Tipo de financiación que emplea un capital de partida procedente de una recaudación previa a la edición que se practica entre los posibles interesados en la publicación de la obra. El editor que usa este tipo de financiación puede ser un autoeditor, un pequeño editor que no dispone de suficiente capital para lanzar un tebeo o, también, de un gran editor que prefiere no arriesgar dinero en un producto del que desconoce su público objetivo.
También se suele denominar este tipo de financiación como financiación colectiva, o alternativa, o microfinanciación. Ha calado la denominación microfinanciación, finalmente, por ser la más usada, aunque etimológicamente no es acertada dado que los aportes no son mínimos o microscópicos, sino similares a los que se harían en el caso de comprar el tebeo en el mercado.
Este modelo de financiación presenta similitudes con el pago mediante suscripción, habitual desde los años setenta, que era una fórmula empleada en la edición por fascículos, por ejemplo, y que en la actualidad se utiliza con los llamados "coleccionables de quiosco", sean cuadernos o libros. La diferencia entre el mecenazgo y la suscripción es que en este segundo caso la decisión de editar la obra se hace previamente y con capital privado.