CONOCER EL MEDIO. ENTREVISTA A ROMANO
FÉLIX LÓPEZ, MANUEL BARRERO

TEBEOSFERA. ¿Qué es la historieta para ti? ¿Qué debería ser un historietista según tú?

ROMANO. La historieta es un medio de comunicación, un medio cultural que vale tanto para educar como para entretener. Es un medio completo, que recibe influencias de todos los demás. Es tan válido como la literatura o el cine para contar historias y por eso es tan popular en todo el mundo. Posiblemente mucho más educativo que otros medios debido a su versatilidad y desafortunadamente olvidado en nuestro país, al ser considerado como un mero divertimento infantil.

Un historietista o creador de cómics es un autor que está formado culturalmente en diversas materias, como la imagen y las letras. Bebe del resto de las artes y las controla, por lo que debería poseer un estatus dentro del mundo cultural similar al nivel que puede tener un escritor o un director de cine, y por tanto, debería ser igual de valorado.

Dos pruebas de color de Teratos, no publicadas.

T. ¿Qué es lo mejor de la creación y qué es lo peor de la profesión?

R. Lo mejor es la libertad a la hora de trabajar. La posibilidad de poder contar una historia propia, dar vida a unos personajes que han nacido en tu cabeza, sentir que controlas todo lo que pasa ahí dentro.

Lo peor de esta profesión es no estar lo suficientemente reconocidos y valorados como artistas o trabajadores culturales. Si a esto le unes que en España al cómic no se le considera un medio de comunicación relevante y que esto provoca que el interés sobre él sea muy bajo, crea unas expectativas laborales bastante pobres.

T. ¿Qué personaje de cómic te gustaría haber creado?

R. Adèle Blanc-Sec, de Jacques Tardi.

Me parece un personaje muy completo. Sus aventuras combinan muy inteligentemente el misterio con el humor, no puedes perder el hilo, porque si no se te escapa algún detalle importante. Los múltiples personajes son enigmáticos, extravagantes y están ingeniosamente mezclados unos con otros. Las historias tienen unos argumentos muy trabajados pese a su sencillez. Son relatos surrealistas que conservan un punto de realidad, dan la impresión de estar leyendo una novela de Sherlock Holmes mezclada con una película de Charlot.

T.  Vaya, has acudido a los clásicos. Pues, ya puestos, cita tres clásicos de nuestra historieta y, si te atreves, tres de las mayores promesas de futuro con menos de treinta años, por favor.

	Version del autor de Mortadelo y Filemon.

• El Mercenario, de Vicente Segrelles. Son un personaje y un autor internacionalmente reconocidos y dejados en el olvido por parte de las editoriales nacionales.
• Torpedo, de Bernet y Abulí. Parece que gusta más fuera de nuestras fronteras que dentro.
• Roco Vargas, de Daniel Torres. Un personaje interesantísimo con un estilo de dibujo impresionante.

Resulta difícil citar tres autores, el problema es que muchos de ellos se merecen ser promesas, tanto menores de treinta como mayores.  Pero te diré tres que tienen algo especial:

• José Domingo (Cuimhne, Dolmen Editorial). Después de su primer trabajo publicado ha dado un cambio radical a su estilo de dibujo, ahora dentro del humor.
• Marcial Toledano (Ken Games, Diabolo Ediciones), que se convertirá con toda seguridad en una gran figura del cómic mundial. Dibujando así, puede hacer lo que quiera, y todos esperamos ver un nuevo trabajo suyo.
• Kenny Ruiz (El Cazador de Rayos, Dolmen). Me impresiona la calidad de su trabajo, seguro que consigue hacerse un nombre.

T. Los personajes que citas nacieron en una España democrática pero no son los que hoy arrastrarían a las masas. ¿En qué crees que es diferente la historieta ahora de la de hace treinta años?

R. Se ha abierto el abanico de manera muy amplia en cuanto a la temática, se ha roto con el monopolio del humor y el cómic heroico y cada vez son más los temas que se alejan de términos fácilmente clasificables. Da igual qué tipo de historia sea la que cuentes, hemos descubierto que hay público para todas ellas, aunque en algunos casos el público aún no lo sepa. Ahora tenemos la posibilidad de contar historias diferentes, sin riesgo de no poder publicarlas. No tenemos que ajustarnos inevitablemente a unos parámetros de creación.

T. En tu caso, ¿el estilo surge tras la formación o la identidad artística debe anteponerse a cualquier imposición formativa?

Historia para el Tebeico del Salón del Cómic de Zaragoza 2008.

T. ¿Tienes algún gran proyecto que quisieras hacer  y no has hecho?

R. Tengo en mente dibujar sobre la vida de un artista. Ahora sólo es una idea y quiero documentarme mucho antes de hacerla, así que probablemente no será mi próximo proyecto y puede tardar un poco.

T. Tú has elegido géneros concretos para expresarte. ¿Por qué esa elección y qué opinas del resto de géneros?

R. El estilo que he elegido son varios y no puedo cambiarlo, no consigo definirme. Por un lado, trabajo con el humor como medio para sacar adelante mi labor como dibujante. Y por otro lado está el estilo más serio en blanco y negro que trata temas de ciencia ficción o terror, que es el que prefiero porque es el que más me cuesta y con el que más aprendo.

Me cuesta leer el tipo de cómic autobiográfico introspectivo que parece estar de moda últimamente. Pero salvo eso, en general cualquier género me gusta, leo de todo y todos aportan algo nuevo a tu obra.

T. Ya que citas este tipo de cómics, ¿por qué crees que hay tanto interés últimamente por el cómic, digamos, “poético” o por la aventura interior?

	Ilustracion titulada Black Robot.

T. Quizá el aprecio por todos los cómics sin distinción de géneros, porque pocos son hoy los que disfrutan por igual de los cómics americanos, francobelgas o japoneses. ¿Puede tener algo que ver?

R. Realmente sí que disfrutas igual. ¿A quién no le gusta Akira?, seguro que pocos son los que dicen que no les gusta. El problema no es el manga en genérico, sino los diferentes tipos de manga que hay, y posiblemente nos llegue más un estilo de manga que no va con nosotros. Sólo hay que saber elegir, igual que cribas tus lecturas de superhéroes (ya que algunas son infumables), o de BD, las editoriales tendrían que hacer lo mismo con el manga. Dejar de traer exclusivamente manga para adolescentes y pensar un poco más en el público adulto.

T. ¿Qué lees aparte de cómics? ¿Qué ves aparte de cine y televisión comerciales? ¿Haces algo en esos medios?

R. Novelas de género (Umberto Eco, Arturo Pérez Reverte, Juan Ramón Biedma, Horacio Quiroga, Robert Howard…), ensayos sobre cine y literatura. En cine y televisión mis gustos no varían, el genero está presente en un ochenta por ciento de lo que veo.

El cine o la televisión están muy ligados visualmente al cómic, intento mantenerme cerca de estos medios, sobre todo haciendo storyboards y ocasionalmente preparando algún corto.

Estudio de personajes para el cortometraje El Embaucador de Daniel Romero.

T. ¿A tu modo de ver, entonces, el cómic se hermana con la literatura, el teatro, la ilustración, el videoclip?

R. Todo parte del mismo núcleo, su lectura es similar. Estamos hablando de narrar, contar historias… eso es lo que hacen todos estos medios.

T. Imagina que el cómic fuese un medio reconocido por la cultura, ¿preferirías hacer un best seller o un cómic jaleado por la crítica más selecta?

R. Supongo que lo principal que todos queremos es poder trabajar de nuestra afición, que es el cómic. En mi caso me decantaría por la segunda, ser un autor con muy buenas críticas y con pocos seguidores. Podría parecerse a ser un autor de culto, sería perfecto… todo porque mi trabajo no termine impreso en carpetas, estuches, tazas de váter o sirviendo de base para malas series. 

T. Hablando de la crítica, ¿existe?, ¿sirve para algo?

R. Existir existe, y la poca que hay, la seria, es bastante buena. Luego hay otra crítica, la que sale de vez en cuando en los periódicos o revistas, que no es especializada, que publica un comentario de vez en cuando, por inercia, sin ningún contenido y poco acertado, tan poco que ni te apetece terminar de leer la noticia.

La rápida y momentánea popularización del cómic (social y de superhéroes sobre todo), parece haber pillado sin recursos suficientes a los profesionales de los medios, que no están preparados para la crítica de cómic. Principalmente porque no conocen el medio salvo de una manera superficial y que al ser una noticia que sale de vez en cuando no están interesados en contratar a alguien especial para ese espacio.

De vez en cuando, críticos especializados ascienden a la categoría de colaboradores de estos medios de comunicación: es un alivio y un aliciente para seguir leyendo las críticas.

Ilustracion para un libro inédito de Antonio Javier Jimenez Ferrer.

T. Si el cómic llegase a la universidad, ¿qué asignaturas debieran impartirse?

R. Si esta situación se diera, muchos de nosotros regresaríamos a la universidad.

Sería necesario trabajar cuatro pilares fundamentales. Como en todas las artes y medios de comunicación, necesitaríamos sentar unas bases históricas, para podernos desplazar posteriormente con mayor agilidad. Así que una asignatura sobre “Historia del Cómic” sería algo imprescindible.

Una vez comprendidos nuestros precedentes tendríamos que preparar nuestra propia historia, así que sería necesaria una asignatura de “Guión” para poder desarrollar con palabras lo que hemos pensado contar.

Ligada a esta asignatura iría inevitablemente otra que es el paso lógico de la letra al dibujo. Este paso es la manera en la que vamos a argumentar visualmente la historia, así que se necesitaría una asignatura de “Narrativa Visual”.

Y por último y como troncales dentro de esta carrera serían necesarias múltiples asignaturas dedicadas exclusivamente al dibujo, sobre la forma, el trazo, el color, sombras, composición… y sobre todo las nuevas técnicas digitales.

T. A punto de caer a un abismo hay un editor, un distribuidor, un impresor y un librero. Sólo puedes salvar a dos.

R. Salvaría al editor y al librero:
– Al editor, lo salvaría porque los dibujantes, aunque normalmente no los veamos con buenos ojos, necesitamos de ellos para poder dedicarnos exclusivamente a dibujar. Para nosotros deberían ser como agentes artísticos, intentar hacer todo lo posible por promocionar nuestro trabajo, porque lo que nos beneficia a nosotros les beneficia a ellos. Es más, como está comprobado, si las editoriales fueran más fuertes podrían distribuir su propio material.
– Y al librero. En la época que vivimos, en la que tanto el impresor como el librero tienden a desaparecer debido a internet, opto por quedarme con el librero, porque si hay alguien que pueda aportar algo más en la cadena autor-lector es él. Además de vendedor, es lector, por lo que puede facilitar al público la trabajosa tarea de informarse, seleccionar y almacenar datos sobre autores, títulos o colecciones.

	Historieta de la serie Gollo para Cannabis Magazine.

R. Que los salones sean sólo para este tipo de cosas tendría que hacernos pensar, y sobre todo a sus organizadores, hacia donde están dirigiendo todo esto. Estas convenciones son esenciales, sobre todo para las autoediciones, a las que deberían darles más visibilidad, ya que son el futuro  del cómic, y no como están haciendo en los salones importantes, que les ofrecen cada vez menos espacio y a precios imposibles.

A raíz de esta escasa preocupación están surgiendo nuevas apuestas, convenciones como el Set de Cómic en Lleida, que crean nuevos espacios para autores y editores e incluso para un público especializado. Gracias a esta diversificación nos podemos alejar de la masificación de salones en los que se prima más la venta de merchandising que un acercamiento del público a sus autores o una plataforma para promocionar a éstos. 

T. También se promociona, ahora, la "novela gráfica". Hablemos de este concepto. ¿Qué te interesa de él?

R. Me interesa la visibilidad que este término le da en los medios públicos a lo que siempre hemos conocido como cómic o tebeo. Pero a la vez me preocupa la tergiversación de los contenidos, que es el mismo problema de siempre.

El tebeo es para niños, el cómic para frikis y ahora la novela gráfica resulta que es para un reducido grupo de intelectuales o un público generalista. Esto produce que el tebeo y el cómic sigan en el gueto cultural, siendo lo mismo; es absurdo. El problema reside en que no nos gustan determinados términos del pasado por lo que significan, y queremos cosas nuevas que den un significado diferente a lo que hacemos, algo nuevo que parezca mejor.

T. Premio Nacional de Cómic, Museo de Dibujo e Ilustración, Premi Nacional de Còmic, Museu del Còmic i la Ilustració de Catalunya. ¿Qué te dicen estas denominaciones?

R. Toda actividad a favor del cómic es buena, y cuantas más, mejor. Lo bueno de estas propuestas es el lavado de cara que se le está haciendo al cómic. Pero no nos confundamos, hay que elevar todas las cosas al mismo tiempo, no puedes crear premios y museos y creer que la industria del cómic subirá sola.

Si a esto no lo acompañan grandes esfuerzos por publicar obra nacional, formar y descubrir nuevos dibujantes, promocionarlos como es debido dentro y fuera del país, crear campañas de consolidación de la lectura de cómic y otras muchas cosas más, todo ese esfuerzo será en vano, y con el tiempo estas iniciativas se quedaran oscurecidas por una falta de producto bruto.

T. ¿Qué opinas del apoyo institucional al cómic, lo ves necesario o no?

R. De hecho, el apoyo institucional sería la manera de sacar el cómic en España de la descorazonadora imagen popular de un medio dedicado a niños menores de doce años y algún que otro raro. Sería fundamental que las instituciones usaran esta herramienta de comunicación de masas tan útil para dar a conocer o enseñar, para revitalizar nuestro panorama cultural.

T.  Si usas herramientas electrónicas, dinos qué técnicas tradicionales has decidido no utilizar. ¿El uso de las nuevas modifica el mensaje o algún apartado de la obra en sí?

Página de La mano de Berta, historieta inédita.

El uso de estas nuevas tecnologías no molesta ni resulta un problema, sino todo lo contrario. Abre un nuevo abanico de posibilidades artísticas, no solo técnicamente, sino que crea nuevos caminos de comunicación acercándose a la animación, por ejemplo.

T. Cómics digitales y cómics digitalizados. Se parecen en algo: los digitales los hacen autores que no cobran (salvo excepciones), los digitalizados implican que el autor no cobra por esa copia digital (salvo excepciones). ¿Cómo regularías esto?

R. Lo primero que haría es contar con los autores, que desde todos los puntos de vista actuales parece que en ninguno se cuenta con ellos. Es tu trabajo, e igual que te pagan por publicarlo en papel, tendrían que pagarte por publicarlo digitalmente.

Igual que se paga un canon por derechos de autor y no pueden utilizar tus imágenes, debería haber una regulación para este tipo de publicaciones digitales. En los cómics digitales se tendrían que negociar nuevos porcentajes y darle al autor más parte del beneficio que el mismo está generando. Y sobre los cómics ya existentes y su digitalización, la editorial tendría que calcular un beneficio de esas nuevas ventas para el autor aunque fuera menor, ya que es por el autor que compran el cómic y son sus historias las que quieren leer, si no fuera así no se vendería nada.

T. Háblanos de lo que te traes entre manos hoy mismo.

R. Siempre hay muchos proyectos empezados o a medias, eso no puede fallar. Pero en estos momentos hay dos proyectos que me traen de cabeza. El primero es mi segunda incursión en el cómic con otra historia larga: aún no tiene título, pero tengo muchas ganas de hacerla. La segunda es igual de importante pero casi conlleva más trabajo. Estoy preparando la publicación de una revista de cómic con autores principalmente aragoneses, cargada con pequeñas historias de diversos dibujantes, artículos sobre el cómic y muchas entrevistas a sus autores. Podéis seguirla desde aquí: madeinromano.blogspot.com.

Dos colaboraciones para Dr. Panceta n° 5, "Aspirantes a mutantes" (izquierda) y "Bruto y Serra" (derecha).

T. Cuéntanos tus comienzos en el fanzinismo, que los tuviste y fueron duros, pero aprendiste algo. ¿O no?

R. Mi primera publicación fue en El Hombre mosca un fanzine de Zaragoza, hace bastante tiempo, no recuerdo el número, tampoco quiero recordar el cómic.

Cuando llegué a la facultad en Salamanca, decidí montar un fanzine con los compañeros de Bellas Artes, así nació Dr. Panceta. Duró cinco años, y llegó a ser la publicación universitaria más longeva del momento. Publicamos cinco números fotocopiados, sin mucha conexión entre el material que elegíamos. Aunque se intentó hacer algún especial de terror, en los cómics siempre reinaba el humor.

Se aprenden muchas cosas en la elaboración de un fanzine que ahora estoy aplicando con la revista. El contacto con los colaboradores, la maquetación, distribución, la búsqueda de publicidad, pero sobre todo lo que aprendí de esta experiencia es que me gustaba elaborar una revista.

T. Teratos es un cómic de ciencia ficción posapocalíptica. ¿Por qué consideras que este contexto sigue siendo atractivo hoy para crear argumentos de historieta?

R. El futuro apocalíptico es un tema inagotable y que siempre gusta. Cada cierto tiempo parece que vuelve a ponerse de moda; algo que pasa con otros muchos temas relacionados.

Cuando publiqué Teratos se estrenaron en el cine El libro de Eli y 2012, dos películas con futuros apocalípticos; Ahora estamos invadidos de zombis… no hay nada más divertido como pensar qué va a pasar, tenemos infinitas posibilidades.

Teratos combina además otros temas de ciencia ficción: el monstruo (mutante), en este caso representado por los hombres que han sufrido la mutación en sus cuerpos; civilizaciones perdidas, que surgen del olvido para recuperar su lugar en la tierra; grandes guerras, que generan horror y destrucción; y también personajes claves, que poseen la solución de todos los problemas del mundo.

Doble página central de Teratos.

T. Íñigo Aguirre parece querer demostrar que los superhéroes a la zaragozana pueden funcionar. David López introdujo Zaragoza en los cómics de superhéroes. ¿Ambas cosas funcionan, según tú?

R. Por supuesto que sí. En estos momentos, dibujantes como David López, Jesús Saiz, Marta Martínez, Fernando Blanco, David Daza o Javier Pina son una generación que ha demostrado adónde se puede llegar dibujando y que en Aragón también hay una buena cantera de cómic.

Por otro lado, Íñigo Aguirre ha intentado una vez más, lo que muchos han probado, pero con la clara diferencia de que él lo está consiguiendo. Y no sólo el hecho de dibujar superhéroes españoles, sino superhéroes de Aragón, y además con humor. Así que el problema no está en la forma, sino en el contenido.

T. Hotel Safari nos hace plantearnos una pregunta: ¿se le puede llamar fanzine a una publicación con estos mimbres? ¿Y qué es un fanzine hoy, cuando todos pueden autoeditarse sus tiras en un blog?

R. Hemos asistido a un cambio en el sistema de autopublicación, las fotocopias siguen siendo el método más barato, pero por poco más podemos conseguir que nuestro material se parezca a una publicación profesional. Como todo medio de comunicación actual, el fanzine se ha actualizado, ha evolucionado, y ahora se ha convertido en una pequeña publicación “amateur”, pero muy profesional. Ahí es donde entramos nosotros, cubriendo el espacio que queda entre el fanzine y las editoriales.

En estos momentos se están publicando fanzines por internet, no hace falta imprimirlos, te ahorras unos cuantos pasos costosos y cansados, pero por el camino han perdido todo el espiritu del fanzine y de la autopublicación. En el caso de los webcómics, son otro formato. Son tiras o páginas con una periodicidad que logran mantener un público enganchado. Es una nueva forma de “fanzine”, solo que ahora cada uno tiene el suyo propio, más dinámico; pero como todo en internet, más impersonal.

T. Mójate: ¿qué aciertos y fallos deben considerase en proyectos como Burz, Malavida, Hotel Safari, Gato Negro…

	Colaboración en Gato Negro nº 5.

La editorial Burz en apariencia no parecía tener fallos. Una variada selección de títulos demuestra que hay una maquinaria de producción con muchas posibilidades, pero puede que fallen otros factores, como el público. Puede que no tengamos público porque éste no sabe que existen estas obras. Igual hizo falta una mayor proyección publicitaria, quizás hoy, que cada vez viene más gente al Salón del Cómic, sí que funcionaría. Esto, unido a la dura tarea de dirigir una editorial, desde mi punto de vista, pudo ser causa de su final.

En cuanto a Malavida, parece que es a la inversa y puede que por ello aguanten tanto. Su principal acierto es el público, al que están muy unidos. Les ofrecen la misma dosis de realidad que de historieta y eso es la mejor publicidad. En parte, gracias a ellos el cómic en Aragón esta cada vez más en alza, puede que tengan fallos, pero se los dejamos pasar.

Hotel Safari y Gato Negro son otros pequeños intentos editoriales, muy interesantes. Ambos han sido galardonados en el Salón de Barcelona a mejor fanzine. Cada uno con su propio estilo enriquecen el panorama del cómic en Aragón.

En sí; ninguna tiene fallos, cada una sigue un objetivo, cada una tiene su público y cada una se mueve con unos valores diferentes. Todas las iniciativas son buenas e imprescindibles, aunque algunas necesitan un poco más apoyo por parte de todos.

T.  Thermozero va a ser una revista de cómic aragonés. ¿Se puede hablar de un “cómic aragonés” con propiedad? ¿Qué caracteriza al cómic de una comunidad cultural?

R. No hay una línea generalizada, si es a lo que te refieres. No hay un cómic aragonés propiamente dicho, y quizás tampoco una escuela, pero sí que hay dibujantes, que es lo importante. Si te pones a buscar, hay muchos, pero cada uno funciona con su propio estilo. Quizás eso sea una característica; que hay variedad de estilos y temáticas. Puede que a la vista del público en estos momentos sea el humor lo que defina el cómic aragonés, pero hay más cosas al otro lado, y es lo que pretende mostrar esta revista.

En Estados Unidos, la industria es el superhéroe, en Japón el manga, en Europa el albúm de aventuras, pero concretar más es difícil. No sabría decir que caracteriza al cómic español, como para buscar diferencias entre comunidades. Para saber eso necesitaríamos una industria fuerte que publicara mucho, entonces lo descubriríamos.

Cabecera de la nueva revista, Thermozero.

T. Vemos  que distingues los conceptos “cómic” y “tebeo”. Nosotros entendemos que son lo mismo cuando se habla de una publicación. ¿Tú por qué los ves diferentes?

R. En concepto es lo mismo, igual que la novela gráfica. Luego están los que les gusta poner etiquetas y los diferencian.

Yo sólo veo diferencias en el lenguaje, pero en la forma me parecen lo mismo. El vocabulario está ahí, y siempre va a surgir la controversia. Puede que el tebeo sea el cómic para niños o el que leían nuestros padres. Pero la palabra está cada vez más en desuso en el lenguaje popular, porque ahora a los niños sus padres ya les compran cómics. Aunque siguiendo este proceso no creo que a nuestros hijos les compremos una novela gráfica cuando les compremos un Mortadelo.

En el fondo da igual como se llame, la cuestión es que se venda.  

T. Óscar Senar y Juan Royo, desde diferentes perspectivas, están contribuyendo a la popularización del cómic en Aragón. ¿Se necesitan más universitarios y periodistas bien informados en las universidades y los periódicos? 

R. Sí se necesitan. Por la sencilla razón de que van a hablar de cómic, y si hacen esto tienen que conocerlo, no basta con haber leído en su infancia unos Tintines y unos Mortadelos. Tanto Óscar como Juan son lectores de cómic desde siempre, lo que implica una sólida base con la que poder criticar y poder recomendar. Además, gente como Oscar Senar, gracias a su experiencia en periodismo, imprime a los comentarios un tono más profesional. 

En definitiva, necesitamos a todos, lo único importante es que les guste, pero si además pueden aportar una base histórica, literaria, cinematográfica… siempre nos beneficiará.

T. En el árbol de vuestro proyecto editorial hay dos raíces principales, una para la creación y otra para la promoción. ¿En el cómic exigen similar esfuerzo la una y la otra?

Árbol del proyecto Romano Ediciones.