Cuadernos grapados de ocho páginas, todas en color.
Tebeos que contenían una historieta detectivesca del personaje (llamada CASO) en la que el lector tenía que descubrir al culpable. Ofrecían diez pistas en forma de cromos autoadhesivos, que se tenían que pegar en la viñeta correspondiente. El cromo número diez identificaba al culpable. Los cromos se regalaban al comprar bollería Joe K. Kao de la marca BIMBO.