En
el principio era el Verbo y el Verbo era en Dios y el Verbo era
Dios. Esto era en el principio, en Dios, y en el final estaba el
PEREGRINO, transitando por un mundo convertido en una parrilla,
y en él había una débil esperanza de supervivencia, pues poseía
una férrea voluntad y argumentos de grueso calibre y estaba
dispuesto, en nombre de Dios, a inmolar sin dudar a cuanto justo
o pecador hiciera falta.
Él
no cree en mártires, sólo en instrumentos de la Divina Voluntad.
La
obra reseñada consta de nueve números, publicados en tres tomos
de 48 y 56 páginas (2+1) con casi cuatro años de diferencia. Se
comenta en conjunto.
Datos
técnicos:-
Título (genérico): SÓLO UN PEREGRINO (en el original
JUST A PILGRIM, BLACK BULL ENTERTAINMENT, 2001). Guión:
GARTH ENNIS. Dibuja y se entinta: CARLOS EZQUERRA.
Infocolor: BONGOTONES`S, PAUL MOUNTS y KEN WOTKLAW.
Portadas: MARK TEXEIRA, TIM BRADSTREET y J.G. JONES (en los
apéndices, y correspondiendo a cada comic book de la edición
original, se incluyen las restantes de otros autores).
Insustanciales y autopromocionales prólogos de JIMMY PALMIOTTY y
GARED SHAMUS. Traducen: D. GARCÍA y J. VAQUER. Rotulan: C. RUÍZ
y J. SOLÉ. Diseño y maqueta: RUÍZ / SEMPERE. Coordina: F. PÉREZ
NAVARRO. Material del sello BLACK BULL ENTERTAINMENT
editado en España por DOLMEN EDITORIAL (años 2001 y
2004). Coste (volumen de 2004): 11´95 €. ISBN: 84-96121-56-9.
¿De qué va?.-
Futuwestern
contado en primera persona de los últimos días de los narradores
sobre la tostada Tierra, devastada por EL FUEGO, un brutal
fenómeno solar. Los supervivientes intentan recomponer la
sociedad, incinerada, en las profundas fosas marinas de los
evaporados océanos. Cruzarse con el misterioso y solitario
vagabundo, sólo un Peregrino de este valle de lágrimas, puede
resultar más mortífero aún que ser víctima de los carroñeros
merodeadores.
Trepidante, interesante, descarnada e ingeniosa narración
postcataclísmica, adecuadamente dibujada por un autor que se
desenvuelve particularmente bien en estos páramos dejados de la
mano de Dios.
Digresión:
and Now, Apocalypse.-
Esto del fin del mundo y sus consecuencias es un recurso
bastante resultón si se plantea adecuadamente; no sólo te salva
el día, puede legarte a la posteridad (como puede atestiguar MEL
GIBSON.) ¿Cuándo se origina? Nuestra Historia está plagada de
agoreros (más o menos santificados y creíbles) que predicaron EL
FIN. Es, por tanto, uno de los grandes clásicos, como el
romanticismo y las gestas heroicas. Pero, y pese a las
excelentes historias que autores como CONAN DOYLE o JACK LONDON
nos legaron, semillas de legendarias producciones del género, su
agudeza se acentúa con el terror nuclear y los ecos de la II
Guerra Mundial, con su abrupto y atómico final.
El potente resplandor nuclear arrinconó a las demás
catástrofes genocidas; sembró los desiertos americanos de
insectos descomunales y gestó a GODZILLA y compadres. Nos
habituó al término mutante y accidentalmente, nos inundó
con huestes de superhéroes y supervillanos (pero eso no toca
hoy).
A
su sombra brotaron especulaciones; tenemos infinidad de relatos,
cómics y películas al respecto. Se centraron en qué efectos
sociales y morales tendría la supervivencia sobre la Humanidad,
reducida en mayor o menor número. ¿Cómo sobreviviríamos si un
mogollón de bombas A y H (esto parece la enumeración de un
complejo vitamínico) explotaran en una eventual III Guerra
Mundial? ¿Cómo sería EL DÍA DESPUÉS, el año después? ¿Cómo de
canutas lo pasarían los supervivientes? ¿Lo superarían o los
tragaría un innominado abismo? Se teorizó sobre vertederos
nucleares habitados por seres con la genética aberrada, o un
retorno a las cavernas. Hoy en día, sabemos que las más
pesadillezcas de estas visiones resultan optimistas.
Surgieron tibias, cándidas o frías especulaciones, al amparo de
la Guerra Fría. Uno de sus ejemplos más acentuados puede ser
LIMBO, de BERNARD WOLFE; en un capítulo describe los
bombardeos masivos con bombas A como si fuesen blockbusters
pero sólo un poco más bestias. Sobreviviríamos, pese a algunos
aspectos adversos, como urbes demolidas y diversos grados de
despoblación. Pero siempre quedaría personal para reiniciarlo
todo, narrándolo incluso (como en la payasada ñoña de
MENSAJERO DEL FUTURO.)
Por contraste, en la sombría cinta LA HORA FINAL (y, por
ende, su novela), quedó claro que, de eso, nanay. Con la
radiación no hay excusa que valga (que se lo pregunten a los
supervivientes de Nagasaky e Hiroshima o Chernóbil). Pero una y
otra vez surgían historias que intentaban garantizar, al menos,
una débil esperanza. Científicos como CARL SAGAN han demostrado
la nulidad de tales teorías de la supervivencia.
La
década de 1970, golpeada por la crisis del petróleo, revisó esos
estándares, muy a la baja. Y comenzaron a contemplarse otros
finales: epidemias (SOY LEYENDA, NUEVA YORK, AÑO 2012, DOCE
MONOS), terre y maremotos, piedras estelares kilométricas,
como la que BRUCE WILLIS revienta in extremis, azarosamente.
Hasta entonces, el término postapocalíptico albergaba un
amplio espectro de desastres. Pero ¿de qué tipo? Hasta MAD
MAX 2 no hubo un criterio para identificarlos adecuadamente.
Pero, ¿por qué estas historias se definen postapocalípticas?
APOCALIPSIS es una palabra griega que significa REVELACIÓN,
nombre del último libro del Nuevo Testamento, redactado
por San Juan Evangelista, presumiblemente en Patmos. Su
contenido es archiconocido. Por lo tanto, en rigor, la historia
que se reseña no es postapocalíptica (NADA se nos REVELA);
contiene determinadas especulaciones más o menos creíbles. Es
una historia POSTHOLOCAUSTO, o POSTCATACLÍSMICA, pero no REVELA
nada… a menos que por tal se entienda el extremo al que el ser
humano caería (en egoísmo, insolidaridad e intransigencia) si
las cosas se pusieran feísimas.
¡Pero para eso no debe morir el 90% de la Humanidad! ¡Ni
convertir la Tierra en un páramo nuclear o epidémico! Sólo hay
que ver a cierta gente en las rebajas: ¡arrancarían los ojos a
la persona con la cual disputan por una prenda!
Modestamente, propongo que el término postapocalíptico
deje de aplicarse a este tipo de historias, empleando otros como
postcatastróficos o postcataclísmicos o, si es
preciso, inventar alguno nuevo.
Apretando las
tuercas.-
Algo por lo que es famoso Garth Ennis. Al compatriota de ENYA se
lo cataloga de autor poco convencional (por los argumentos
escabrosos y las palabrotas), que difícilmente deja indiferente.
Deja resonancias y crea tantos admiradores como detractores. Sus
diálogos, por breves y sucintos, no dejan de admirar. Dicen que
su fuerza radica en su origen, de Belfast, de haber vivido la
aberración del terrorismo directamente, aunque él se describe
como un tipo tranquilo al que le gusta la cerveza. Quizás lo
sea. Pero en su interior habita un pequeño Satanás que lo
impulsa a escribir sobre momentos de gran crudeza y sadismo,
taxativa aspereza, una chocante bordería, que inducen a pensar
si acaso ese no es el auténtico Garth, el que torturaría
implacablemente si tuviera la oportunidad y el monstruo dentro
de él no estuviese borracho. ¿Sus guiones son su catarsis?
En
esta saga de nueve números (apropiadamente dibujados por nuestro
compatriota Carlos Ezquerra, padre de, entre otros, JUDGE
DREDD y JOHNNY ALPHA), nos depara un número de
sorpresas a cual mejor, condensadas en los 5 primeros
ejemplares. El Peregrino y su salvaje pasado encuentran su
contrapunto en el líder pirata, CASTENADO, un despojo viviente
dotado de un maravilloso sentido del equilibrio, el olfato y el
oído, capitán de una nefanda banda de merodeadores tremebundos y
que, por sus connotaciones, el excelso Ennis parece estar
cachondeándose de WATERWORLD.
BILLY SHEPERD, un chaval de diez años (y medio), narra las
andanzas del inexorable Peregrino y Castenado, estableciéndose
una corriente de admiración y emulación entre él y el insólito
superviviente. Deja a su aguerrido héroe (que menudo espejo de
reyes es) una perturbadora herencia que irá trastornando, como
un veneno lento, las rígidas convicciones del Peregrino.
El jardín del
Edén
o la duda que corroyó al Peregrino.-
La
segunda saga aglutina, en un volumen, 4 números, publicado en
2004. Vuelve a estar testimoniada, en esta ocasión, por la DRA.
CHRISTINE PAGE, que odia visceralmente al Peregrino. Y el
contraste de los verdes que impregnan estas viñetas relaja la
vista, desecada con los resecos ocres de las páginas
precedentes.
Pero este Peregrino, que cruzó 16.000 kilómetros, ya no es tan
magnífico. Aunque la casi totalidad de su estructura sigue
intacta y sigue siendo un tenaz superviviente acérrimamente
dogmatizado, Ennis lo rebaja a un disimulado suicida que busca
un fin heroico que justifique la atrocidad de su vida, porque
aunque Dios detuvo a Abraham un momento antes de consumar el
sacrificio exigido, permite que el Peregrino efectúe el de Billy,
sin pudor ni alternativa. Y eso lo está matando. Pero, obediente
a su inflexible credo, no puede autoterminarse.
(Sintomático resulta que le saquen el ojo bajo la cicatriz de la
cruz; y no vale argumentar que es para compensar la oreja
mutilada por Castenado.)
Quizás esto sea positivo; quizás Ennis intenta mostrar que el
personaje evoluciona, no se estanca. ¡Pero la gracia del
Peregrino reside en su estanqueidad!
Ennis
contraataca.-
Las
continuaciones no se le dan particularmente bien al irlandés.
Pone todo su empeño y todo eso, pero carecen de la frescura de
la primera andanada. Pone el listón tan alto, en su osadía,
ironía, macabro humor y la acción, que es incapaz de
autosuperarse, se vacía del todo y luego debe absorber de los
charcos dejados detrás recursos que repite, intentando pulsar
nervios ya anestesiados por el primer envite.
Esto lo evidencia en PUNISHER. Cualquier lector que,
justificadamente, se muestre remiso a adquirirlo, evocando la
excelente masacre que MARVEL hizo durante los noventa del
trasunto del justiciero MACK BOLAN (personaje de pulp
concebido por DON PENDLETON), la garantía del propio Ennis al
guión (que ya nos prevenía desde PREDICADOR de sus dotes,
menos manifiestas en Judge Dredd) y el más que
convincente dibujo de STEVE DILLON (también pescado de 2000
A.D.), son argumentos excelentes para adquirirlo.
(Recientemente, fue publicada en un tomo la maxiserie de 12
números.)
Su
genialidad y desparpajo impulsaron su continuación. Y aunque
Ennis, Dillon, Palmiotti, estaban allí, era distinto. El
argumento brillaba pero no era brillante. Parecía agotado,
trillado, un autointento de autorreinvención, de hacer la
bestialidad más heavy evitando, de paso, el toque censor.
Pero elevó las cosas a un nivel que ahora debía ser salvaje y,
por tanto, exponerse al abierto rechazo.
En
El jardín del Edén se aprecia un desgaste similar. El
Peregrino sigue siendo un sólido cabrón casi invencible, pero no
tan igual. De la reflexión brota una sospecha: no es que Ennis
no se defienda con las continuaciones. Es que es incapaz de
crear otro enemigo digno.
Su
fuerte está en el contraste entre los rivales, en el flujo
energético resultado de la colisión. En la primera saga,
Punisher se enfrentaba a una Némesis corrosiva, vitriólica,
antítesis del mafioso estándar que se supone rival del
expeditivo justiciero. En su continuación, desaparecido este
rival, Ennis concentra su narrativa en un número (impactante) de
viñetas sádicas y propensas a lo soez, depositando en granujas
de medio pelo poco capacitados la responsabilidad de matar a
Punisher.
Aún así, El jardín del Edén no es una lectura menor. Sólo
es ligeramente inferior a su precedente. Me alegra haber leído
las nuevas (y quizás definitivas) aventuras de este insólito
superviviente, cuya fuerza reside en la consumación de su fe
implacable y el calibre de sus armas.
¿Mucha fe
puede matar?.-
¿Sólo
un Peregrino es un mero vehículo destinado al ocio y
proporcionar ganancias o es una sutil parábola, desarrollada en
un ambiente postcataclísmico (he aquí la vuelta de tuerca
especialidad de Ennis) para denunciar el peligro y la locura
emboscados en un intolerante, intransigente y exacerbado
dogmatismo? ¿En que deglutir literalmente la Palabra Divina (sea
cual sea), sin permitir la crítica y solicitando una sumisión
incondicional a los términos predicados, que a su vez, puedan
ser meras parábolas para explicar ciertos hechos, produce
aberraciones en la conducta psíquica y sujetos tan implacables,
intransigentes y mortíferos como este Peregrino, cuyo nombre
civil se nos hurta?
Lector, no te
prives...-
…de
leer esta rareza saturada de ironía, humor, acción y destrozos.
Poco importan el rigor de los cálculos y si la supervivencia es
posible ante tamaña catástrofe. Obras de este tipo empezarán a
escasear pero ya.
Porque nuevos relentes censores se avecinan, procedentes de
hipócritas y presuntamente pías e imparciales
organizaciones, y nada extrañaría que la obra de Ennis pronto se
introduzca en un nuevo y eventual índice inquisitorial censor
como parece estar confeccionando AMNISTÍA INTERNACIONAL, tan
poderosamente indignada por ciertos videojuegos, pero que pasa
tan de hurtadillas ante las aberraciones de los orfanatos chinos
o las ejecuciones en el país de la Gran Muralla, concentrándose
en chingarnos historietas del tipo de Ennis y criticar a los
americanos, pero evitando molestar, no obstante, con sus
informes / denuncia, a las Autoridades de ciertos países, estilo
Cuba…
Disfruta con el inefable sentido detectaposesos del Peregrino,
el macabro sistema de levas de Castenado, las vengativas
querellas femeninas contra el intransigente Peregrino, los
mutantes de estos soleados páramos donde no hay sombra para
cobijar la esperanza.
Ennis
es un autor en progresión. Puede parecerlo, pero aún no nos dio
lo mejor de él. Aún debe legarnos su obra magna… si le dejan.
Sobre el apartado gráfico, cabe alabar la labor de Ezquerra, que
trasunta la sospecha de que su Peregrino es un What if…
de Judge Dredd, en el cual el implacable juez hubiese emprendido
la Larga Marcha. (De lectura obligada es la entrevista publicada
en el segundo volumen.)
Los infocolores y efectos aplicados redondean una obra de
consumo que, sin embargo, como todas las obras gestadas por
genios (o a medio paso de serlo) contiene masivas dosis de
calidad e ingenio, fruto de una estrecha y eficaz colaboración
entre todos los miembros implicados en el proceso.
Como apunte final, señalar que El jardín del Edén se
publicó al mismo tiempo que otra obra de catástrofe postnuclear,
también escrita por Ennis: PUNISHER: EL FIN, dibujado por
RICHARD CORBEN, eficaz y tenebroso (y que recuerda
inquietantemente a la maravillosa serie limitada THE LAST
AMERICAN, posiblemente el mejor cómic que trata este tema),
donde el irlandés se muestra más tajante que nunca. Pese a la
hecatombe, el Bien y el Mal perduran. Y éste debe castigarse. La
salvación es imposible. Si la radiación no te mata, será el
guión de Ennis, que deposita tu suerte en las manos del
Peregrino o FRANK CASTLE.
La
página.-
En
concreto, la portada del Nº 1.
La
viñeta.-
Cuando el
Peregrino muerde la lengua de un repulsivo mutante.
Lo importante es sobrevivir. El modo, no tanto.
La frase.-
El hijo de puta nos matará a todos (epitafio de la señora Sheperd)
Lo mejor.-
El
Peregrino.
Lo peor:-
El
importe.
|