«TRAS DESCOLLAR EN
LOS '80 COMO GUIONISTA, ENSAYISTA Y DIRECTOR DE LA MEJOR EPOCA DE FIERRO,
EL CO-CREADOR DE PERRAMUS SE DEDICA HOY AL RESCATE DE GRANDES
HISTORIETAS ARGENTINAS EN LAS COLECCIONES DE LIBROS QUE DIRIGE EN LA
EDITORIAL COLIHUE. Y AUNQUE EL SE SIENTA CADA VEZ MAS LEJOS DE LA
HISTORIETA, SIGUE SIENDO UN PLACER CHARLAR CON EL DE ESTOS TEMAS. CASI
TAN PLACENTERO COMO LEER SUS OBRAS.
.Bueno, sabemos que naciste en González Chávez, Provincia de Buenos
Aires, hace...50 años.
JS: 49 y medio. Estoy por cumplir 50. Esto te va a gustar. O no, porque
es una pelotudez: Nací en la noche de Hiroshima. En la madrugada del 6
de Agosto del '45. Así que soy hijo de la era atómica y del peronismo.
Tengo los años del peronismo. Me acuerdo que cuando éramos pareja con
Patricia (Breccia), yo le llevaba el peronismo entero: yo nací en el '45
y ella en el '55, incluso en días cercanos a la revolución.
.¿Qué hiciste entre el '45 y el '75, que es cuando te empezaste a hacer
conocido en el ámbito de la historieta?
JS: Yo viví en varios pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Y me vine
a vivir acá recién a los 18 años, cuando vine a estudiar Letras, en el
año '64. Y bueno, me recibí de Profe de Letras en el '69, estudiando muy
duro y muy fuerte, porque en ese entonces era un joven consciente. En el
'70 me casé y en la industria editorial empecé a trabajar en el '68, por
ahí, haciendo producción y todas esas cosas en Galerna. Desde siempre
trabajé en la industria editorial. Y en el '70 o '71 empecé a publicar
críticas de libros y demás en Clarín... También me dediqué a la
docencia, que era lo que me daba de morfar. Fui profe en un secundario,
después en la universidad, en la época de la Universidad Popular, hasta
que, ante las amenazas, los tiros y la sangre, terminé yéndome de la
universidad en el '75.
.En esta época como docente, ¿ya eras de darle bola a los "géneros
menores"?
JS: Y, en aquel tiempo sí. Lo primero que hice con historieta fue cuando
era jefe de trabajos prácticos en la cátedra de Romano y Rivera. Y una
de las materias que dimos se llamó Proyectos Culturales en Argentina.
Una materia hermosa. Y ahí introducimos como tema de investigación, la
historieta, el tango. Una de nuestras consignas era ampliar el objeto de
estudio, así que a la literatura le sumamos un montón de cosas fuera de
los libros habituales que pasan por la biblioteca. Y rompimos las bolas
con el tango, la historieta, los géneros menores... De ahí viene la
enfermedad. Digo, en términos académicos. Como lector no. Uno puede
hablar de esas cosas porque alguna vez se dedicó a leerlas y le gustaron
en serio. Si no, terminás diciendo más boludeces de las que uno dice
normalmente...Y después, en Rosario, en la cátedra que tenía de Teoría
Literaria, aproveché para aprovecharme de los alumnos y daba todas las
formas literarias desde los géneros menores. La estructura del relato lo
dimos con La Balada del Mar Salado del Tano Pratt. Eso fue en el '74,
cuando ya lo había publicado Skorpio, así que era una cosita que los
chicos podían ver. Poesía daba con Homero Expósito, y así Como tema de
investigación daba a Oesterheld, pero no había nada, los pibes no
entendían nada.
.¿Lo conociste a Oesterheld?
JS: No, yo no lo conocí jamás. Además, esto era en Rosario. Esta fue una
primera aproximación "académica" a los temas que me habían gustado de
chico.
.¿Y cómo pasas de eso a tu relación más fuerte con la historieta, que
empieza en la época de SuperHumor?
JS: Un poco antes, durante el Proceso, estuve laburando como corrector
en Clarín, hasta el '79. Y en el '77 vuelvo a escribir. Y escribí un
nota sobre los 20 años de El Eternauta, que salió en el Clarín Cultural,
donde en la puta vida habían sacado nada sobre este tema. Y cuando volví
a escribir, volví a escribir sobre estas cosas. Entre el '77 y el '79 me
empecé a meter en todo esto. Empecé a laburar en Medios y Comunicación,
después en SuperHumor, hice muchísimos reportajes, muchísimas notas, me
hice amigo de los dibujantes, a los cuales yo no conocía, y en el '79 u
'80 el Tano Cascioli larga SuperHumor como revista de historietas
bimestral. Trillo, Saccomanno y yo figurábamos como asesores, pero el
responsable editorial era yo. Y ahí estuve hasta el '81, que me peleé
con el Tano, renuncié heroicamente por kilombos políticos, como siempre,
y me fui a la mierda. Después aprendí que no hay que renunciar nunca,
pero en ese momento me fui a la mierda. Y cuando volví, en el '84, fue
con una oferta de él para hacer Fierro.
.¿Qué hiciste en el medio?
JS: Fue una etapa rarísima. Laburé en publicidad y después, en la época
de Malvinas, fui a parar a Billiken, donde trabajé bastante, con muy
buena gente. De ahí me fuí al Diario La Voz, en el '83, en tiempos
políticamente complicados. Y en La Voz hicimos la última página del
diario. Ahí empecé a publicar Manual de Perdedores, que era una novela
que tenía escrita hacia más de 8 años. Menos mal, porque si la hubiera
publicado cuando la escribí, habría sido peor de lo que ya era. Y
después, en La Voz también surgieron diferencias políticas con la
conducción obviamente montonera del diario y nos fuimos con la página a
otro lado. Ahí enganchamos con el proyecto de Feriado Nacional que bancó
Martín García y ahí también trabajé bastante. Eso duró hasta las
elecciones que ganó Alfonsín, porque se habían apostado todos los
billetes a que ganaba el peronismo. Y mientras tanto escribí para
Clarín, para Siete Días, para todos lados. Y después vino la buena etapa
de Fierro, del '84 al '88, cuando me despidieron en el N°48, creo. Yo me
había ido a un encuentro de literatura policial en España.. no era la
primera vez que viajaba..y cuando volví, bueno, fue una cama, bah.
.Contá, contá...
JS: Y bueno, con el Tano había diferencias, siempre hay diferencias. En
Fierro siempre trabajamos con muchísima libertad. A veces las cosas que
escribíamos le hinchaban las pelotas y se las bancaba como podía, qué sé
yo...
.Supongo que a Cascioli El Sueñero no le debería gustar...
JS: Claro. A mí tampoco me gustaba del todo, imaginate cómo le caería al
Tano. Y bueno, yo cada tanto me iba de viaje, a hacer una cosa u otra.
Iba y venía, no abandonaba mi lugar de trabajo. La revista siempre salió
bien y todo. Eran invitaciones que me caían, a festivales
internacionales y bueno...por una consigna estrictamente gremial, se
apoyaron en la formalidad de que yo no había pedido permiso por escrito
para irme. El lo sabía, dos días antes habíamos hablado de que me iba.
Es decir que hubo mala leche. Y mientras yo estaba allá, llamo por
teléfono y mi mujer me dice "Te llegó un telegrama que te presentes a
laburar". Y cuando volví estaba despedido por abandono del trabajo. Hice
juicio y lo perdí. Debo ser el único pelotudo que perdió un juicio
contra Cascioli. Lo perdí de forro, supongo, porque me quedé en Europa,
en Barcelona, y tampoco pude aportar bien los testigos ni nada de eso.
Pero ya está, ya pasó. No le doy tanta importancia.
.Más allá de la mala onda del final, contate algo copado de la Fierro...
JS: Fue buenísimo. Con la Fierro tvimos la gran ventaja de la coyuntura.
Apareció después de una dictadura, que es el momento en el que todo el
mundo cree. Es un acto de fé. Comprar una revista de historietas es un
acto de fé (risas)
.Esa frase es buenísima (entre risas)
JS: Pero es en serio. Para mí es un milagro que salga una revista como
Comiqueando, tan linda, con tapa a color, una maravilla. Entonces hay
ciertas coyunturas culturales en las que las cosas se dan. Y después de
la explosión viene la decepción. Y otra cosa buenísima fue que durante
mucho tiempo la revista experimentó bastante. Yo siempre decía que la
revista no le podía gustar entera a nadie. A mí mismo había muchas cosas
que no me gustaban y supongo que a Juan Manuel (Lima) menos todavía.
¿Cómo era la relación con Lima?
JS: Buena.
¿Cómo se dividia el poder de decisión sobre la revista?
JS: El Tano, que era el director, hacía las tapas. El decidía las tapas.
Después, adentro nosotros realmente publicábamos lo que queríamos,
sacando algún kilombo que yo tuve con el Tano, que me levantó la segunda
parte de Perramus...en fin, fue algo personal. Pero la decisión en
cuanto a los contenidos era mía. Y al poco tiempo de empezar el Oxido,
como venían muchos chicos, Juan Manuel se hizo cargo de la conducción
del Oxido, además de la parte gráfica, el diseño y todo eso. Y todo lo
que era tituleo, secciones, notas y todas esas boludeces, siempre lo
manejé yo. Esas fueron las áreas que quedaron discriminadas. Yo no me
metía en la parte de Juan Manuel porque yo para todo eso soy un animal,
pero consultábamos muchísimas cosas.
¿Perramus arranca para esta misma época?
JS: No, es un poquito anterior. Lo empezamos en el '81.
¿Qué tuvo que pasar para que te decidieras a escribir guiones?
JS: Y, que el Viejo Breccia me pidiera. Yo en aquella época era novio de
la hija y...fue una casualidad. Yo solo no me habría animado ni por
puta. Y lo primero que hice fue el Capítulo 1 de Perramus. Antes había
intentado hacer algunas cosas, preguntándole a Saccomanno, tratando de
aprender, pero me salían desastres: cosas largas, presuntuosas. Y a
Perramus lo inventé yo de cero hasta el título. Después, por suerte, el
Viejo hizo lo que quiso gráficamente. Hice el primer capítulo y al Viejo
le gustó. Lo curioso es que lo que quería él era una onda bien
aventurera para vender en Europa, porque estaba podrido de no poder
vender nada. Hacía cosas tan difíciles, tan raras y tan hermosas que,
mucho premio, todo muy bien, pero nunca un peso. El a veces laburaba con
Geno Díaz, o con Guillermo (Saccomanno) o con Trillo y hacían cosas de
batalla, para vender. No Buscavidas, que no se la vendían a nadie, cosas
para vender. El había visto unas cositas mías y un día me dijo "Vos
podés escribir, ¿por qué no me escribís algo?". "Bueno, Maestro". Y le
escribí eso y al Viejo le gustó, se zarpó y resultó una historieta
difícil, complicada, invendible como fue. Perramus tampoco se vendió
mucho. La vendimos en 15 países, pero nunca fue un éxito. Los lectores
no entendían un carajo; imaginate: si acá puteaban, allá no sabés... Fue
éxito con la crítica, pero con los lectores no. Y la linda guita viene
cuando la siguen los lectores. Esta fue siempre una historieta de una
venta...media. Tanto que acá se publicó un sólo tomo.
. Y el de Ediciones B, que se distribuyó bastante bien...
JS: Si, pero igual falta uno más, que B lo tiene comprado pero no lo va
a sacar. Pero bueno, estuvo bien. Trabajamos desde el '81 hasta el '89,
que terminé el cuarto tomo en Barcelona. Laburamos casi toda una década
para hacer 400 y pico de páginas.
¿La historia termina al final del cuarto tomo?
JS: Si, termina. Pero se podría seguir. La historia se llama "Diente por
Diente" y es muy divertida, me encanta. Es el rescate de los dientes de
Gardel dispersos por el mundo. Una hermosa historia. Al Viejo ya al
final no le gustaba Perramus, le resultaba muy liviano. Porque había
cambiado el tono. Del tono dramático que el había creado en el '81, para
el '88 u '89 la historia había ido derivando y había un desfasaje entre
ese dibujo tan pesado y tan sombrío y una historia que tenía mucho de
comedieta. La última tiene cosas más o menos logradas, pero
humorísticas.
."La Isla del Guano" también...
JS: Claro, es muy grotesco. Se tenía que llamar "La Isla de Mierda", en
realidad. Pero quedó "del Guano". En fin...
¿Qué otras cosas hiciste como guionista?
JS: Poquito. Poquitas cosas. Con Patricia hice una serie que se llamaba
Museo, que era muy bonita; algunas cositas cortas con Alfredo Flores.
Después con el Viejo hice adaptaciones para la revista Crisis, que más
vale olvidarlas, porque fueron hechas con una restricción doble: por un
lado ellos elegían los cuentos y segundo, el espacio era exiguo. Ahí he
cometido crímenes de lesa literatura. Asesiné a Onetti, a García
Márquez, a Borges a Rulfo y al que lo maté fue a Carpentier: hice
Semejante a la Noche en ocho páginas. Lo asesiné (risas). Esto habrá
sido...a mediados de los '80, paralelo a la Fierro. Todos estos laburos
son anteriores al '88, porque en el '88 yo me fui.
. Y a partir de ahí, ¿cómo sigue tu vínculo con la historieta?
JS: En España hice varias cosas. Para un álbum que se llama Los Derechos
Humanos hicimos una cosita que me gusta mucho, con el Viejo, que le debe
mucho a El Reino Azul, de Trillo y Enrique (Breccia). La de ellos es
mucho mejor, pero era una linda historia. Después hice dos historias que
me gustan mucho para el álbum Norte-Sur. La del Viejo está medio
confusa, pero la que hice con Enrique, Humo, es buena. El hizo lo que
quiso, pero a mí me gustó mucho. Y después hice todo un álbum dedicado a
los vascos en Argentina, un álbum por encargo, medio marciano, con
Enrique, con Peiró, con Nine, con Mandrafina, con El Tomi, con todos. Le
pusieron el título que se les cantó: Abrir Puertas. Se tendría que
llamar "Puertas a la Tierra", que es la expresión que usa el gobernador
de Paraguay cuando lo manda a Garay al Paraná Bajo, con la decisión de
"abrir puertas a la tierra", lo cual es una frase maravillosa. Y bueno,
fue un libro de encargo pero hay lindas cosas. Lo iba a bancar el
gobierno vasco, pero después no se lo pudieron vender porque era muy
crtico, jodía con algunas cosas. Con Nine hicimos una de un vasco
oligarca que se llamaba Oligarcochea (risas). Y bueno...eso. No hice
muchas cosas en historieta. No me da el cuero. Yo tengo que hacer un
esfuerzo para contar en imágenes. Siempre me ha costado un huevo contar
en historieta, por eso he producido poco. Yo pienso en términos
literarios, pienso en palabras, trabajo mucho con las palabras.
¿Y te ves mas como editor que como guionista?
JS: Si, en historieta sí. Me siento más cómodo sacando libros de la
gente que me gusta que poniéndome yo a escribir historietas. Y como
editor me doy un montón de gustos. Poder sacar un libro de Max Cachimba
a mí me vuelve loco. O haber sacado Sherlock Time.
¿Pensás en términos comerciales, si esto se puede vender bien o no?
JS: Si, qué sé yo. Pero partiendo del hecho de que estas ediciones no
son negocio. En ese sentido he hablado muy honestamente con esta gente.
"Acá, con esto no vas a ganar guita. Con Sherlock Time no vas a ganar
guita. Vas a tirar 3000 ejemplares y los vas a vender despacito". Pero
lo bueno es encontrar, como en el caso de Colihue, un editor que
comparte ese criterio, no el de ganar plata, sino el de no tener la
fantasía de que se va a llenar de guita, que le va a romper el culo a
cualquiera, que va a vender 20.000 ejemplares. No. Saben lo que se
maneja y tienen un ritmo de venta paulatino y seguro. Tienen un buen
catálogo y trabajan bien los libros, lo cual es bárbaro. No tenés el
revolver en la cabeza, como cuando te dicen "Vamos a ver dos o tres
títulos y si anda bien seguimos, y si no la cortamos". Acá el planteo es
"Vamos a hacer esta inversión. Vamos a trabajar". Hay margen para
laburar. Vamos a sacar 12 títulos por año, no sé si uno por mes porque
es mucho kilombo, pero 12 por año van a salir.
.Estás laburando de nuevo con Lima, no?
JS: Si, por suerte, porque Juan Manuel es una garantía de que los libros
sean bonitos. Está muy bien.
.Bueno, contá algunos títulos que estés por sacar.
JS: Pronto sale Cosecha Verde, de Carlitos Trillo y Mandrafina. Vamos a
sacar La Guerra de los Antartes, de Oesterheld y Trigo, que es un
testimonio de una historieta de la que todos hablan pero nadie sabe qué
mierda era. Es una historieta inconclusa y la vamos a publicar
inconclusa, como estaba. Incluso va a salir en el formato original, la
vamos a contextuar bien, porque era una historieta muy política, casi de
coyuntura, que acompañaba lo que pasaba esa semana en la Plaza.
Milagrosamente, el Negro Trigo salvó casi el 90% de los originales. Lo
demás, lo levantaremos de los diarios. En la colección Freakciones van a
estar El Marinero Turco, Tati, Esteban Podetti...también tengo ganas de
sacar Polenta con Pajaritos, de El Tomi. Sale Ana, de Solano López,
seguramente en la colección Sobrevivientes, la de los '80, por contenido
y por el guión de Gabriel, que tiene mucho que ver con lo que pasaba en
esa época. De Nine vamos a sacar Keko el Mago, pero aquel hizo la de
Hergé. Es tan obsesivo que agarró las páginas de los '80 y las hizo
todas de nuevo. Yo me quería morir.
Y después tengo a Copi, que es lo que yo más esperanzas tenía de sacar
inmediatamente. Tengo Las Viejas Putas y dos o tres libros más.
Impresionante. Y ahí si, realmente con Copi la Argentina tiene una deuda
gigantesca. Hemos tenido tantos prejuicios contra él -y me animo a
hablar en plural- primero porque para los que nos la dábamos de progres,
era "uno que se había ido a París". Tratábamos con cierto desdén a los
que se habían ido. Y además, le tocaba el culo a los mitos nacionales: a
San Martín, a Evita, cosas con las que todavía hoy no se jode. Pero
bueno, hacía mucho más que eso. Copi era realmente un talento
descomunal.
.¿Del Viejo Breccia vas a publicar algo?
JS: Si, seguro. Pero no Perramus. Eso sería...medio complicado. Prefiero
que salga por otro lado. Lo que sería bueno sacar es La Vida del Che. A
la editorial le gustaría mucho porque sería un buen gancho. Con eso
podríamos vender un poco, no?. Por ahí sale pronto.
.Cambiando de tema, ¿cómo ves a la historieta actual, en general?
JS: El otro día estaba repasando el reportaje que le hiciste a Cacho (Mandrafina)
y...te voy a contestar lo mismo. No leo una mierda. Si querés te cuento
algunas cosas que leí y me gustaron. Me gustó mucho el Manual de
Historia Argentina del Niño Rodríguez, me encantó. Después, de todas las
historietas de afuera que ustedes leen y les dan tanta importancia...yo
no las he leído y no las leo. Es una cagada, pero es verdad. Sólo puedo
opinar desde la ignorancia. A esta altura, ya soy casi un paracaidista.
De vez en cuando leo alguna cosita, pero me da fiaca. Honestamente, me
da fiaca.
.¿Por qué te parece que se te pasó esa pasión, esa calentura por la
historieta?
JS: Supongo que lo que me calentaba eran ciertas cosas que estaban
enganchadas con mi historia personal. Los artículos estos que se
recopilaron en El Domicilio de la Aventura, los siento totalmente
lejanos. Los escribí durante 7 u 8 años con mucha intensidad, porque la
historieta era un terreno de combate ideológico y de expresión gráfica y
artística y todo eso. Y de algún modo, uno pasa por determinados lugares
y en determinado momento ya no estás más ahí. Ahora como editor sí.
Laburo de editor a partir del placer. No tengo toda esa cosa
programática que en un momento tenía en la cabeza, eso de "hay que hacer
una tarea determinada, vamos a hacer una revista de historieta
nacional". Ojalá saliera, pero...
.¿Por qué te parece que acá no hay revistas de historieta nacional?
JS: Porque no hay ningún editor que se ponga las pilas ni que vea el
negocio. La posibilidad de hacer cosas que no sean negocio es cada vez
menor. Yo creo que acá se podría hacer una revista que no sea negocio.
Yo la haría, pero en este momento tampoco tengo energía para decir "Me
pongo a hacer eso". Prefiero hacer esto de Colihue, que es lo que yo
quería hacer cuando me fui de Fierro. Libros de historieta para La
Urraca, que los podríamos haber hecho muy bien.
.¿Algo más, para ir terminando?
JS: No sé. No te conteste ninguna de las preguntas que me hiciste, pero
algunas boludeces deben servir.»
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