CÓMIC HISPANO DEL SIGLO XXI
A algunos de los que formamos parte de la generación X nos parece sorprendente que ya hayamos consumido, a estas alturas del 2025, más de una cuarta parte del siglo XXI. Parece que fue ayer cuando nos íbamos acercando lenta pero inexorablemente, año tras año, a un nuevo milenio (el mítico número 2000), cargado de incertidumbres y esperanzas aún por concretarse.
El futuro ya está aquí. Y tenemos la perspectiva para valorar si algunas de las cábalas y proyecciones con las que soñábamos entonces se han hecho realidad. En relación al campo que nos ocupa, podemos afirmar que el siglo XXI sí ha sido el de la consagración definitiva del cómic y la novela gráfica como un medio de expresión artística, siendo respetado ya en círculos intelectuales y gozando ahora de una amplia difusión comercial.
Parte de la legitimación cultural que ha logrado el cómic se debe también a la producción durante las últimas décadas de un corpus de literatura crítica en torno al mismo, que ha ayudado a explicarlo y a justificar su valía incluso ante los académicos más reticentes.
En este marco se encuadra el título sobre el que escribimos estas líneas, Renovación del cómic en español, un volumen que presenta una colección de artículos inéditos sobre la historieta escrita en castellano a ambos lados del Atlántico. Redactado en la estela y tradición de (no tantos) tomos publicados, como El cómic hispánico (2003), de Ana Merino, este libro persigue no solo aportar reflexión y bien articulados estudios sobre el cómic español y latinoamericano, sino añadir capas de respetabilidad y, en la medida de lo posible, consolidar un campo de estudio acotado, como es el del tebeo y la novela gráfica en lengua castellana. En este sentido, sus esfuerzos y objetivos se pueden comparar con el de las publicaciones que han ayudado a validar el estudio del cómic como acreditable disciplina científica en otros ámbitos geográficos-lingüísticos: como los textos, por ejemplo, de Will Eisner, Scott McCloud o Hillary Chute en Estados Unidos, o los de Thierry Groensteen o Benoît Peeters, en la esfera francófona.
Renovación del cómic en español es resultado de la colaboración del proyecto europeo Investigation on Cómics and Graphic Novels in the Iberian Cultural Areas (iCOn-MICs), dirigido por Viviane Alary (Université Clermont Auvergne) y Jesús Jiménez Varea (Universidad de Sevilla), con el grupo Unicómic, liderado por los profesores José Rovira-Collado y Eduard Baile López (Facultat d’Educació de la Universitat d’Alacant). El hecho de que este trabajo haya sido respaldado, respectivamente, por el programa de estudios sobre cómic hispano más importante en la actualidad a nivel internacional, junto con uno de los grupos de investigación sobre historieta más reconocidos en España, hacía sospechar de su solvencia desde un principio. Aún más si el proyecto lograba incorporar, como así fue, a su catálogo de colaboradores a autores de crítica de cómic tan destacados en nuestro país como Antonio Altarriba o Álvaro Pons. Las expectativas generadas se vieron felizmente materializadas en un conjunto de interesantes artículos que nos sirven de radiografía de algunas de las tendencias más relevantes que han caracterizado al cómic hispano en algo más de las dos décadas que han transcurrido del presente siglo XXI.
Pasemos, pues, a analizar la estructura del volumen publicado. Renovación del cómic en español se divide en dos bloques. El primero, bajo el título de “Cómic social y político”, analiza uno de los rasgos actuales más sobresalientes de la narrativa gráfica en España y Latinoamérica: su conciencia social y actitud comprometida. En el segundo, “Los nuevos territorios de la historieta”, se estudian otros aspectos que han definido al medio en estos últimos años tales como, por ejemplo, su intermedialidad, el contexto en el que se desarrolla el papel del guionista o la pervivencia del espíritu renovador y experimentalista de los años ochenta en el cómic español contemporáneo.
Cómic social y político
En relación con el primer apartado, es acertado etiquetar la crítica social, económica y política como uno de los pilares básicos de la historieta peninsular y de América Latina de las dos últimas décadas. En este sentido, el cómic se ha convertido en un visible referente de denuncia y compromiso en el panorama hispano contemporáneo de las artes y las letras. En España esta tendencia se ha concretado especialmente en obras que reivindican la memoria de las víctimas de injusticias o violencia en el pasado. En el siglo XXI, habiéndose ya tomado cierta distancia en el tiempo con respecto a episodios históricos claves como la Guerra Civil y la posterior dictadura, y muy particularmente tras la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica (2007), los creadores gráficos han abordado con mayor libertad en la madre patria temas que antes eran considerados tabú (tan solo a finales del año pasado, en 2024, se ha publicado, de la mano del autor malagueño, José Pablo García, la que probablemente es la primera biografía gráfica sobre Franco, basada en el libro de Paul Preston).
«La historieta pasó de la condición de arte sin memoria a arte de la memoria», comenta Álvaro Pons en un artículo de la presente publicación que comentaremos más tarde. Y este proyecto incluye, por ejemplo, un detallado estudio y catalogación, por parte de Eduard Baile López y José Rovira-Collado, de las biografías gráficas editadas hasta la fecha sobre el poeta Miguel Hernández (alicantino, como la universidad de procedencia de los autores), condenado y fallecido en 1942 en cárceles franquistas. Asimismo, se puede leer un artículo de la investigadora polaca de la Universidad de Gdansk, Olga Nowak, sobre el relato gráfico, El fotógrafo de Mauthausen (2018), de los autores Salva Rubio, Pedro J. Colombo y Aintzane Landa, en el que se rememora y rinde homenaje a la figura olvidada de Francisco Boix, un soldado republicano que, tras pasar una temporada como recluso en Mauthausen, logró salvar fotografías que resultaron después indispensables para la condena de altos dirigentes nazis en los juicios de Núremberg.
En estos artículos se alude a una cualidad que solo proporciona de manera excepcional la novela gráfica en el terreno de las artes. Cuando no hay pruebas históricas, cuando no existen archivos ni imágenes de ciertos episodios infames de la historia, el cómic puede dotarlos de “visibilidad” proporcionando viñetas secuenciales, acompañadas de texto, que representan escenas de esas aberrantes circunstancias. Por ejemplo, sobre la vida en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. O de la barbarie que rodeó los períodos dictatoriales en la Argentina en el siglo XX.
Porque también en Latinoamérica se han ido generando cómics que tratan de rescatar la memoria histórica de crímenes y delitos que se perpetraron contra ciudadanos en diferentes países del cono sur. Prueba de ello es la gestación, a manos de los creadores Guillermo Grillo y Edu Molina, del peculiar “superhéroe”, Animal Urbano, que surge para enfrentarse a las atrocidades y asesinatos cometidos durante la dictadura argentina liderada por el militar Jorge Videla. El profesor Camille Pouzol, vinculado a la Sorbona, describe en Renovación del cómic en español el nacimiento de este personaje, inspirado en los tebeos de Marvel y DC, y que se convierte en un antihéroe / superhéroe latino, que encarna las aspiraciones de todo un pueblo, como suele ser habitual de todo líder épico arquetípico.
Otros artículos incluidos en el presente proyecto muestran diversos ejemplos de cómo el cómic actual, tal y como hemos afirmado, se ha convertido en uno de los instrumentos más populares de denuncia social, económica y política. Y cómo su gran poder de penetración entre los lectores ha llegado a animar incluso a instituciones públicas a utilizarlo, por ejemplo, como elemento propagandístico de lavado de su propia imagen. Este tipo de prácticas son desveladas en el artículo redactado por los investigadores Iván Facundo Rubinstein y Laura Nallely Hernández Nieto sobre la implementación por parte del Gobierno mexicano de sesgadas campañas institucionales, que vieron la luz en la conocida historieta azteca, El libro vaquero, publicada en México desde 1978.
También son estudiados en este volumen los efectos socioeconómicos nocivos de la tramposa nueva metanarrativa de la globalización, en un texto de Miguel Ángel Pérez-Gómez sobre la evolución de los cómics del combativo autor Marcos Prior. Y, por último, los peligros que acarrea un turismo descontrolado es objeto de análisis por parte de la profesora de Historia del Arte de la Universitat de le Illes Balears, Francisca Lladó Pol, en un texto que nos contagia con su cautivadora prosa de la mágica belleza de la Sierra de Tramontana mallorquina y que hace un recorrido histórico por los escritores, ilustradores y autores gráficos que la han retratado, advirtiendo así de los riesgos tal vez irreparables a los que están expuestos estos excepcionales parajes naturales a consecuencia de la llegada masiva e indiscriminada de visitantes a la isla.
Los nuevos territorios de la historieta
Pero el cómic actual en idioma castellano no se caracteriza solamente por su función de crítica y denuncia social o por el reflejo de la memoria histórica en sus obras. Renovación del cómic en español nos muestra que otro de los rasgos definitorios de este medio artístico en los últimos años ha sido una vocación permanente de explorar posibilidades formales y estilísticas diferentes y un consolidado afán de experimentación. En España, esto se ha conseguido gracias a la labor de sucesivas hornadas de autores como María Medem, Pablo Auladell o David Rubín. En Latinoamérica se ha desarrollado un movimiento alternativo, que ha encontrado como medios de expresión favoritos elementos como el fanzine, la autoedición, etc. Este espíritu renovador y vanguardista emparenta el cómic hispano contemporáneo con el que se desarrolló en España en los años ochenta. Así lo sostienen Viviane Alary y Álvaro Pons en un inspirado e informativo artículo en el que no solo diseccionan hábilmente la historia del cómic en España desde los ochenta hasta nuestros días, sino que explican cómo la historieta y narrativa gráfica ochentera (Micharmut, Federico del Barrio, Felipe Hernández Cava, etc) sigue muy viva hoy día a través de autores de aquella época que siguen en activo, de la reedición de obras de artistas gráficos ya desaparecidos o de la herencia que todos ellos dejaron tras de sí.
Prueba de esa búsqueda de procesos creativos originales en la historieta contemporánea es el uso de estrategias narrativas tales como la intermedialidad. La profesora Agatha Mohring, de la francesa Universidad de Angers, estudia en este volumen cómo los autores latinos recurren en la actualidad a medios ajenos como la fotografía, el monólogo, la anotación musical o la música, para expresar inquietudes o pensamientos íntimos de los personajes en sus obras. Por su parte, las narrativas gráficas en castellano participan cada vez más de proyectos transmediales. Carmen María López López, especialista en literatura hispánica de la UCAM, recurre a la teoría semiótica para describir la adaptación al cómic de la famosa serie de ciencia ficción histórica El Ministerio del Tiempo, creada por Pablo y Javier Olivares (no el dibujante) y producida por TVE. A su vez, el también filólogo Sebastián Miras, gran conocedor de la obra del escritor y músico uruguayo Felisberto Hernández, relata como el artista Renzo Vayra consigue encajar con habilidad sus dibujos en un inquietante cuento simbólico de Hernández, Las Hortensias, para producir una lograda versión ilustrada del mismo.
Ciertos géneros han experimentado en el siglo XXI una evolución significativa en el contexto del cómic hispánico. Es el caso de la autobiografía y la biografía gráfica. Así lo atestiguan ejemplos como El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim, o Siempre tendremos 20 años, de Jaime Martín, en España; o, en América Latina, Virus Tropical, de PowerPaola, y Gabo. Memorias de una vida mágica, guionizado por Óscar Pantoja. En el tomo Renovación del cómic en español, la narradora y ensayista mexicana Nadia Vázquez Díaz ejecuta un lúcido análisis de Uncle Bill, una biografía gráfica sobre el escritor de la generación beat, William Borroughs, en la que su autor, Bernardo Fernández, combina datos reales con circunstancias imaginadas y autoficticias. El análisis sirve a Nadia Vázquez para poner en tela de juicio el grado de autenticidad y veracidad del género biográfico, que en ocasiones se mueve en el terreno de la proyección y la imaginación en vez de los hechos, datos y circunstancias cuya certeza muchas veces son difíciles de contrastar.
Por último, hay que destacar en la presente publicación un brillante ensayo en el que el autor Antonio Altarriba reflexiona sobre el papel del guion en el cómic. Conocedor de excepción del tema como guionista profesional, Altarriba historiza y ofrece su visión sobre el estado actual de la cuestión en esta materia. Concluye afirmando que las funciones del guionista y del dibujante en la confección de un cómic no se desarrollan como compartimentos estancos. Al fin y a la postre, en muchas ocasiones se trastocan los papeles: «el dibujante narra y el guionista dibuja». Las fronteras entre ambas actividades se desdibujan y el éxito de la obra depende del grado de cohesión que ambos profesionales sepan imprimir conjuntamente a sus creaciones en común.
Conclusión
Como vemos, el volumen Renovación del cómic en español sirve como muestrario de algunos de los rasgos más característicos de la narrativa gráfica hispana de las primeras décadas del siglo XXI (temáticas, géneros, estilos). Lo cual lo convierte en un recomendable manual de iniciación a este campo para académicos o principiantes entusiastas. La selección de los artículos ha sido bien cuidada y éstos encajan de manera oportuna en el volumen. Los textos presentan una gran variedad y alcance temáticos. Y además suelen ofrecer al lector inesperadas y enriquecedoras ideas e informaciones complementarias. Por ejemplo, el texto de Nadia Vázquez sobre la biografía Uncle Bill introduce al principio una breve historia de la novela gráfica en México. O el artículo sobre transversalidad de la narración gráfica adaptada de la serie de TV, El Ministerio del Tiempo, viene precedida por una concisa visión general sobre los teóricos del cómic y la aplicación del modelo semiótico al estudio de la historieta.
Frente al avance de fenómenos culturales industriales como la imparable expansión del manga o la, en ocasiones, monopolizadora maquinaria siempre bien engrasada de estudios críticos anglosajona, proyectos como el presente presta un significativo servicio a la creación y fortalecimiento de una conciencia de comunidad e intercambio entre los países hispanos en el campo de la creación, producción y análisis académico de cómics. La implementación de este tipo de propuestas compartidas ayuda a reposicionarnos a los hispanohablantes como una voz común en la escena internacional de la narrativa gráfica. Esperemos que publicaciones como ésta sirvan como base o punto de partida para iniciativas análogas en el ámbito del cómic latino.
En suma, un proyecto valioso y muy bien coordinado como texto académico y al que se le pueden atribuir pocos defectos. No obstante, para que esta reseña no termine adoptando visos de oda laudatoria, podríamos añadir dos líneas que se pueden adoptar para mejorar futuros trabajos en este ámbito. Primero, la incorporación del cómic en lengua lusa (Brasil, Portugal, etc) a la investigación para la elaboración de verdaderos estudios de cómic iberoamericano. Segundo, la ampliación en los artículos de la visibilidad de la narrativa gráfica realizada por mujeres latinas, muchas de las cuales (Ana Penyas, Sole Otero, María Luque, Bea Lema, etc) están ejerciendo un papel indiscutible en la evolución y revolución del cómic hispano.
Confiamos en que el programa iCOn-MICn (en colaboración con Unicómic) continué publicando volúmenes de la misma calidad de este tomo, Renovación del cómic español. Y para ti, lector: si has llegado hasta el final de esta reseña y te sigue interesando este campo, te animamos a que te adentres en la lectura del libro. Descifrar una colección de artículos académicos es una atrevida aventura que requiere de un indudable esfuerzo. Pero, con toda seguridad, cuando pases la última página del tomo sabrás mucho más sobre cómic en español, sobre crítica de novela gráfica y sobre la vida misma.