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EL CAMINO DE AMÉRICA 

El camino de América

Guión: Jean-Marc Thévenet.
Dibujo: Baru.
Color:
Daniel Ledran
Editorial: Astiberri Ediciones SL: Lecturas compulsivas, # 1  |   Dirección editorial: Fernando Tarancón    |   Editor: Jesús Serrano    |   Redacción: Aptdo 485, 48080, Bilbao, www.astiberri.com

Título original: Le Chemin d l'Amérique, Casterman, 1999  |  Traducción: María Pilar León

Diseño: Igort  |  Rotulación: Estudio Fénix  |  Introducción (como epílogo): Pepe Gálvez
Edición en rústica. 29 x 21,5 cm.   |   56 pp.   |   color   |   11,95 €

ISBN : 84-95825-07-4

Portada de Baru para la edición española

[ Portada de la edición española © Baru ]


COMENTARIO, por Manuel Barrero 


Resulta grato comprobar que los nuevos profesionales que más recientemente se han incorporado a la difícil y arriesgada labor de editar y publicar tebeos y libros de cómics en España lo están haciendo bien.

Lo están haciendo muy bien.

Me refiero particularmente a los últimos sellos mal llamados "independientes", Inrevés, Imágica, Dolmen, Astiberri..., de entre los que ha destacado Astiberri especialmente por su cuidado extremo de la edición de los productos puestos en circulación, una exquisitez en el trato de los contenidos que comparte con la editorial Sinsentido, que rápidamente los han colocado a la altura de otros sellos como Glénat o Norma en cuanto al mimo con que tratan sus productos, si bien no alcanzan ni con mucho el número de títulos publicados.

Es desde la perspectiva estética que llamó primeramente la atención Astiberri, ya desde el momento en que nos sorprendió a todos con una edición gozosa y pulcra de algunos excelentes episodios de Grendel (los libros de cómics en bitono Negro, blanco & rojo), lanzamientos donde su editor Fernando Tarancón ya demostraba sabiduría en la elección de los profesionales, traductores, prologuistas o realizadores técnicos, destacando entre estos últimos el Estudio Fénix que ahora gestiona Antoni Guiral entre otros profesionales (posiblemente el mejor equipo de realización técnica español, como corroboran sus trabajos para EE UU y para Italia). Astiberri, por sorpresa para muchos, redobló esfuerzos a continuación estableciendo la periodicidad de Trama, la publicación teórica de la casa y la que mayor tirada observa en nuestro país, así como lanzando nuevas colecciones con sugestivas denominaciones: "El sillón orejero", "Lecturas compulsivas" y "Haiku", con elección de obras de calidad pero arriesgadas (como la de Baru, las de Zentner) en un mercado periclitado y viciado como el nuestro. Y editadas con un raro esmero, extraordinario.

Para el caso de la obra de Baru, se rescata un tebeo premiado en Angulema en 1991 (con el máximo galardón francés, el Alph' Art, que luego Baru volvería a obtener dos veces más, la última en 1996 por L'autoroute du soleil) que se nos presenta en un papel magnífico y primorosamente coloreado, con un color que nos lleva a Argelia, nos trae el otoño parisino, que atañe a Loustal...

El análisis sintáctico de Le chemin de l'Amérique es inútil hacerlo aquí, por cuanto insultaría la labor de Pepe Gálvez, uno de nuestros mejores teóricos y autor de un epílogo estupendo (Tarancón parece haber escogido muy bien a sus prologuistas, pues algo similar ocurre con el trabajo de Portela para Tug & Buster) en el que reza cuando se refiere a la obra: «Entidad carnal y emotiva de los personajes, aprovechamiento narrativo de lo cotidiano, fluidez y ritmo sostenido en el desarrollo de las historias, planificación ágil combinada con expresividad de ilustrador, grafismo vivo y vitalista, concepción dinámica de la viñeta que refleja la acción y recrea como pocos la potencialidad del movimiento, dominio de los tiempos, ritmos e inflexiones del relato, compromiso social, tratamiento lúdico, natural y desmitificador del sexo, proximidad a las vivencias de la juventud, denuncia del racismo...» Amén a eso. Portada original del álbum francés

Si hay que adoptar alguna actitud crítica hacia esta obra es la de que los autores resuelven el discurso con cierto aceleramiento. Baru narra tan eficazmente, sin necesidad te textos, con elipsis elásticas, casi mágicas, que quizá se echen de menos más silencios y planos generales útiles como pausa en esta historia con pesar histórico. Y adicionar más piropos a lo que indica Gálvez es fácil: esta obra soporta magníficamente el paso del tiempo, es un tebeo aún vigente, siempre fresco. Es un retrato duro de la independencia de Argelia, que es como todos los retratos de todos los abandonos del colonialismo, que es como todos los retratos sanguinolentos de las indeseables luchas intestinas. Este episodio argelino sigue siendo hoy dolorosamente necesario recordarlo, precisamente porque hoy es obligado rememorar el origen de la inmigración y reflexionar sobre cómo ha sido posible que el litoral mediterráneo se haya convertido en la aduana de Europa. Es necesario recordar cómo la xenofobia abierta de aquellos tiempos sigue arraigada entre la masa de votantes de la Francia de hoy. O, al menos, conveniente.

Es esta virtud de la obra, la de retratarnos a la acuarela cálida y sepia un pedazo de historia voluntariamente semiolvidada. También, claro, la de contarnos una ascensión y caída en el cuadrilátero pugilístico a la vez que en el político, narrando brusco y baconiano pero muy bien narrado. Una buena edición para un buen tebeo.


[ Ficha de M. Barrero. Publicada en Tebeosfera 020831 ]