Texto promocional de la editorial:
En 1934 los cómics vendían muchos periódicos en Estados Unidos, Alex Raymond era un joven dibujante con mucho potencial y “Flash Gordon” era uno de los primeros cómics de aventuras y se situaba dentro del reciente género de la ciencia-ficción. Parte de este libro capta ese momento, lo reconstruye y se mueve entre las circunstancias y personas que intervinieron, de manera directa o indirecta pero notoria, en que el personaje fuera como lo conocemos.
Desde aquel mundo real partió una nave de ficción a un planeta extraño llamado Mongo en el que había un tirano de rasgos asiáticos, razas híbridas de humano y animal, monstruos indescriptibles, paisajes hiperbólicos, naves futuristas, ciudades aéreas, submarinas y arbóreas y hombres y mujeres hermosísimos vestidos y desvestidos para una pasarela de moda, pero lo más raro de todo era cómo se relacionaban sentimentalmente entre sí en la atmósfera mongoniana, donde el amor estaba en el aire. De eso trata la segunda parte del libro, una relectura perpleja de los inicios de un héroe que representó lo más popular de la ciencia-ficción hasta la consolidación de Star Wars como fenómeno.