Carles Bech empezó a colaborar en TBO ya en su adolescencia, sobre todo como dibujante. Al acabar la Guerra Civil española, empezó a escribir guiones de historietas para otras cabeceras, como La Ametralladora, Cu-Cú y La Risa. Como autor completo, creó para TBO la serie “Don Salvio”, pero al cabo de poco tiempo decidió abandonar el dibujo y centrarse en su faceta de guionista. Se convirtió en redactor jefe de TBO tras el fallecimiento de Joaquim Buigas en 1963 y asumió la autoría (a menudo, sin firmar) de un altísimo porcentaje de los guiones de las historietas que se publicaban en la revista. De este modo, continuó las series de Buigas “La familia Ulises” –que escribió durante más de veinte años- y “Eustaquio Morcillón y Babali” –como la anterior, ilustrada por Benejam-, y creó otras nuevas como “Josechu ‘el Vasco’” (con dibujos de Muntañola), “Altamiro de la Cueva” (Bernet Toledano), “Joaquinete y su chupete” (Ayné) o “Casimiro Noteví” (Sabatés).
Empleado de la empresa metalúrgica La Maquinista Terrestre y Marítima, S. A., en la década de 1950 ganó el concurso convocado por la firma entre sus trabajadores para elegir un nuevo logotipo. Posteriormente fue director de la revista corporativa Maquinista durante muchos años.
En 1974 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura y Guiones Juveniles otorgado por el Ministerio de Información y Turismo.