Subgénero del fantástico que implica que en el relato existe un elemento fantástico que es el generador del miedo; o, también, un monstruo de procedencia desconocida o inexplicable.
El término, muy acertada y extensamente utilizado en los EE UU, diferencia claramente los productos de este tipo de aquellos calificados como de TERROR, pues en este caso la causa del miedo no tiene origen fantástico sino meramente violento o dependiente del suspense.