Se inicia con este título una
colección de monografías teóricas que pretenden reunir en una
quincena de volúmenes una panorámica sobre el cartoon
editorial, la caricatura, las daily-strips, el humor
gráfico en general. Esta labor enciclopédica es única en España, y
casi en el mundo, pues solamente tiene parangón con los esfuerzos
desarrollados por Maurice Horn en los años ochenta (The World
Encyclopedia of Cartoons), por John A. Lent en los noventa (International
Journal of Comic Art) o los aglutinadores de la editorial cubana
Pablo de la Torriente con respecto a lo latinoamericano (Revista
Latinoamericana de Estudios sobre la Historieta) en entresiglos. El objetivo de
Editorial Milenio es muy prometedor, recorridos monográficos por las
viñetas y humoristas de Uruguay, Brasil, Chile, Venezuela, Cuba,
Argentina, Colombia... hasta 17 libros en total planeados (pueden
ser más), de los cuales ya están a disposición del público los tres
primeros: el presente título, el segundo, dedicado a Portugal
(escrito por Osvaldo de Sousa) y el dedicado al humor gráfico español,
en el cual ha estado trabajando el periodista Luis Conde durante los
últimos tres años.
El proyecto es ambicioso y merecedor
de aplauso y apoyo. Las monografías son suficientemente gruesas y la
selección de autores / estudiosos lo bastante adecuada, al parecer.
Al amparo de lo visto, las imágenes escogidas para ilustrar los
primeros tres volúmenes son muy jugosas, y constituyen la más rica
muestra de la imagen satírica iberoamericana jamás impresa; o por lo
menos la más amplia que jamás hayamos podido disfrutar en nuestro
país. En este sentido, hay que felicitar a la editorial ilerdense,
que se ha atrevido con el proyecto, y a sus colaboradores, la
Fundación General de la Universidad de Alcalá para la
colección en general, y la Sociedad Mexicana de Caricaturistas en
esta obra concreta, firmada por Apebas.
El autor, de nombre real Alejandro
Pérez Basurto, figura en créditos como editor. Él es un
caricaturista especial, mejicano de nacimiento (1959), que se formó
periodista en la UNAM, trabajó para muchas publicaciones de su
tierra, donde fue director del Museo de la Caricatura desde 1994 a
1997, y también de un periódico: Al Tiro. En su poder ostenta
el Premio Nacional de Caricatura, concedido en 1995, y hoy es
director / editor de Lapiztola y presidente de la Sociedad
Mexicana de Caricaturistas. A la luz de lo dicho, Apebas es el
mejicano ideal para preparar esta obra.
Empero, ojeada con un mínimo de
atención comprendemos que Apebas no ha elaborado un repaso
concienzudo sobre el humor gráfico en su país, tan sólo ha caminado
de puntillas por entre un muestrario de obras dibujadas, aportando
unos textos mínimos escritos con nula amenidad, meramente
descriptivos, secos y flacos de adjetivación, y alarmantemente
escueto en algunos casos: repasa la historia de los últimos 63 años
de la historia de México y de historia del humor gráfico en México
en menos de... cuatro páginas de texto, escritas con fuente nada
apretada.
La selección de imágenes es, eso sí,
magnífica, desde la primera reproducción de sátira gráfica (de
Claudio Linati, en El Iris, 1826) hasta un acrílico del
jovencísimo Sam, que data de 2001. Mas, se peca de incoherencia en
la selección (por ejemplo, de Rius -el más conocido de los humoristas mejicano-
hay dos obras frente a las siete de Apebas), así como en la
presentación de las obras. Si bien las reproducciones de
caricaturas, humor e historietas de finales del siglo XIX están
todas y cada una de ellas datadas, identificada su fuente, descrito
su formato y generalmente indicado su autor, de las imágenes del
siglo XX (desde 1903) no se aporta ficha, ni formato ni medio en qué
apareció. El recorrido, así, ya abruptado por los cuerpos textuales
parcos, queda huérfano y deja de ser monografía para convertirse en
catálogo. Y un mal catálogo, por cuanto no reúne las características
bondadosas de una publicación de este tipo, como pudieran ser:
reproducción en color, descripción de obras, datación de las mismas,
ordenación mínima... Carente el libro de estos detalles,
falto de un cuerpo teórico más generoso, y resultando tan
sospechoso su contenido escrito de haber sido usado previamente
como cuerpo de cartelas elaboradas para la instalación del Museo de la
Caricatura de la Ciudad de México, y sin haber observado otra
modificación, resulta una obra fallida, en suma. Indudablemente poco
adecuada para abrir la colección Historia del Humor Gráfico que
dirige el humorista Armengol Tolsà desde Lérida (en cuyos diarios, y
el de Andorra, publica bajo el nombre de Ermengol). Sin duda
estampar el número 1 en el lomo del libro de De Sousa sobre el humor
gráfico luso hubiera sido mucho más acertado.
Aún así, un libro recomendable para
los estudiosos de la sátira y los interesados en la historia de
México y en el humor gráfico en general, que descubrirán verdaderos
maestros de la sátira gráfica: lápices magníficos de Constantino
Escalante (muy similares a los que luego esgrimieron los artistas de
litografía del sur de España durante la segunda mitad del XIX); caricaturas estupendas de José María Villasana
(publicadas en El Ahuizote, por la década de los 1870); el
arte ya completamente moderno de Martínez Carrión y de Daniel
Cabrera, que data de los primeros años del siglo XX y de cuya obra
poco tiene que envidiar la de nuestro contemporáneo Raúl Arias;
García Cabral, que se formó en Europa y se trajo a México estilemas
que también encontramos en Feinninger y los mejores carteles y
cómics modernistas; el politizado humor de los dibujantes del país
mejicano moderno... En este sentido, en el de muestrario gráfico de
una obra lejana para el público español, colma
todas las expectativas este libro. |