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| COMENTARIO, por Lombilla |
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| Desde 1941 hasta 1978 fueron célebres en el panorama de la prensa española las "codornizotas", números extraordinarios de
La Codorniz, que exprimían al máximo un tema monográfico. La Golondriz, intento romántico de mantener viva la llama del humor inteligente, editada por la Academia de Humor, que dirige desde Pozuelo de Alarcón su fundador y antiguo componente de La Codorniz Pgarcía, ha rescatado estos extras en forma de libro y con el nombre de Golondrizotas. «Por las exigencias sociológicas más elementales» se explica el nacimiento del primer extra de La Golondriz en 2000, ya que se dedicó a un programa de televisión nuevo que irrumpió en el panorama audiovisual español como un elefante en una cacharrería: Gran Hermano. A éste siguieron en 2001 el dedicado al teléfono móvil y, pocos meses después, otro dedicado a la inmigración. Éste último extra dedicado al Euro, que nace en febrero de 2002, sigue la línea de los anteriores y también mantiene, como éstos, algunas de las antiguas secciones de La Codorniz, como son: "La cárcel de papel", "Comisaría de papel" o "Tiemble después de haber reído". El dibujo de la portada nos augura un producto de calidad, ya que no es otro que el maestro de maestros y monstruo sagrado del humor gráfico español, Antonio Mingote quien la realiza (Antonio Mingote es colaborador esporádico de La Golondriz y también hizo la portada del extra dedicado al Móvil). Junto a éste, conviven en humorística y ecléctica promiscuidad autores tan variados como valiosos: Chúmy Chúmez, José Julio, Fandiño, X. Marín, Harca o Kalíkatres son parte de la pléyade gráfica. La parte literaria corre a cargo de, entre otros, Jaime Campmany, Pgarcía, Andrés Vidal, Oscar Pin o Lo Mihura. Este nuevo libro de La Golondriz reserva una grata sorpresa a los incondicionales del humor inteligente: "Conscientes de que los desaparecidos fundadores del nuevo humor tendrían que decir lo suyo, nos hemos puesto en contacto con ellos en el Parnaso codornicesco gracias a nuestros especialistas en percepciones extrasensoriales, tableros Ouija, espiritismos, escrituras automáticas y vida después de la vida, y con inmensa alegría tenemos que informar que han respondido como un solo hombre porque la moneda única de la UE ha dado que hablar a los grandes humoristas hasta en el otro mundo. Así pues, Miguel Mihura, Tono, Álvaro de Laiglesia, Rafael Castellano y Carlo Manzoni también colaboran en el presente extra del Euro. ¿A qué no se lo esperaban?" Como una demostración empírica del "Eterno retorno" o de la palingénesis de la historia, este extra es una repetición de otro que sacó La Codorniz en diciembre de 1959 llamado Extraordinario dedicado a la Peseta. A diferencia de los plagios que pueblan nuestro horizonte cultural, en La Golondriz se reconoce con el orgullo lógico del hijo que copia al padre aportando, eso sí, lo mejor que tiene de sí mismo a modo de homenaje filial: «¿Sabe usted, querido lector que está mirando la contraportada de esta Golondrizota con esos ojos que se han de comer la tierra, que el 27 de diciembre de 1959, nuestra gloriosa antepasada La Codorniz publicó un número excepcional que llevaba por título "Extraordinario dedicado a la Peseta?» Pues sí, amigo digno de nuestra más alta consideración y respeto: España estaba en pleno Plan de Estabilización y para general regocijo, a lo largo de veinticuatro grandes y coloreadas páginas escribieron artículos Fernando Perdiguero, Oscar Pin, Rafael Castellano, Gonzalo Vivas, Evaristo Acevedo, Remedios Orad, Ángel Palomino, Pitigrilli, Bardaxí, Victor Vadorrey, Juan Chorot y hasta Pgarcía, nuestro actual director y entonces un jovencísimo debutante; la parte gráfica corrió a cargo de Munoa, Kalíkatres, Dátile, Eduardo, Mena, Pablo, Chúmy Chúmez, Rafael Hernández y algunos más. Así que con el entierro de la peseta y el nacimiento del Euro casi cuarenta y tres años más tarde, no nos ha quedado otro remedio, y ustedes disimulen, que repetir la idea. Algunos de los colaboradores de aquel extra de la peseta, gloriosamente en activo, han afilado plumas y lápices y se han puesto a la tarea. Otros, nacidos con posterioridad y mucho más jóvenes, lo que han afilado han sido los teclados de ordenador y programas de Photoshop para trabajar igualmente en tan excelsa tarea. Y encima han convocado los espíritus de los desaparecidos fundadores del nuevo humor y les han hecho remitir sus crónicas desde el otro mundo. Total: que no sabemos a qué espera usted para sumergirse en la lectura de tan culta publicación como la que tiene en sus pecadores manos, que también se ha de comer la tierra, mejorando lo presente." Es ésta, pues, una publicación de humor recomendable a la que todo lo que le falta de Marketing, le sobra de ilusión, inteligencia y afán por mantener una nota discordante, de calidad, en el chirriante concierto nacional de productos seudo humorísticos, tanto en medios gráficos como audiovisuales. |
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| [ Ficha: José Luis Castro Lombilla. Publicada en Tebeosfera 020401 ] |
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