CLÁSICOS DC. JLA/JLE
ANTONIO SANTOS

Resumen / Abstract:
"Víctirmas" del tejemaneje del multimillonario MAXWELL LORD, éste reconstruye, con lo más granado de DC COMICS, el más poderoso grupo de superhéroes jamás habido contra las supraamenazas que puedan aquejar al abrumado planeta. Todo narrado con un "desenfadado" estilo "satírico".
CLÁSICOS DC-1; JLA/JLE-1. Incomprensiblemente: glorioso esperpento 

“¿ALGÚN PROBLEMA?” ¡CLARO QUE SÍ!.-

            Es paradójico que lo auténticamente llamativo de este recopilatorio sea el prólogo de ABRAHAM GARCÍA, al cual aseguramos que ni atacamos su labor ni perseguimos inquina o enemistad con él efectuando esta reseña, pues este Scritpor confiesa la valiosa ayuda que sus conocimientos le han proporcionado para la redacción de sus voces del desierto. Aquí, García ejerce, más que de cicerón, de publicista obligado (comprensiblemente) a vender un producto al cual le ha dedicado un generoso dispendio de elogios, dignos de un bardo medieval declamando sobre los MITOS ARTÚRICOS ante una arrobada concurrencia. (Algo hay de artúrico en este tebeo: es un galante grupo de caballeros en torno a una mesa redonda capitaneada por un siniestro ARTURO PENDRAGÓN, léase BATMAN).
            El tomo cuenta con una cacareada (es la forma justa de definirlo) mítica incrementada conforme marchitaban las décadas. Nunca le han faltado elogios y apologistas que lo han tomado como un espejo de nobles y reyes. Bueno, tomaduras de pelo semejantes hemos padecido a lo largo de la Historia, y las que aún deben venir. Técnicamente hablando, este JLA/JLE es como el HOMBRE DE PILTDOWN de los cómics. Ejemplos acumula, y hemos tratado de enumerarlos, sino todos, sí los que más argumentan nuestra apreciación.
            “¿Algún problema?”, pregunta el inefable GUY GARDNER desde la portada (pésima labor de entintado de TERRY AUSTIN, mas bizarra fachada, cierto es, que concita poderosas expectativas, fatalmente defraudadas en su contenido), con ese corte de pelo al tazón, a lo EDMUN BLACKADDER de la primera saga.
Pues sí, lo hay: ¡vaya estafa de tebeo! ¡Quiero que me devuelvan mi dinero!
 
ABRAHAM DIXIT: LOS CHISTES OBSCENOS (Y OTRAS GRACIETAS).-
 
            ¿Chistes obscenos? ¿Dónde? ¿Los hay? ¿Quién los dice; cuándo? ¿Qué es obsceno para García? Su prólogo, lleno como siempre de útiles datos al respecto, reitera en la enorme (e injustificada) calidad irónica, sarcástica y humorística de estas historias (según él, una especie de MONTY PHYTON FLYING CIRCUS o un SUPERHUMOR de MORTADELO Y FILEMÓN), las cuales pueden desencajar las quijadas del lector de tanta risotada, y deshidratarlo de los lagrimones (no las lágrimas) que verterá por culpa de las carcajadas, provocadas una viñeta tras otra, un texto detrás de otro, una página y la siguiente.
            Barrena incansable en el fatigante desparpajo de Gardner y su profunda socarronería, elevándolo al cuadrado del ingenio y la ironía. Es una fábrica de chistes descontrolada, nos asegura con la mano sobre el corazón. Veamos un ejemplo de tan exaltados chistes:
 
-Hey, nena. Estamos en los ochenta. Alan Alda se acabó… ¡Ahora tenemos a Sylvester Stallone!
           
Comprenderemos que el lector siga riéndose y no pueda seguir leyendo.
¿Dónde está la gracia del chiste, Abraham? Por ejemplo: ¿tú sabes quién es ALAN ALDA? (Seguro que sí.) ¿Cuántos más lo saben y que puedan relacionarlo con el sentido que tiene la frase? Además, Alda es un actor más bien dramático que de acción, lo que caracteriza a STALLONE. ¿Es buena la comparación? Hemos tomado este chiste como el epítome, el ejemplo cumbre, el singular. ¿Puede imaginarse el lector los restantes? Hasta los chistes “machistas” que rebotan en CANARIO NEGRO (ya le vale) carecen de enjundia.
Luego ensalza, largo y tendido, al equipo detrás de la resurrección del vistoso grupo de superpoderosos dotados de unos egos insignificantes, carentes de amor propio, ambición o una pizca de sana envidia, que no forcejean entre sí por destacar (excepto Gardner. ¡Qué exceso de complejos y necedades narcisistas, obsesionado en sobrecompensar sus carencias!). Habla meritoriamente del agudo talento de GIFFEN (en LOBO, al menos las dos primeras sagas, sí justificaba su fama) y de DEMATEIS (más bien limitado) y encumbra, con desmesura poco objetiva, el gran trabajo de MAGUIRE, un novato entonces, al cual se le dio una oportunidad de oro para promocionar.
Algo que hábilmente oculta García es la noción de que DC procedió así porque esta serie hiede (hedía) a cadáver y le procuraron un reposo digno antes de la cancelación. Al saberla condenada, podían darle manga ancha a los autores. (Hay ejemplos de series desahuciadas que comparten este criterio. FRANK MILLER, por citar uno, in extremis rescató DAREDEVIL, e hizo lo que quiso porque la serie tenía los días contados. Este es el caso que nos ocupa: su trabajo supuso un revulsivo reconstituyente.) No le encargaron el dibujo a un primer espada (ejemplo: GEORGE PEREZ, emporcado con los NUEVOS TITANES) porque Maguire les salía barato, era novato, y no se esperaba gran cosa de él, ni tampoco de los guiones. (Entendemos, empero, el esfuerzo de García por vender el bodrio como sea.)
Otro de los ejemplos de esa mala genialidad que se esmera en admirar es Batman: semeja un guiñol almidonado con las quijadas fosilizadas, que no puede decir dos palabras seguidas (esa sarta de bocadillos de texto conteniendo monosílabos es estresante). Y ese efecto de parálisis aqueja a todos los personajes, robándoles vida y movilidad.
Otra de las grandezas emboscadas en estas viñetas: el cameo de JACK LORD, el combativo detective STEVE MCGARRETT de HAWAII 5-0 como MAXWELL LORD, el millonario que reúne a los héroes (Maguire copia sus rasgos por completo). ¿Cuántos lectores cree García que apreciarán el detalle? Más aún: que lo encuentren divertido. Que sepan quién es Jack Lord. Que hayan visto Hawaii 5-0.
Además, toda la trama es absurda y grotesca, más allá incluso de la declarada intención de ejecutarla así, o incluso de lo que viene siendo el tebeo de superhéroes, un despropósito que funciona por su lógica interna y el cómplice perdón del lector. Que esta saga obtuvo un considerable éxito y reconocimiento, etc., es indiscutible, pues la evidencia está ahí. Pero ¡no hay nada en sus páginas que lo justifique! Es un éxito ilógico, un capricho popular extemporáneo.
 
PESE A TODO, NO ES UNA CANCIÓN DEL VERANO.-
 
            Este volumen contiene los siete primeros números que engloban la conspiración de Lord para crear un gran grupo internacional de superhéroes, el argumento central, y el cual es en sí, y no es, interesante. Lo es porque nos muestra a un empresario con visión que invierte y luego lidera un Supergrupo (convirtiéndolo en un negocio, un activo más, unos mercenarios etiquetados de ONG). No lo es porque TONY STARK hace lo mismo con LOS VENGADORES.
            Entremezclada está la larga y tediosa saga del HOMBRE GRIS y sus clones y el diminuto secuestro de una población que parece de una película de JOE DANTE pagada por $TEVEN $PIELBERG, donde lo más importante a destacar es la reiteración de la marquesina del cine donde estrenan ALTA TENSIÓN. Cuando esta abrumadora amenaza (que el DR. FATE resuelve casi como chasqueando los dedos, cosa que pudo hacer en la primera página) es solventada, y del modo como se hace, la sensación de tomadura de pelo se constata. (Vamos a obviar al pesado periodista que denosta al supergrupo, por ser un eco de BATMAN: DARK KNIGTH.)
            Como pese a todo los autores convocados no carecen totalmente de talento (sería injusto no admitirlo), montan esa trama de ecoterroristas de otra dimensión y sus esfuerzos antinucleares, reflejo de una época de miedo a la guerra nuclear (patente hoy de nuevo) y a CHERNOBIL. Pero como es un argumento viejo, manido (ULTIMÁTUM A LA TIERRA), pues como que su grandeza y originalidad queda atemperada. De todos modos, siempre es un argumento resultón y popular. (Y hace constancia, de paso, de la preponderancia de la magia en las tramas de DC.)
            También hay que admitir la agudeza de algunos diálogos (u observaciones íntimas) en los cuales los personajes demuestran una considerable consciencia sobre su identidad y su aspecto, dándose cuenta de que sus rutinas obedecen más a clichés impostados que a un desarrollo genuino del carácter (BOOSTER GOLD, páginas 77 a 80), y que son más prisioneros de esos estereotipos que dueños de ellos. En esto, los guionistas se han demostrado sumamente capaces e incisivos: lástima que sean contadas las ocasiones en que tanto talento aparezca.
García ha sobrevolado este detalle, mencionándolo de pasada, obnubilado por las morisquetas que Maguire pinta a sus personajes, su único valor, ya que lo que es el movimiento de la figura y su dinamismo es inexistente. Y no digamos ya las secuencias de acción. Si Batman hubiera tenido un mando a distancia para apagar a los malos, make my day! (Y quien dice Batman menciona al DETECTIVE MARCIANO o a SHAZAM, cuyo tratamiento, de un personaje ingenuo pero simpático, llega a ser estomagante. Nadie es tan tonto, afirmaría el cítrico HOUSE). También le tiene ofuscado el carácter de Gardner (por ende, el gran reclamo cada vez que se alude a esta saga), un ejercicio tibetano de paciencia.
 
RECAPITULANDO.-
 
            Honestamente, no podemos recomendar este tebeo. Parafraseando el título del prólogo de García: coge el dinero y cómprate otra cosa que no sea este cómic estéril, interminable, tedioso, trasnochado, necio, de reputación sobreestimada y que ha envejecido mal. Es como una SITCOM de las malas, con un exceso de risas enlatadas, obtenidas a punta de pistola.
            Destacamos el cameo de SUPERMAN porque desarrolla la faceta de esclavo devoto de la bandera y la patria y el arrugado RONALD REAGAN a la sombra de RAMBO, así como que es una patente muestra más de la impericia de Maguire al dibujo. Sin duda, esta lectura apasiona a Abraham García, cosa que no discutimos, pero nosotros no encontramos motivos para justificar tanta alharaca a un producto tan mediocre, compendio de inmerecidas reseñas encomiásticas, las que nos impulsaron a cometer el error de su adquisición. 
Reseña por Antonio Santos

De su serie GRAMÁTICA PARDA, entrega 9
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Datos de la publicación:

TÍTULO: CLÁSICOS DC-1; JLA/JLE
FORMATO: TOMO DE 178 PÁGINAS. COLOR
GUIÓN: KEITH GIFFEN Y J.M. DEMATEIS
DIBUJO: KEVIN MAGUIRE
TINTA: AL GORDON
EDITA (USA): DC COMICS, año 1987
EDITA (ESPAÑA): PLANETA DEAGOSTINI, año 2005.
TRADUCE: GERMÁN MUÑOZ
ROTULA: MARINA ARIZA y NORMA CUADRAT
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA: ABRAHAM GARCÍA
DISEÑO Y REALIZACIÓN: FORJA DIGITAL
IMPORTE: 8´95 EUROS
TEBEOAFINES
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Creación de la ficha (2008): A. Santos, con edición de M. Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
ANTONIO SANTOS (2008): "Clásicos DC. JLA/JLE", en Tebeosfera, segunda época , 1 (20-X-2008). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 22/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/clasicos_dc._jla_jle.html