llarn y
consta de dos novelas: Warriors of Llarn, de 1964, y Thief of
Llarn, de 1966 (el primer libro fue llevado al cómic, en parte, por
Thomas y Sam Grainger para el fanzine Star-Studded Comics). El
segundo ciclo es el de Kothar, personaje inspirado en el Conan
howardiano que agrupa el siguiente surtido de títulos: Kothar.
Barbarian Swordsman, Kothar of the Magic Sword y Kothar
and the Demon Queen (ambas del año 1969), Kothar and the Conjuror’s
Curse (de 1970, que es la obra que se adapta en el actual serial de
Conan el Bárbaro) y Kothar and the Wizard Slayer (1970).
El tercer ciclo de fantasía importante de Fox es el de Kyrik, similar a
Kothar aunque más oscuro, que comprende los títulos Kyrik: Warlock
Warrior y Kyrik Fights the Demon World (obras, ambas,
publicadas en 1975), Kyrik and the Wizard’s Sword y Kyrik and
the Lost Queen (las dos, de 1976).
Apasionado por narrar en todo tipo de medios, desde 1937
Fox también decidió escribir historietas, pasando a ser uno de los
autores puntales de la historia del medio en los EE UU, sobre todo del
género de superhéroes y de ciencia ficción. Asomó primeramente su firma
en National Periodicals, ideando argumentos para héroes enmascarados
como Batman y creando a nuevos personajes de enorme trascendencia
posterior: el veloz Flash, el mago de vistoso disfraz Dr. Fate (ambos,
en 1940), o Starman (en 1941). También, fue el “inventor” de las
historietas de continuará y protagonizadas por grupos de superhéroes,
como las del equipo Justice Society of America nacidas en la serie
All Star Comics. Fox aderezaba sus guiones con sorpresivos detalles,
siempre del gusto del lector, que él extraía de un enorme archivo de
tarjetas donde iba apuntando hechos extraños con vistas a utilizarlos en
sus cómics y novelas.
Durante la década de los años 40, además de para National,
Gardner también trabajó para las editoriales Columbia (creó entonces el
recordado título Skyman), Me, EC, Magazine Enterprises (donde
escribió las historietas de Thun’da que dibujó un principiante Frank
Frazetta para A-1 Comics) o Avon (en cuyo pulp de 1950
Out of this World alojó Fox a su personaje Crom the Barbarian, con
el cual dio el primer paso en el género de espada y brujería en los
cómics). Durante los años cincuenta, con dedicación casi exclusiva a
National, dio lo mejor de sí mismo para cómics de ciencia ficción como
Strange Adventures, Tales of the Unexpected y Mystery
in Space, serie esta última donde nacería su personaje burroughsiano
Adam Strange, que supuso un éxito sin precedentes entre 1959 y 1965.
Fox trabajó en muchos títulos de superhéroes, siendo fiel
a su lema: “un comic-book a la semana, cuatro o cinco libros al año”. De
esta guisa, contribuyó al comienzo de la llamada Silver Age del cómic
americano con soberbias historietas dirigidas por su afán de revivir el
sentido de la maravilla de la anterior Golden Age en esta nueva
dirección de la empresa National, ahora llamada DC Comics. Fox escribió
los mejores guiones de su vida entonces, para Hawkman, para Atom, para
Green Lantern, para Elongated Man, para Batman (su guión para el num.
171 de la serie del Hombre Murciélago sería el argumento del primer
episodio de la serie televisiva Batman de los años 60), para
Flash (la historieta de 1964 “Flash de dos mundos”, de donde partieron
todas las Tierras paralelas del Universo DC, fue idea de Fox) y, sobre
todo, para Justice League of America, grupo de aventureros con el que
“permaneció” durante 65 episodios hasta 1968.
Gardner Fox también colaboró con el fandom de la
época, participó en convenciones de cómics y llegó a ser uno de los más
importantes impulsores del memorable fanzine editado por Roy Thomas y
Jerry Bails Alter Ego. Pero, a partir de 1968, año en que DC
cambió de propietarios financieros y de editores, todo se volvió negro
para Fox. Tras perder su trabajo, Gardner llamó a varias puertas y no
conseguiría ver unas abiertas hasta 1972, las de Marvel Comics.
Allí demostró que no conservaba su anterior frescura y,
tras cumplir pequeños encargos de historietas de terror y de fantasía
para títulos como Marvel Premiere, Tomb of Dracula,
Chamber of Chills, Vampire Tales, Creatures on the Loose,
Dracula Lives! o Doc Savage, le fue encargada una serie
nueva, Red Wolf, nombre de un indio americano que se movía en
atmósferas de carácter místico que no llegó a cosechar éxito.
La
cancelación de Red Wolf en 1973 supuso el comienzo del fin para
aquel prolífico creador (en 1975 se estimó que había escrito alrededor
de 4.000 guiones de cómics, unos cincuenta millones de palabras) quien,
tras su muerte, en 1986, obtuvo poca honra de su memoria, con la
salvedad de los que conocieron de cerca su gran dimensión humana y
algunos editores amantes de su obra clásica (Fantagraphics, Americomics),
que rescataron entre 1988 y 1990 varias historietas clásicas firmadas
por él. / Manuel Barrero. |