ANDRAX
EL FUTURO SEGÚN JORDI BERNET
Jordi Bernet es uno de los autores de cómic más reputados de nuestro país. Sin embargo, esto no siempre fue así. Hasta que empezó a publicar en las revistas de Toutain en los años ochenta —primero realizando historias cortas y luego diferentes series, entre las que destaca por su éxito Torpedo 1936—, el trabajo de Bernet era prácticamente desconocido en nuestro país. Sin embargo, cuando este autor comenzó a trabajar con Abulí en la serie Torpedo ya tenía a sus espaldas veinticinco de años de trayectoria profesional. Trayectoria que había comenzado en 1959, cuando su padre, Miguel Bernet, murió repentinamente a los treinta y ocho años de edad. Ante esta circunstancia, Bernet hijo, a la temprana edad de quince años, tuvo que tomar el relevo de su padre en la serieDoña Urraca, que dibujó durante un año para la revista Pulgarcito.
Tras otros trabajos menores, el autor barcelonés, como tantos otros de su época, se dio cuenta de que el oficio de dibujante de cómics en España estaba cercano a la explotación debido a los bajos salarios, y que trabajando a través de alguna agencia para el extranjero podía conseguir unos emolumentos muy superiores con un ritmo de producción similar, aunque este siguiera siendo muy elevado. Así, en 1963 se unió a la agencia Bardon Art, para la que empezó a realizar diferentes historias y series, fundamentalmente dirigidas al mercado francés y al británico. Dejará Bardon Art en 1968 por no estar conforme con sus condiciones de trabajo, para pasar directamente a colaborar con la revista belga Spirou, con series como la de espionaje Dan Lacombe, escrita por su tío Miguel Cussó, o la detectivesca Paul Foran. En 1972 regresó a Bardon Art, en este caso para trabajar fundamentalmente para el mercado alemán, trabajo que alternará hasta su eclosión como autor en España en los años ochenta, con historias cortas dibujadas directamente para el mercado italiano y con series para la agencia Selecciones Ilustradas, dirigida por Josep Toutain, como El Cuervo, que se publicó inicialmente en Alemania pero que fue editada también en Francia y Australia.
Una de las series más importantes desarrolladas durante los casi veinte años que Bernet estuvo trabajando para el mercado extranjero es Andrax. Creada en 1973 para Bardon Art, con guiones una vez más de su tío Miguel Cussó, Andrax nos cuenta la historia de Michael Rush, un atleta que participa en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 y cuyas proezas físicas llaman la atención del profesor Magor, que, en aras de la ciencia, le hace hibernar dos mil años para que sirva como objeto de estudio de una civilización futura que el profesor prevé será próspera y perfecta. Sin embargo, cuando Andrax se despierta de su periodo de hibernación se encuentra que la Tierra se halla inmersa en una era oscura y salvaje, por causas que al protagonista le son desconocidas. Averiguar los motivos que causaron el cataclismo que llevó a ese distópico futuro será la excusa que llevará a Andrax a recorrer el planeta pasando de una aventura a otra.
Andrax se publicó inicialmente en la revista Primo, de Rolf Kauka (revista que publicó muchas otras series realizadas por autores españoles como Manos Kelly, de Palacios, o Kronan, de Brocal-Remohí), en entregas de 45 páginas que obligaban al autor a dibujar dos y hasta tres páginas diarias. Posteriormente apareció en otras revistas, como Super Action, Action Comics y Zack, con historias más cortas, de entre 10 y 15 páginas. Además, durante el periodo de cuatro años que la serie se publicó en Alemania se editaron también algunas historias de 92 páginas en formato bolsillo. Uno de los aspectos más interesantes, a nivel editorial, es que Bernet conservó los derechos del personaje como una de las condiciones para volver a trabajar para Bardon Art, lo que permitió que a principios de los años noventa se publicara en Italia en la revista Lanciostory, de la editorial Eura, incluyendo historias creadas específicamente con guiones del propio Bernet o de Antonio Segura para esa edición.
En España la serie no fue conocida hasta el año 1988, cuando Toutain, aprovechando el reconocimiento que ya tenía el autor en ese momento, decide publicar Andrax en su recién iniciada línea de comic books que, con el nombre de Calidad de cómics T, llevó a ese formato —tan de moda en los años ochenta por las ediciones de Marvel por parte de Comics Forum y DC por Ediciones Zinco— a autores como Richard Corben, con la publicación de Rip tiempo atrás, o el propio Bernet en la serie que nos ocupa, entre otras. Toutain publicó doce números de 48 páginas, incluyendo episodios publicados en las revistas alemanas, así como dos historias inicialmente destinadas al formato de bolsillo. Es interesante comentar cómo Toutain adapta la obra a su época de publicación, situando el presente de Andrax en los Juegos Olímpicos de Barcelona (incluyendo la presencia de Cobi en la primera página), circunstancia que tenía sentido en 1988, ya que permitía iniciar la saga en un futuro cercano, de la misma forma que la edición original alemana, pero esto se ha mantenido en futuras reediciones de la serie.
En el año 1997, Forum publicó, también en formato comic book, una serie de catorce números de 24 páginas dentro de su línea de Fantasía Heroica. En esta serie solo el último número (un especial de 32 páginas) incluyó material no publicado inicialmente por Toutain. Hay que destacar que ambas ediciones ofrecieron las historietas del personaje en blanco y negro, al contrario que en su publicación original alemana, que era a todo color. Para esto hubo dos razones fundamentales de tipo técnico: la obvia del abaratamiento de costes y la principal, no disponer del material original para reproducir los colores (que, por otro lado, no eran muy brillantes desde el punto de vista técnico). Sin embargo, hubo una tercera razón, que es la identificación del lector español con Bernet como un maestro del blanco y negro.
Es interesante comentar brevemente el aspecto del género. Como se ha mencionado, Forum publicó la serie en su línea de Fantasía Heroica . Para ello, realizó una selección de los cómics que los editores consideraron que se adaptaban mejor a dicho género. Sin embargo, la serie se enmarca más en el ámbito de la ciencia ficción, con una presencia abundante de civilizaciones futuristas abandonadas, robots o, incluso, visitas de origen extraterrestre. No obstante, la serie siempre jugó con la frontera entre esos dos géneros, mezclados con otros como la aventura (con una historia cuyo personaje principal se inspira en Robin Hood) o el horror (con la aparición del monstruo de Frankenstein o del conde Drácula), historietas eliminadas en la edición de Forum. Porque en el fondo lo interesante de la serie es esa capacidad de mezclar todos los elementos de las historias de género para construir un relato centrado en la capacidad del protagonista para adaptarse a su característica de viajero involuntario por el tiempo, circunstancia que será fundamental para el cierre que, años después de su publicación en Alemania, Segura y Bernet dieron a la serie en la edición italiana.
Finalmente, cabe reseñar los motivos por los que esta serie destaca entre la producción que Bernet realizó para agencias. Por un lado, tenemos esa capacidad de Cussó para jugar con los géneros ya comentada. Pero fundamentalmente es el trabajo del dibujante el que destaca por encima de todo. Motivado por los condicionantes de producción ya mencionados, que le obligaban a trabajar a una velocidad enorme, Bernet desarrolla un estilo sintético que le permite expresar lo máximo con los menores recursos posibles, eliminando toda línea que pueda resultar superflua para el desarrollo de la narración. Así, el autor recoge la influencia de autores como Caniff, pero sobre todo como Frank Robbins o Alex Toth, que estaban muy presentes en sus primeros trabajos, y la adapta a su propio estilo, haciendo de la necesidad causada por la enorme producción una virtud, que es la creación de un estilo que irá poco a poco desarrollándose hasta llegar al Bernet de los años ochenta, que recibirá el reconocimiento a nivel internacional por las series creadas para Toutain con autores como Abulí o el propio Segura.
Una serie que merece, por tanto, ser recuperada, como ya se hizo para el mercado alemán en 2007, en cinco libros editados por Cross Cult, y en 2019, en la colección Primo Premium (una lujosa autoedición de Peter Wiechmann), y también en el mercado italiano, con la edición integral que ha comenzado a publicar 001 Edizioni, que se prevé que constará de tres volúmenes, los cuales esperamos lleguen pronto a nuestro país.