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TUROK


Artículo por Norman Fernández

 

[ Cubierta de Turok, Son of Stone, núm. 63, obra de Giolitti. En el texto, cubierta de otro número editado por Gold Key, el 58, y una muestra del arte de Giolitti. Haga clic sobra cada imagen para ampliar las que desee. ]


Turok, el hombre de piedra; Turok, el cazador de dinosaurios; Turok, el hijo de la piedra; nombres todos ellos para un mismo personaje. Un personaje que, con mayor o menor certidumbre, todos los aficionados recordamos: aquel indio que, escoltado por un adolescente compañero y ataviado con un eterno chaleco azul, se dedicaba a matar dinosaurios a flechazos en un extraño valle habitado por hombres y mujeres cavernícolas.

 PRIMERA PARTE. TUROK SON OF STONE

Turok nació en 1954 de la mano de Dell Comics, una editorial especializada en trasladar al mundo de la historieta creaciones de otros medios, en especial del cine y la televisión; si bien Turok es una creación original. Es habitual, al estudiar referencias a la serie original Turok Son of Stone (en adelante TSS), encontrarse con diferentes nombres para su editorial; ello se debe a que en 1962 Dell Comics se separó de su socia Western Printing and Publishing y fue esta última la que se quedó con el personaje y siguió publicándolo con el mismo título, bajo el sello Gold Key Comics. Por ello, cuando hallamos referencias al Turok de Dell, de Western o de Gold Key, en realidad se habla de la colección TSS, sin que en la mayor parte de los casos se quieran distinguir exactamente alguno de sus distintos periodos.

Como decíamos, Turok nació en 1954, en concreto en diciembre y en las páginas de Four Color Comic número 596. Diez meses más tarde, volvería a aparecer en Four Color, núm. 656, inaugurando en marzo de 1956 su propia cabecera, TSS, con el tercer número. Turok fue creado por Matthew H. Murphy, el editor de la serie, y pese a lo difícil que es rastrear el nombre los autores implicados en TSS todas las fuentes coinciden en determinar que fue Alberto Giolitti quien escribió el guión del primer número. Lo curioso es que pese a que Giolitti ha sido a la postre quien ha definido el estilo gráfico por el que se conoce al personaje, no fue él quien dibujó el primer episodio sino Rex Maxon.

TSS fue ilustrado en un principio por una serie de dibujantes como Maxon, Ray Bailey, Bob Fujitami o un primerizo Frank Thorne, pero sería partir del número 24, en julio de 1961, cuando Alberto Giolitti tome las riendas de la parte gráfica de la serie para convertirla en un hito del cómic de aventuras. En cuanto al apartado de los textos, Paul S. Newman y Gaylord Dubois son los nombres de escritores asociados a la colección.

No descubrimos ningún secreto si revelamos que no fue precisamente el apartado de los guiones lo que confirió notoriedad a TSS, pues la idea original no va mucho más allá de mezclar dinosaurios y cavernícolas con indios. Se creó una tierra fantástica, “The Lost Valley” (el valle perdido) al que van a parar dos indios, un adulto, llamado Turok, y un adolescente, llamado Andar, cuya principal preocupación a partir de ese momento sería la de intentar salir de aquel lugar y volver a su tierra. Este traslado de dos indios a un mundo que parece sacado de la novela The Lost World de Conan Doyle goza de un indudable atractivo, pero su exploración no va más lejos de la sucesión de anécdotas más o menos emocionantes (algunas cuestiones se resuelven con una cierta dosis de ingenuidad, como por ejemplo la explicación de cómo matar dinosaurios a flechazos: los protagonista encuentran unas plantas que exudan un potente veneno con el que impregnan las flechas y que, curiosamente, hace un efecto fulminante e inmediato cuando disparan esas flechas contra los dinosaurios).

Además la propia estructura de las historias, por lo general de 12 a 15 páginas, no facilitaba el desarrollo de subtramas o una exploración de los propios personajes (bastante tenían Turok y Andar con ingeniárselas para no formar parte de la dieta de alguno de estos saurios gigantes). Lo que sí permitía a la perfección era el desarrollo del increíble talento de Giolitti. Alberto Giolitti, uno de los más grandes historietistas que ha dado Italia, nació en Roma en diciembre de 1923 y falleció en esa misma ciudad en abril de 1993. Tras el final de la II Guerra Mundial, Giolitti se fue a Argentina primero (en donde trabajó entre otras editoriales para Columba) y a Estados Unidos más tarde (en donde trabajaría principalmente para Western). Curiosamente sin embargo, la mayor parte de su trabajo en TSS lo realizaría desde Italia, a la que regresó en 1960 para constituir el Estudio Giolitti. Precisamente este trabajo en estudio confiere una peculiaridad a parte de su labor en en TSS, ya que durante muchos años fue auxiliado por Giovanni Ticci, la etapa en que éste trabajó en el estudio de Giolitti.

Ticci, nacido en Siena en 1940, forma parte también de la lista de grandes autores que Italia ha dado al mundo de la historieta. El trabajo de Ticci en Tex es, sin ningún tipo de dudas, la mayor aportación al género western que dibujante alguno haya hecho. En TSS, Ticci auxilió a Giolitti entre los números 24 y 59, con un resultado espectacular. Giolitti solía centrar su trabajo en las figuras, algo lógico si tenemos en cuenta que era un maestro a la hora de plasmar la expresión corporal de los personajes. Por su parte, Ticci se encargaba del resto del dibujo, dando muestras ya por aquel entonces de su impresionante talento para describir espacios abiertos. De hecho, con Ticci el valle perdido se constituye en un protagonista más de la serie. Ticci fue poco a poco logrando más peso en el dibujo de los episodios que realizaban ambos autores, de modo que llegó a ser el encargado de ilustrar (Giolitti se encargaría del entintado) uno de los episodios más celebrados de la serie: “The thing for the sky”, aparecido en el número 58 de TSS y en el que Turok y Andar se encuentran con un alienígena que sale bastante malparado de su encuentro con los dinosaurios.

Tras la marcha de Ticci, Giolitti y su estudio siguieron ocupándose de la serie prácticamente hasta su último número. TSS llegó a completar 130 números, el último de ellos aparecido en abril de 1982, si bien en los años postreros su periodicidad se había visto ampliada y solían incluirse bastantes reediciones de viejos episodios dentro los nuevos cuadernillos.1 Analizado globalmente, TSS es el muestrario del trabajo de un dibujante excepcional, único, vigoroso, moderno; uno de los más grandes autores que ha dado la historia del cómic y que se llamó Alberto Giolitti.

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1 N. del E.: Consistieron en reimpresiones los contenidos de los núms. 36, 54, 57, 75, 112, 115, 118, 121, 125, 127 a 130 de Four Color, y también los de los extraordinarios: Giant de 1966, Dan Curtis Giveaways #5 y Golden Comics Digest, #31. No así la mayoría de historietas de Turok aparecidas en March of Comics, 378, 399 y 408.


[ © 2004 Norman Fernández, para Tebeosfera 041015 ]