Tako fue desde niño un gran aficionado a la animación, el manga y los videojuegos, mostrando una gran pasión por la cultura nipona. Sus principales inspiraciones como artista fueron Satoshi Kon, Naoki Urasawa, Glen Keane, Humberto Ramos, Alessandro Barbucci, Sean Murphy, Yoshiyuki Sadamoto y Toshihiro Kawamoto. Ha trabajado en el campo de los videojuegos y en varios proyectos de animación como Tephlon Funk!, en el que fue diseñador de personajes.
Por lo que se refiere a la historieta, tras una primera colaboración con Jérôme Hamon en una historia corta del Marsupilami para Dupuis, volvió a unir sus fuerzas con él para la realización de Green Class, que en España tradujo LetraBlanka Editorial.