Palabras clave / Keywords:
Traducción de cómics, Zanettin, Traducción domesticada, Traductología/ Comics Translation, Zanettin, Domesticated Translation, Traductology

Comics in Translation

Aunque en sus orígenes el desarrollo del cómic fue diferente en cada cultura, en la actualidad, y en un mundo globalizado y dominado por internet como en el que vivimos nosotros, se ha convertido en un producto con claras influencias de todas las partes. Sumado a la unión indivisible de arte visual y textual que caracteriza este medio, la traducción de cómics se convierte en una tarea en la que las limitaciones y los condicionantes son muchos, pero en la que la creatividad supone una estrategia clave. Se trata de una labor que a menudo pasa desapercibida. El lector del cómic puede incluso olvidar que está leyendo un producto que ha sido publicado en una lengua diferente a la suya materna y que ha sido sometido a un proceso de adaptación a la cultura meta. De hecho, es ahí donde reside el éxito o el fracaso de un traductor, y para llegar a ser esa persona invisible debe enfrentarse a muchos retos.

El traductor, ya sea estudiante o profesional, se encuentra en un continuo proceso de aprendizaje. Cada nuevo encargo exige nuevas soluciones, por lo que debe especializarse cada día más. Es por eso que Comics in Translation se convierte en una herramienta clave para cualquier persona que desarrolle esta labor. Un libro que todo traductor debe leer una vez en la vida, pero que resulta enormemente útil cuando nos encontramos ante uno de esos muros que aparecen al llevar a cabo una tarea de traducción. Porque además de su contenido teórico, que sitúa al lector en un amplio contexto, su organización y disposición facilitan la búsqueda en momentos puntuales, proponiendo todo tipo de soluciones con un enfoque multidisciplinario del tema.

¿Y cuáles son los verdaderos retos a la hora de traducir un cómic? Es precisamente eso lo que Federico Zanettin pretendía ilustrar al reunir en Comics in Translation un total de once trabajos que ponen su foco de atención en este campo. En esta obra, Zanettin y el resto de académicos de varias nacionalidades distintas intentan abordar desde diferentes puntos de vista los problemas que surgen en una tarea como esta.

El libro está dividido en dos grandes bloques. El primero de ellos incluye una introducción en la que Zanettin ofrece un resumen del cómic desde una perspectiva general, analizando su historia y desarrollo así como las características lingüísticas y visuales que singularizan el medio. Destaca, además, el componente cultural que ha marcado su desarrollo y que contienen sus propios relatos. Más adelante, entra ya a presentar los principales problemas de traducción que se derivan de la tarea y de la unión indivisible de lo artístico y lo textual. A este prólogo le siguen cuatro trabajos que se centran en los aspectos más generales de la traducción de comics, acompañados en todo caso de ejemplos prácticos que ilustran lo explicado. El italiano Nadine Celotti comienza comparando diversos ejemplos de cómics de Francia y Bélgica y sus respectivas traducciones al italiano para situar al traductor como un investigador cuya misión principal es preservar la relación entre imagen y texto. Aporta, además, una guía explicativa de las estrategias principales a la hora de enfrentarse a la traducción de los elementos paratextuales. A continuación, Heike Jüngst, de la Universidad de Leipzig, pone su punto de mira en la traducción del manga y destaca que las decisiones tomadas por los traductores de este tipo de cómics están influenciadas en mayor medida que en otros casos por la gran plataforma de fans que lo siguen y su particular pero exitoso pasado. Para ello, analiza los casos de mangas tan populares como Hadashi no Gen o Akira y da una gran importancia a los problemas derivados del uso de diferentes alfabetos en el texto origen y en el texto meta. A Jüngst le sigue Valerio Rota, otro de los grandes académicos del campo. Rota propone como base de la tarea la decisión de hacer una traducción extranjerizante o domesticadora, tema de gran debate entre los profesionales.

Tras las investigaciones teóricas, el segundo bloque presenta una serie de estudios que analizan varios casos de traducción de diferentes géneros, orígenes y lenguas. En el primero de ellos, realizado por Raffaella Baccolini junto a Zanettin, se analiza una de las grandes novelas gráficas: Maus, de Art Spiegelman. Pero los autores no se detienen en esta obra publicada en 1977 y completada en 1991, sino que muestran diversos ejemplos extraídos de cómics tan actuales como Spider-Man y sus diferentes versiones o The Winx Club. El sexto trabajo de este libro, de Adele D’Arcangelo, trata los horror cómics de  en Estados Unidos y sus traducciones al italiano y resume el complejo mundo de la política de publicación y de promoción. Después de D’Arcangelo, Zehan Zitawi pone el acento en la recepción de los cómics de Disney en la cultura árabe, un artículo en el que la teoría de la cortesía de Brown y Levinson guía las estrategias a utilizar. Seguidamente, y de nuevo de la mano del alemán Jüngst, se dedican unas páginas a los cómics educativos, en los que el lenguaje y su traducción juegan un papel primordial. Zanettin vuelve en el noveno trabajo para hablar por primera vez de la traducción de cómics como una tarea de localización, una perspectiva que está ganando cada vez más y más terreno en el estudio de la traducción en todos sus ámbitos. The Winx aparece de nuevo, esta vez como el tema principal del trabajo de Elena Di Giovanni, quien se sirve de estos cómics italianos y sus traducciones al inglés para mostrar el cambio que experimentan tras la producción en masa y la gran influencia de los actuales medios de comunicación en el desarrollo de esta labor. Finalmente, en los trabajos décimo y undécimo, Carmen Valero Garcés y Catherine Delesse hablan por fin de los problemas de la representación de los diferentes elementos y recursos fonéticos del cómic, como las onomatopeyas. Mientras Valero hace su aportación a través de ejemplos de textos traducidos del inglés al español y viceversa, Delesse lo hace a partir de la traducción de las series Astérix y Tintin del francés al inglés, alemán, italiano, ruso y español.

En un último apartado, Zanettin propone al lector, ya sea especializado o no, una lista de recomendaciones bibliográficas que, si bien no hacen una investigación exhaustiva de la traducción de cómics, sí aportan un gran conocimiento sobre la traducción de cómics desde varios puntos de vista que tienen en cuenta tanto el formato de publicación como los elementos culturales, lingüísticos, formales, de tradición, etc.

A pesar de la innegable contribución de Zanettin al ámbito de estudio, este ha experimentado grandes cambios en las últimas décadas. A ello se debe que las perspectivas abordadas en algunos de los trabajos presentados, basados varios de ellos en artículos realizados incluso con anterioridad a los ochenta, sean actualmente consideradas por algunos especialistas teorías menos acertadas que otras propuestas más tarde. Pero no por eso pierde relevancia esta obra. Todo lo contrario, fomenta en el lector una reflexión interna, no solo de la propia evolución del cómic, también de los cambios en las estrategias de traducción de cómics a lo largo de las últimas décadas.

Creación de la ficha (2018): Marta Ichaso. Revisión de Manuel Barrero y Alejandro Capelo · Imagen de cabecera de F. Schuiten.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Marta Ichaso Fábrega (2018): "Comics in translation", en Tebeosfera, tercera época, 7 (6-VII-2018). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 24/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/comics_in_translation.html