Cuaderno grapado con dieciséis páginas impresas a una tinta. Semanario satírico izquierdista en catalán, con artículos, críticas y folletines, una página con humor gráfico extranjero, más humor gráfico nacional en portada y repartido por su tripa. En su última etapa, en los años veinte, viró hacia el género sicalíptico y gozó de tiradas de hasta 40.000 ejemplares. Hubo varios números dobles y se produjo una interrupción en la numeración en 1923 (los números entre el nº 759 y el 917 no se publicaron), durante los cuales sus editores lanzaron la revista Pakitu (cuyos 159 números se corresponden con los no publicados de Papitu, siendo luego sucedida por ésta revista, que retomó la numeración en el 918). También fueron lanzados algunos extraordinarios fuera de numeración y especiales contemplados dentro de la numeración.
Papitu fue fundada por el pintor y humorista gráfico Apa (Feliu Elias) en una fecha señalada, la del asalto cinco años antes a la redacción de Cu-cut! y a la de La Veu de Catalunya por parte de la guarnición de Barcelona -un atentado a la libertad de prensa muy recordado- y en ella se mostró una visión de la sociedad catalana sin complejos, desde una perspectiva satírica progresista y frontal con respecto a otras publicaciones ligadas a sectores más conservadores, como Cu-cut!, que sería su antítesis ideológica durante años, o En Patufet, en lo relativo al público objetivo.
Corrosiva y anticlerical, se publicó sin subtítulo, algo inusual en su momento, y fue calificada como la primera revista noucentista por sus cualidades artísticas.
Dibujaron los autores Junceda, Babel, Labarta, Aragay, Humbert, Nonell, Pius, Josep Mompou, Pablo Gargallo, Juan Gris y el propio Apa, que por causa de algunas de sus caricaturas publicadas en esta revista (que criticaban la Lliga Regionalista) tuvo que exilarse en Francia y vendió la revista al impresor Oriol Martorell (porque en realidad ya no le debaja beneficios) quien encargó a su vez la dirección de la misma al escritor Francesc Pujols para intentar reavivarla. Este, poeta amigo de lo erótico, dio un viraje en la filosofía editorial de la revista hacia lo sicalíptico logrando multiplicar sus ventas por diez (de 5.000 ejemplares a 40.000) conduciéndola por lo impúdico y hasta llegar a la suspensión por atentado contra la moral bajo el gobierno de Primo de Rivera; en tal circunstancia fue relanzada bajo el título Pakitu.
Eran habituales entre sus contenidos los chistes "verdes", los juegos de palabras "picantes", sobre todo los formados con verduras o frutas con doble significado en catalán, las imágenes de mujeres desvestidas. En esta época se unieron otros autores al plantel de la publicación: Oxymel, Jou Roqueta, Eduardo Serra, Perez del Muro, Prat, Pitus, Tusell, Ballesté, Bon, Garrido, Benigani, Bosch, Max, Castanys, Kimet (un seudónimo de Muntañola), Bigre (un seudónimo de Opisso) y otros.
Entre 1909 y 1910, la revista tuvo una edición en otra lengua, el esperanto, bajo el título Jen (he aquí en esa lengua), bajo la dirección de Elias y Federico Pujulà.
Durante la guerra civil fue editada por el Sindicat de Dibuixant Professionals, que despejó la publicación de humor erótico para utilizarla como vehículo propagandista a lo largo de 18 números en 1936.
Solà ha escrito varios artículos y libros en los que trata sobre esta publicación, el último aparecido en 2008: Papitu i les publicacions eroticosicaliptiques del seu temps.