CAMBIO CLIMÁTICO Y SOSTENIBILIDAD. ECOLOGISMO PARA RICOS
El libro de divulgación e historieta de Alfonso López Cambio climático y sostenibilidad se suma al creciente número de publicaciones que advierten de los peligros que las transformaciones de carácter antrópico implican en la naturaleza. Es este libro un producto híbrido, construido como una historieta todo él, pero cuajado de viñetas de humorismo gráfico y bloques de texto explicativos en torno a las evoluciones de nuestros climas y nuestra biosfera para, al final, aportar algunas advertencias y posibles soluciones a este problema.
López se une así a la miríada de científicos, divulgadores y vulgarizadores que durante el último lustro nos vienen informando sobra el llamado ‘cambio climático’ o que nos alarman o tranquilizan sobre posibles alteraciones catastróficas de nuestro entorno. Hay tres posiciones definidas sobre este particular: los alarmistas que avisan de que nuestro tiempo se acaba y de que terribles peligros nos acechan; los tranquilizadores, que consideran que no es para tanto y que confían en la autorregulación del sistema global; y los científicos que conocen parte de la verdad y se muestran cautos a la hora de exponerla, sin exagerar tampoco en las medidas a tomar. Naturalmente estos últimos son los menos. Todo aquello que es susceptible de generar alarma acaba volviéndose dicotómico en los medios de información y, por extensión, en el calado que obtiene la opinión pública, la cual acaba admitiendo lo que asevera una facción sin contrastarlo con los datos de la otra.
Este libro se suma a los del primer grupo, claro está, puesto que es un documento de advertencia y de arenga, ya desde su cubierta, donde aparecen palabras como: “batalla,” “problema”, “amenazador”, “lucha”… López, que es un tipo avispado e informado, ha nutrido esta obra con datos procedentes de los trabajos de Al Gore, Tim Flannery, J.E. Llebot, Nicholas Stern, la OSE, ADENA, Greenpeace y otros grupos ecologistas, y naturalmente el IPCC y la PNUMA (suponemos)[1]. Con lo cual que parte de unas cifras de previsiones y maneja algunas predicciones cuyos datos resultarían demasiado exagerados a otros analistas u opinantes sobre temas como la climatología, la ecología o la economía sostenible.
Que es lo que cambia en el clima.
En el llamado cambio climático se operan muchas interacciones entre complejos sistemas naturales acerca de los cuales no lo sabemos todo y tampoco su desarrollo y magnitud futuros. De ahí que se tenga a este fenómeno de fenómenos por un paradigma en el ámbito científico, cuya base científica sigue siendo (en sentido global) una hipótesis de trabajo. Sobre este particular, y por lo que toca a nuestro país, se pueden contrastar las investigaciones de A. Benito, R. Bonell Colmenero, Nieto Sanz, Padilla Rosa, Schwartz y Randall, M. Tohaira Cortés o A. Yábar Sterling, entre otros.[2]
Sin embargo, el paradigma del cambio climático se ha tenido como admitido y ‘probado’ desde mediados de los años noventa por gran parte de los medios de comunicación, máxime durante la fuerte campaña promocional / propagandística de Al Gore y su docudrama premiado durante 2007. No reconocer los niveles de incertidumbre en los modelos que juegan un papel en el cambio climático lleva a resultados erróneos, a posturas catastrofistas por un lado y, por el otro, a prospecciones demasiado optimistas tanto en la protección de la salud como en el mantenimiento y desarrollo de la riqueza, que no puede ser igual en los países ricos que en los pobres. La inserción del miedo a una catástrofe de grandes dimensiones en el subconsciente colectivo ha generado nuevos intereses políticos, nuevos modelos de propaganda que se han valido de los medios de comunicación, sobre todo el cine, para perpetuar ese temor y validar tesis no demostradas fehacientemente.
A la hora de emitir informaciones, los medios de comunicación social, fundamentalmente la televisión, han manejado esta incertidumbre aún con menos tacto, utilizando para sus informaciones y reportajes muy habitualmente la semántica simbólica que tiene como ejes el terror, la catástrofe y la antiutopía, con postulados basados en posturas simplistas y en asociaciones dicotómicas. En torno al miedo del espectador / consumidor gravita toda la promoción industrial y publicitaria asociada a la conservación del clima y es el eje sobre el que se mueven todos los argumentos de las producciones cinematográficas y novelísticas que usan este fenómeno a escala planetaria como escenario de sus ficciones.[3]
En este libro de Alfonso López se aportan unos datos extraídos de mesas del IPCC que no se contrastan con los réprobos. Se acude a ciertas bibliografías pero no a las que se enfrentan a ellas (u otros documentos: aquí se recomienda el docudrama An Inconvenient Truth de 2006 pero no el documental –también disfrazado- The Great Global Warming Swindle de 2007, que demostraba lo contrario que la oscarizada cinta de Davis Guggenheim). Y publica algunas páginas en las que se arrojan previsiones verdaderamente alarmantes, es verdad que con cierta jocosidad, pero sin establecer demasiados condicionales en su exposición. Sirva de ejemplo la página 46, donde se advierte sobre “Lo peor” que nos podría suceder a final de siglo XXI, con cifras francamente desoladoras, y cito: «caída de la producción agraria del 50% (…) Los peces no sabrán dónde meterse (…) el nivel del mar podría subir 7 metros (…) La Amazonia prácticamente desaparecerá (…) Riesgo de colapso de la Corriente del Golfo (…) …una bonita glaciación»
Y no se detiene ahí en su exposición, porque se apoya en los futuribles esgrimidos para plantear cuestiones que rozan la tendenciosidad al apurar al máximo el sarcasmo: “¿Qué pasará con la democracia?”. Todo ello apoyado con imágenes que resultan enmiendas a la totalidad, puesto que pretenden lograr el humor elevando el tema tratado a la enésima potencia: africanos desnutridos, hongos nucleares, demonios sobre cacerolas hirvientes, muertos en cementerios, la muerte con su guadaña, incendios forestales… todas imágenes recurrentes para representar los peligros que nos acechan.
En el apartado de las soluciones o las propuestas para mejorar en este panorama tan crudo también hay apartados que, de puro sintéticos, no resultan muy clarificantes, como es el caso de la eficiencia energética: ¿de dónde salen esos porcentajes? Cambio climático y sostenibilidad es por ello un libro discutible y nada inmune a la corrección, pero también constituye una sólida apuesta por la labor de sensibilización de un público que ya se ha aclimatado (qué paradójico adjetivo) a la alarma promulgada por algunos científicos, gobiernos, asociaciones y organizaciones no gubernamentales.
Una danza de trazos y colores aclimatados.
Lo mejor del libro es, inevitablemente, la parte plástica. Alfons ha construido una obra donde se habla de la naturaleza y la biosfera desde la perspectiva de un urbanita. El relato de los males que corroen nuestro mundo son reconstruidos / advertidos desde la oficina de un investigador privado caricaturesco que vive en una Barcelona diluida. Un punto de partida absurdo (un esquimal y un pingüino parlanchín desean saber por qué se funde su hogar) implica una búsqueda de información y de (im)posibles soluciones que está trufada de escenas sueltas, estampas irónicas, viñetas satíricas y un glosario final hilado también con el sarcasmo.
López dibuja una ciudad sobre fondo gris, unos agentes contaminantes oscuros o marrones, y sólo se permite recurrir a la paleta de verdes, amarillos y azules cuando se plantea una evocación del pasado o una alusión idílica. El color, en su baile con el trazo, acaba generando una coreografía gráfica de hermosa gracilidad; una que sólo se logra con la experiencia. El aleteo de los contornos, la pulcritud con los tonos, la desubicación de las manchas de color generan, por añadidura, un resultado extrañamente contundente, de marcada personalidad; y eso sólo se obtiene con un artístico sentido del riesgo. Por todo esto, y por los productos de gran calidad que Alfons ha ido generando a lo largo de su carrera, tenemos a este autor por uno de los más excelentes del panorama español (y, no obstante, qué poco se habla de él o qué poco se le premia…).
Hay páginas de este libro que parecen estructuras compositivas elementales pero que resultan reveladoras por su elegante síntesis. Como todos sabemos, el humorismo gráfico es un prontuario de síntesis y muchas veces echa mano de recursos básicos, acaso alguno frívolo (alguna viñeta hay de este tipo) que se alternan con otras obras geniales. Véase la página 24: «Te ganarás el coco con el sudor de tu frente, que con la solanera que cae…”, “Vale, pero cuando regrese os talaré el bosque”, “¡Homínido!”, “¡Chimpancé!”». O véase la frase de la página 79: «¿Pensar? ¿En qué anuncio sale?”, que es de las de enmarcar.
Hay un momento en su discurso, que López, sindicalista y militante de izquierdas de toda la vida, apunta una reflexión importante: describe y dibuja a un conservador neoliberal y a un socialdemócrata con idénticos rasgos e intencionalidad. Ambos han acabado creyendo al Mercado Salvaje. Siendo devotos, más bien. Hubo un tiempo en que la religión se basaba en la fe. Desde la ilustración y hasta finales del siglo XX fue sustituida por la tecnología. Hoy el mercado ha ocupado su lugar… No es éste un planteamiento soltado al albur. Lo que Alfons dice en este libro es algo más que una llamada de socorro sobre el daño que estamos haciendo a nuestro mundo. El autor reflexiona sobre el gran cambio social que se ha operado en el mundo en función de un sistema económico esquilmatador y sobre el traslado de conciencia que sufrimos nosotros. Se habla en estos días, en el ecuador de la crisis de 2008, del “socialismo para ricos” como única medida posible para salvar unas entidades financieras en quiebra; una medida adoptada tras cosechar los frutos de una economía basada precisamente en lo contrario, en el llamado “capitalismo para pobres”, que intentó sustituir dinero con promesas y suplantar optimismo con inflación.
Este libro no sólo trata de climas amenazadores y propuestas paliativas del caos para un mundo que se degrada. También habla de un nosotros transformado. Dibuja con acierto una sociedad civil de ideología fracasada y de conciencia anulada a la que pocas soluciones se le ofrecen: la autarquía, el autoreproche, la huída hacia delante. O las dos grandes utopías que empiezan con ‘s’: sensibilización y sostenibilidad.
Ingenuidad conjugada con inteligente ironía sarcástica, y servida con los mejores trazos y pinceladas de nuestra historieta.
Acaso así, a lo mejor, se sensibiliza alguien.
Manuel Barrero
Tebeosfera recibió servicio de prensa de Panini Comics
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[1] Es un documento aceptado como válido el siguiente: IPCC (2007): Cambio climático 2007: La base física de las ciencias, consultable en línea en: http://www.mct.gov.br/upd_blob/0012/12595.pdf
[2] BENITO, A. et alii (2004), “Percepción pública de las variaciones climáticas recientes”, en XXVIII Jornadas Científicas : la meteorología y el clima atlánticos, Universidad de Extremadura, Badajoz. Disponible en Internet en: http://www.ame-web.org/JORNADAS/benito.pdf; BONELL COLMENERO, R. (2007), “El protocolo de Kioto y la tributación ambiental”, en Anuario Jurídico y Económico Escurialense, XL; NIETO SAINZ, J. (2005), “Cambio climático y protocolo de Kyoto: efectos sobre el empleo, la salud y el medio ambiente”, en ICE, 822 (monográfico Protocolo de Kioto); PADILLA ROSA, E. (2002): “Revisión crítica de las limitaciones y sesgos del análisis económico convencional de las políticas de cambio climático. Hacia un análisis coherente con el desarrollo sostenible”,en Working papers, Universitat Autònoma de Barcelona. Departament d'Economia Aplicada, 6; SCHWARTZ, P. Y RANDALL, D. (2003): “An Abrupt Climate Change Scenario and its Implications for United Status Nacional Security: Imagining the Unthinkable”, en www.ems.org/climate/pentagon_climate_change.pdf; TAPIA, F. y TOHARIA, M. (1995): Medio ambiente ¿alerta verde?, Acento Editorial, Madrid; THIELEN, D.R. y LAIRET CENTENO, R. (2007): “Gradual vs. Abrupto: Necesidad de definir mejor el paradigma del cambio climático y los de los procesos naturales y sociales”, en Interciencia, vol, 32, 3; VIÑAS, J.M. (2005): ¿Estamos cambiando el clima?, Equipo Sirius: Millenium, Madrid; YÁBAR STERLING, A. (2004), “La extraterritorialidad en el control de emisiones de CO2, y el Plan Nacional de asignaciones de España (2005-2007)”, en Observatorio Medioambiental, 7.
[3] Pueden consultarse, a este respecto, algunos documentos relevantes: AYESTARÁN ÚRIZ, I. (2004): “De la historia y la sociología ambientales a la ecología política”, en Norba. Revista de Historia, vol. 17; BENITO, A. et alii (2004), “Percepción pública de las variaciones climáticas recientes”, en XXVIII Jornadas Científicas : la meteorología y el clima atlánticos, Universidad de Extremadura, Badajoz. Disponible en Internet en: http://www.ame-web.org/JORNADAS/benito.pdf; BERK, R. (1994), “Public Perceptions of Global Warming”, en Elements of Change, AGCI Science Program. Disponible en www.gcrio.org/ASPEN/science/eoc94/EOC2/EOC2-2.html; GIL CALVO, E. (2003):. El miedo es el mensaje. Riesgo, incertidumbre y medios de comunicación. Madrid, Alianza; LOZANO ASENCIO, C. (2003): comunicación social y catástrofe del Prestige. Reflexiones en torno a la imagen de un petrolero partido en dos, actas del V Congreso Nacional de Periodismo Ambiental, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid; PARRATT, S.F. (2006): Medios de comunicación y medio ambiente, Fragua: Comunicación, 33, Madrid; RUANO GÓMEZ, J. (2004): El Efecto Prestige: La producción mediática de una realidad interesada, en VARA MIGUEL, A. (2006): XIX Congreso Internacional de Comunicación, Facultad de Comunicación, Universidad de Navarra; THIELEN, D.R. y LAIRET CENTENO, R. (2007): “Gradual vs. Abrupto: Necesidad de definir mejor el paradigma del cambio climático y los de los procesos naturales y sociales”, en Interciencia, vol, 32, 3; VIÑAS, J.M. (2005): ¿Estamos cambiando el clima?, Equipo Sirius: Millenium, Madrid
