CLAROSCUROS EN EL SISTEMA SANITARIO JAPONÉS: SAY HELLO TO BLACK JACK
MIRIAM RIVERA

Title:
Claroscuros in the Japanese healthcare system: Say Hello to Black Jack
Resumen / Abstract:
Say Hello to Black Jack, de Syuho Sato, es un manga de crítica social hacia el sistema sanitario japonés. En esta reseña se señalan algunos de los conflictos éticos tratados desde el punto de vista de médicos, pacientes y medios de comunicación, como el elitismo, las condiciones laborales del personal sanitario, el enfrentamiento a la enfermedad y la muerte, y la relación médico-paciente-sociedad, así como el estilo artístico con el que el autor los acentúa. / Say Hello to Black Jack, by Syuho Sato, is a social criticism manga about the Japanese health system. In this review, some ethical conflicts are treated from doctors, patients and media perspective, like the health personnel working conditions, the fight against illness and death, and doctors-patient-society relationship, which are highlighted by the author’s artistic style.
Palabras clave / Keywords:
Medicina, Estudios sobre manga/ Medicine, Texts about manga
  • Fragmento del capítulo 20 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2002)
  • Fragmento del capítulo 2 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2002)
  • Fragmento del capítulo 6 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2002)
  • Fragmento del capítulo 6 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2002)
  • Fragmento del capítulo 41 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2003)
  • Fragmento del capítulo 110 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2005)
  • Fragmento del capítulo 61 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2003)
  • Fragmento del capítulo 10 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2002)
  • Fragmento del capítulo 125 de Say Hello to Black Jack (Sato, 2005)

CLAROSCUROS EN EL SISTEMA SANITARIO JAPONÉS:
SAY HELLO TO BLACK JACK

 

Syuho Sato, autor y dibujante de Say Hello to Black Jack, es bien conocido en Japón por la crudeza y la crítica social que vierte sobre sus obras. Ejemplos de ello son los seinen[1] Tokkou no Shima y Bokuman.

La primera obra, que cuenta con ocho tomos publicados en Japón entre 2011 y 2015, es un manga histórico centrado en los kaiten, torpedos tripulados por soldados suicidas del Ejército Imperial Japonés y la Marina especialmente entrenados en una base secreta durante 1944 y 1945, en pleno enfrentamiento entre Estados Unidos y el país nipón durante la Segunda Guerra Mundial.

La segunda, publicada en 2011 en Japón y en la que Syuho Sato solo participó en los dos primeros capítulos como guionista, destaca las duras condiciones laborales de los mangakas. El autor decidió crear Bokuman en respuesta a Bakuman, obra sobre el mismo tema que, según Sato, no era lo suficientemente crítica con la industria del manga. De hecho, su descontento con el sector le llevó a crear una plataforma donde vender sus obras en formato digital (Chibisake, 2009) y a liberar los derechos sobre la obra que nos ocupa (Camós, 2012).

Los 127 capítulos de Say Hello to Black Jack se publicaron en Japón bimestralmente en la revista Weekly Morning de Kodansha entre 2002 y 2006 en Japón, donde ganó uno de los Excellence Awards en la sexta edición del Japan Media Arts Festival.

Say Hello to Black Jack nos pone en la piel de Eijirô Saitô, un médico recién licenciado por la prestigiosa Universidad Eiroku al que le quedan por delante dos años de prácticas. Durante ese tiempo, Saitô recorre las salas de la Unidad de Urgencias del Hospital Universitario Eiroku, el Servicio de Cirugía, el Servicio del Sistema Circulatorio, la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, el Servicio de Pediatría, la Unidad de Oncología y la Unidad de Psiquiatría.

En cada una de ellas, Syuho Sato nos hace reflexionar sobre la gran cantidad de conflictos éticos y morales que nos encontramos en el sistema sanitario japonés a través de la juventud, la falta de experiencia y la excelsa moralidad de Saitô. Por mucho que vivamos al otro lado del planeta, esto no quiere decir que no vayamos a sentirnos identificados con las situaciones que se nos planteen. Nos enfrentaremos continuamente a las barreras de la capacidad de gestión y de acción, la burocracia, la jerarquía, la imagen pública de la institución sanitaria, de los médicos y de los enfermos. Y chocaremos contra todo ello una y otra vez.

La pregunta “¿Qué significa ser médico?” es una constante que durante toda la serie guía las decisiones y acciones del protagonista. ¿Significa salvar vidas y cobrar por ello? ¿Tener la suficiente pericia para identificar una enfermedad? ¿Disponer de los recursos necesarios para realizar todas las pruebas de diagnóstico y tratamiento? ¿Perpetuar el buen nombre del hospital? ¿Atender a todos los pacientes que se nos presenten? ¿Curar heridas y enfermedades? ¿Quizá usando la mínima cantidad de fármacos? ¿Simplemente acompañar al paciente en su lucha contra la enfermedad? ¿Darles confianza? ¿Incluso si hay que mentir? ¿Enfrentarse a la muerte?

«Cada año se licencian unas 8.000 personas en las 81 facultades de medicina que hay en todo Japón. […] ¡Entre todos ellos, vosotros 80 sois la única élite!» «Solo he dormido tres horas» «Entonces te gano. ¡¡Yo solo he dormido dos!!» «Mi jornada laboral diaria media es de 16 horas. Y el sueldo… ¡De 38.000 ridículos yenes[2]!» Con las primeras páginas del primer tomo, Syuho Sato nos lo deja claro: hablamos de un sector elitista en el que queda patente el contraste entre la percepción pública de un médico y la realidad de sus condiciones laborales. Al menos, al inicio de su carrera profesional.

En este contexto, Saitô se encuentra con prestigiosos doctores que reciben grandes cantidades de dinero por realizar tan solo el primer corte de una operación, unos pocos que desprecian a las unidades vecinas o a los que no forman parte de su hospital, profesionales que apenas visitan a pacientes pero que se dedican a la investigación, algunos que ya se han rendido a la realidad del sistema para el que trabajan y finalmente otros que, como Saitô, ni siquiera llegaron ahí por vocación.

Es cierto que Sato nos muestra la cara más elitista de los médicos, pero también la más humana. No todos han deseado ser médicos desde su más tierna infancia ni son inmunes al sufrimiento de sus pacientes aunque así deban aparentarlo. Cada uno tiene sus propios motivos para actuar como lo hace y, de hecho, muchos de ellos contarán con su propia trama.

En el caso de Saitô, y de acuerdo con la costumbre del autor de exacerbar la crítica, su sentido de la moral, la empatía y la relación que decide crear con sus pacientes acaba por colocar a su trabajo, su familia, su pareja y su estabilidad emocional en la cuerda floja. No obstante, en ocasiones, incluso él decide sucumbir a la realidad y dejarse llevar, aunque en el fondo no esté de acuerdo.

La relación entre médicos y pacientes es también el pan de cada día en el hospital. De nuevo, nos encontraremos con diferentes opiniones y actitudes entre los profesionales sanitarios, incluido Saitô, pero también viviremos la confusión, la impotencia y la desesperación que experimentan los pacientes en todas las sagas, reforzadas por las metáforas visuales de las que el dibujante hace gala.

Para algunos doctores, solo se debería informar a los pacientes de su enfermedad, de un pronóstico desolador o de la existencia de fármacos no homologados, entre otros asuntos delicados, si eso puede suponer un cambio. Esta temática se hace patente durante la estancia de Saitô en la Unidad de Oncología, en mi opinión, la más dura de la serie y en la que más resalta el tan comentado tema de la vida y la muerte. Para otros médicos, mentir a los pacientes, si eso perpetúa la buena imagen del hospital y la confianza en los médicos, es correcto, incluso aunque estos no merezcan, en ocasiones, dicha confianza.

La percepción pública de la institución no es lo único que puede quedar en entredicho, sino también la de determinadas enfermedades. Los medios de comunicación cuentan con un gran poder sobre la sociedad que no siempre usan adecuadamente. Es el caso de la discriminación contra los enfermos mentales que, en esta serie, llega a afectar a los propios pacientes y a su capacidad de reintegrarse en la sociedad. No obstante, y en la línea de la obra, el autor también nos hará reflexionar sobre qué consideramos discriminación, tema que también se trata en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, hablando de la reproducción asistida y el Síndrome de Down.

El papel de los medios resulta tan importante que, del capítulo 101 al 103, nos alejaremos del hospital para calzar los zapatos de un periodista que trata de anteponer el compromiso social para con los pacientes psiquiátricos sobre las posibles ventas del periódico. De nuevo, el autor introduce a un personaje idealista para acentuar su crítica.

El estilo artístico se mantiene constante a lo largo de los cuatro años en los que Sato dibujó y publicó la obra, aunque el primer tomo arrastra el estilo de su trabajo anterior, Umizaru. Así pues, nos encontramos, por ejemplo, rostros más estilizados que, poco a poco y de forma muy sutil, adquieren un grado más realista. Sin embargo, y fiel a su estilo, percibimos una gran fuerza y contraste en los claroscuros y en las páginas a color, donde los tonos calientes y fríos acentúan el enfrentamiento entre las distintas posturas de los personajes y sus emociones. Las líneas cinéticas intensifican la presión de las situaciones más incómodas y la impotencia de médicos y pacientes; las siluetas difusas, el desconcierto, la ajenidad y la amenaza; y las líneas blancas, la intensidad de las emociones o el caos. En oposición, nos encontramos páginas completas de grises suaves, difuminados, y fondos blancos que inundan momentos de calma y esperanza.

En España, Say Hello to Black Jack llegó por primera vez de la mano de la extinta Glénat, que publicó los 12 primeros tomos entre 1998 y 1999, viéndose obligada a cancelar la serie por falta de ventas. Sin embargo, en 2006 la editorial volvió a intentarlo, esta vez publicando la serie íntegra.

Realmente, Say Hello to Black Jack nunca gozó de buena acogida en nuestro país, quizás debido a que los lectores de manga suelen ser adolescentes y jóvenes adultos que consumen mayoritariamente shōnen[3]. Tal es así que cada tomo de la serie llegó a venderse por 3,50 euros cuando una publicación de las mismas características se vende a, como mínimo, 8 Euros. Aún así, la editorial DKO volvió a publicarla junto a su secuela, New Say Hello to Black Jack (Chibisake, 2014).

A pesar de su tortuoso paso por España, Say Hello to Black Jack es una obra que no deja indiferente, independientemente de si eres un profesional sanitario, un estudiante de ciencias de la salud o alguien ajeno al sector. Es cierto que Syuho Sato suele exacerbar el drama en determinadas situaciones (De Sosa, 2012), y lo consigue con una buena narrativa y su personal estilo artístico, pero en ningún momento podremos reprocharle que estas carezcan de una correcta documentación y supervisión (Camós, 2012).

¿Qué significa ser médico? Say Hello to Black Jack no dará una única respuesta, pero nos empujará a reflexionar sobre ello casi sin darnos cuenta gracias a la potente historia de cada uno de los personajes a los que acompañaremos, su experiencia, los obstáculos a los que se han enfrentado, las conclusiones a las que han llegado y los principios que han elegido seguir.

 

Bibliografía

1. CHIBISAKE (2009): “Especial Syuho Sato – Primera Parte – La cruda realidad a la que debe enfrentarse un mangaka”, disponible en línea el 20-X-2018 en: http://ramenparados.com/syuho-sato-denuncia-los-problemas-los/

2. CAMÓS, J. (2012): “Say Hello to Black Jack, un manga usado para denunciar atropellos de editoriales, será libre de derechos”, disponible en línea el 28-X-2018 en: https://www.genbeta.com/activismo-online/say-hello-to-black-jack-un-manga-usado-para-denunciar-atropellos-de-editoriales-sera-libre-de-derechos

3. “Japan Media Arts Festival Archive”, disponible en línea el 28-X-2018 en: http://archive.j-mediaarts.jp/en/festival/2002/manga/works/06m_Say_hello_to_BLACKJACK/

4. CHIBISAKE (2014): “Shuho Sato y Say Hello to Black Jack vuelven a España”, disponible en línea el 28-X-2018 en: http://www.deculture.es/2014/11/say-hello-to-black-jack-shuho-sato-dko/

5. DE SOSA, A. (2012): “Say Hello to Black Jack”, disponible en línea el 28-X-2018 en: https://www.zonanegativa.com/say-hello-to-black-jack/

Anexo

https://www.tebeosfera.com/publicaciones/black_jack_say_hello_to_2003_glenat.html

 

NOTAS


[1] “Seinen”: Manga dirigido especialmente a hombres adultos.

[2] Unos 340 euros, según el tomo 1, publicado en 2003.

[3] “Shōnen”: Manga dirigido especialmente a hombres jóvenes.

TEBEOAFINES
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Creación de la ficha (2018): Félix López · Imágenes obtenidas de un ejemplar original. © 2004 Ediciones Glénat España, S.L.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Miriam Rivera (2018): "Claroscuros en el sistema sanitario japonés: Say Hello to Black Jack", en Tebeosfera, tercera época, 9 (18-XII-2018). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 23/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/claroscuros_en_el_sistema_sanitario_japones_say_hello_to_black_jack.html