¿Temían que no volviésemos a aparecer en la red, eh?
Pues no teman, no teman. Fuera el miedo. Tebeosfera persiste en
su empeño de regalar datos, conocimientos e información al interesado en
la historieta y en el humor gráfico, desde la temeraria independencia y
desde el desprendimiento absoluto, por lo cual, en ocasiones, faltaremos
a la previsión de ser mensuales en periodicidad. El mes de mayo fue un
mes difícil, problemático, atareado, y a ello obedece nuestro retraso.
Decía un mayo difícil. Me corrijo: fue un mayo de desasosiego que dio
paso a un junio de tensión. En el caso particular de Tebeosfera
no nos angustió aquella acusación de que utilizamos “retórica fascista”
y que provino de donde menos esperábamos. En absoluto, ¡lo que nos hemos
reído, al cabo! Je. Ni nos atemorizaron los continuos ataques víricos
que venimos recibiendo, día sí día también, desde hace dos meses (los
que tenían IP sospechosa ya están en poder de la autoridad competente).
Ni mucho menos.
Pero sí nos dolieron otros acontecimientos: Planeta cerró
www.veintinueve.com, la tienda de libros digitales, lo
cual indica que las posibilidades del libro en los hipermedia no son tan
prometedoras como pensábamos; o quizá ocurre que la gente, realmente, no
leemos en España. O puede que las empresas en internet y en telefonía se
las prometían demasiado: ya se nos dijo que Jazztel andaba rozando la
quiebra... De otro lado, los músicos británicos se ausentaron de las
hit lists yanquis, cosa que no ocurría desde 1963, aunque no sabemos
si esto de replegarse sobre la propia cultura es otro efecto más del
11-S, como la oligofrenia de Bush; y fíjense que un libro tan
polémico como el de Chomsky, que versa sobre el particular pero con una
perspectiva poco bondadosa con el sistema, se convirtió en un best
seller allí.
También supimos en mayo que habíamos tocado techo con los cacos: 50.000
presos en las cárceles españolas ¡Para asustarse! Como nos asusta
Polanco, que a la caída de la empresa Quiero se le ve frotándose las
manos, nada melindroso ante la posibilidad de abrazar más media
audiovisual; para él, una aporía. A otra que sale en los medios, a la
Ordóñez casi le da un patatús cuando iniciaba la caminata de El Rocío. Y
fallecieron el músico Xavier Montsalvatge, el cineasta José Luis Dibildos y
también Friedrich Schächter (alguien muy importante para nosotros:
inventó el bolígrafo Bic). También hubo miedo en mayo y en junio con las
explosiones que ponen “los muchachos de la gasolina” (al decir de
Arzalluz); si es que no hacen más que chafarnos los partidos y las
cumbres, estos muchachos de ETA. ¡No seáis inoportunos, hombre! Ahora,
para terror, el que pasó Napoleón Beazley hace poco, donde lo de las
torres gemelas, por Texas, el hogar de los verdugos. Le ejecutaron por
malo. No, no era terrorista. Pero sí que era negro. Y negros nos pusimos
nosotros, país de costas y de pescados, ya te digo, como pocos somos en
la Unión Europea, cuado viene Fischler a decir a nuestros pescadores
cuánto hay que coger y la cantidad de red que hay que dejar en el bote. ¡De
vergüenza! ¿Ven?, éstas son cositas que luego, en la cumbre esa de
Sevilla, ya en junio, no discutieron.
¡Qué miedo en junio: el 15 hicimos efeméride de la democracia naciente,
y a los cinco días hicimos celebración de brazos caídos, con una huelga
que no sabemos si fue política o laboral, o acaso la más política de las
huelgas laborales. General no fue, desde luego. A la cumbre sevillana
llegaron los violentos de la mano de los mandatarios, y los
antiglobalización, y el espanto del bombazo terrorista. Horroroso.
Aunque peor lo están pasando en Argentina, ya revueltos y crispados. O
aún más en la tierra de la promisión y de la vergüenza internacional,
donde han alzado uno de esos monumentos al pavor, el llamado Muro de
Cisjordania... Ya sólo nos faltaban estas metáforas a los restos del
holocausto en una tierra donde ya únicamente caben Israel y la ira, al
parecer. Los muertos en Gilo solamente demuestran que tras cada hombre
bomba que Palestina envía contra Israel hay una tragedia personal, un
trauma. Pero es un trauma que ya alcanza a todos los que por allí viven.
Y sus vidas, sus pensamientos, son constantes viajes al núcleo mismo del
terror...
Es a ese terror, al miedo insuperable, al que hemos dedicado este mes
Tebeosfera. El terrorismo como concepto nacido durante la Revolución
Francesa nos preocupa, pero no suele ser un argumento habitual en las
historietas. Casi nunca. En el humor gráfico se ha tratado siempre desde
la óptica de la ironía o del sarcasmo, simbolizándolo con el fin de
esbozar media sonrisa. Es lo que nos ocurre al contemplar la obra del
colaborador especial de este mes: el egipcio Effat, quien reflexiona, en
dibujos, sobre el problema Israel-Palestina. En los cómics
concretamente se ha barajado más el concepto de horror, la presencia de
la monstruosidad, o sea, y su sublimación a través del arquetipo para
producir una evasión o un entretenimiento. De ahí que imágenes como las
de nuestro portadista, el chileno Colucci, nos parezcan tan subyugantes.
De ahí que nos diviertan tanto las presentaciones de las historietas de
horror por anfitriones terroríficos pero simpáticos, de lo cual nos habla Jiménez Varea en la presente edición.
También contamos este mes con Martín, que nos ilustra magistralmente
sobre la historia de la historieta de terror en España hasta los años
setenta. Y con la labor impagable de Fco. Javier Alcázar, que nos brinda
un índice completísimo de las colecciones de Toutain de Creepy,
epítome de los cómics de horror en los ochenta españoles. También
hicimos un hueco para hablar de tebeos de terror como Swamp Thing
o Jack el Destripador, de libros como The Warren Companion
y del último simposio celebrado en Sevilla sobre cómics... de terror,
precisamente. Lejos de este género, también hablamos de salones (de
Andorra, de Bahía), de otros cómics (de 100 balas, de Kin,
de Mort Cinder –y damos aquí la bienvenida a una nueva
colaboradora, la deliciosamente inteligente Laura Vazquez–), de otros
autores (Jaime Juez, Kevin Maguire) y de otros asuntos (la organización
FECO, la exposición Humor Social, las peculiaridades del fuego en el
Universo Marvel, un área de debate...)
Una edición que asusta ésta, espesa, que llega tras dos meses de
ajetreo. Lo cuales no trajeron exclusivamente malas noticias. Por
ejemplo: nació Timor Oriental, un país chiquitito.
De esos que dan
árbitros que luego pitan lo que no debieran.
No tengan miedo a navegar la Tebeosfera. Persistan en ello. |