Libro de historietas de 64 páginas en color más cubiertas en color, encuadernado en rústica.
Reproduce la serie íntegra de tiras de prensa Dot and Dash de Cliff Sterrett, con restauración de Manuel Caldas e introducción de Domingos Isabelinho.
Edición trilingüe en portugués, inglés y español de la introducción. La serie principal, al ser muda, no necesitó traducción, y las planchas de Polly and Her Pals se reprodujeron en el inglés original.
Al solicitar el ejemplar directamente al editor, se ofrecía un desplegable que reproducía una plancha en color de Polly and Her Pals del 29-I-1928 con el "topper" Dot and Dash, al tamaño en que fue publicada originalmente.
Texto de la contraportada:
Cliff Sterrett fue y, en cierto sentido, sigue siendo un artista para las minorías. Su refinamiento gráfico lo llevó casi a la estilización del Art Deco en composiciones de extrema elegancia. Todo eso ha sido reconocido por muchos críticos del cómic que han escrito a propósito de la serie Polly and Her Pals. Lo que raramente se menciona es la importancia de Dot and Dash, la obra maestra de Cliff Sterrett.
Aparentemente, nada pasa en Dot and Dash, No hay diálogos, casi no hay acción. El mundo de la serie prácticamente no tiene humanos. Para los dos divertidos animales es un mundo simultáneamente amenazador e interesante. Dot y Dash son inexpertos y, por lo tanto, las más tímidas e asustadizas de las criaturas.
De una manera tan sutil como lo hicieron George Herriman o Winsor McCay, Cliff Sterrett juega con el lenguaje del dibujo (con tinta china), divirtiéndose perversamente en atormentar sus pequeñas criaturas.
Uno de los aspectos más importantes de la serie es la poesía trasmitida por ciertos momentos en que aparentemente nada ocurre: estar junto al hogar mientras nieva en el exterior, disfrutar del croar de las ranas - al menos mientras no desaparezcan -, observar la marcha lenta de una lagartija, etc... Todo eso es poco relevante para aquellos que están demasiado ocupados o que viven demasiado deprisa en la sociedad que privilegia la cantidad más que la calidad, la sociedad de los millares de imágenes por día "per capita", la sociedad que olvidó, hace mucho tiempo, el trinar de las aves nocturnas.
(texto extraido de la introducción de Domingos Isabelinho)