Información de la editorial:
Argentina, 1880.
Julio Popper era un hombre fuera de lo común.
Pronto se ganaría admiradores y amistades sólidas… así como mucho odio e inquina.
Popper —un espíritu aventurero con afán explorador— recorrió el mundo entero. Hablaba todos los idiomas y conocía multitud de oficios antes de decidir que Tierra del Fuego sería su reino. O eso pretendía, al menos.
Podría haber sido un personaje de novela, aunque fue un ser de carne y hueso, injustamente olvidado por la historia.