Title:
Works and Miracles of Xaquín Marín: Fene Cartoon Museum
Resumen / Abstract:
Al Xaquín Marín creador de humores hay que añadir el Xaquín Marín gestor y dinamizador de humores. En 1984, el dibujante ferrolano fundó el Museo de Humor de Fene —el primer museo de humor de la península Ibérica y uno de los pocos existentes en todo el mundo—, que, durante su dirección hasta 2008, dinamizó sobremanera el humor gráfico en Galicia a través de numerosas actividades, entre las que destacaron los Premios Curuxa, las Jornadas de Humor y el boletín Sapoconcho. / Xaquin Marín is both a satirical author and a cultural manager and dynamizer of humor. In 1984, the Ferrol cartoonist founded the Museo de Humor de Fene —the first humor museum in the Iberian peninsula and one of the few in all the world-. During his direction until 2008, greatly stimulated graphic humour in Galicia through many activities as the Premios Curuxa, the Jornadas de Humor and the Sapoconcho newsletter.
Palabras clave / Keywords:
Xaquín Marín, Humor gráfico gallego, Museo del Humor de Fene, Premios Curuxa, Sapoconcho/ Xaquín Marín, Galician Satiric Cartoons, Museo do Humor, Curuxa Awards, Sapoconcho (magazine)

OBRA Y MILAGROS DE XAQUÍN MARÍN: EL MUSEO DEL HUMOR DE FENE

El humor es patrimonio de la gente y de los pueblos inteligentes. Fórmulas de comunicación construidas en el andar o en el navegar. Se tiene buen o mal humor, que se acentúa con el gesto y la personalidad, en la forma de representarlo y acentuarlo en el trato diario, sobre un escenario, con habilidad creadora sobre un papel o sobre cualquier cosa. Con el buen humor se allana el camino. Y la Galicia de las encrucijadas y los puertos, la de las canciones de escarnio y maldecir, nación del Circo Feijóo[1], del Tragaestopas o del Barriga Verde[2] siempre puso una nota de ajo y picante.

Xaquín Bieito Marín Formoso, ferrolano de pro y conocedor de los viejos caminos de la Vía de la Plata, practica y renueva esas tradiciones gallegas a través de su habilidad como humorista gráfico. Personaje labrado por sí mismo, formado en el arte del grafismo, heredero de las preocupaciones y las técnicas de Goya, en blanco y negro, aun sabiendo que en Galicia se tiende al barroco y a darle color churrusqueiro a todo. Maestro en la tinta china y ágil con el rotring, configurando esquelas dibujadas de una sociedad rural que sucumbe en la mcdonalización, en la globalidad que revienta. Trabajo enmarcado por la Grúa-Pórtico de Astano[3], entre los quiebros de las planchas de hierro y chorros de chispas de soldaduras, faenas de obreros de mono azul y casco, en contraste con señores de maletín por pasillos asépticos y despachos de neón. Retratista de ese tiempo que de la longa noite de pedra[4] y del túnel interminable, de ratas, desfiles, golpe de talón, de “banderas al viento y cumbres nevadas”, emigración y más emigración, desemboca en desarrollismos, supermercadeo, especulación y, consiguientemente, en la  anomia, en la aculturación y crisis de identidad que arrastran hombres y mujeres gallegos por este cabo del mundo y todavía más por los vieiros da saudade o caminos de la emigración. Acontecer que espolea al creador de formas a hacer de su arte arma cargada de futuro.

Xaquín Marín está en la trinchera, a pie de obra del acontecer proletario y popular, bajo el pedestal de la arrogancia, con papel y rotring en ristre. No se deja engañar por las estridencias de las movidas, por las auras que propician las galerías, por los postureos o por las provocadoras performances de la mediática sociedad del espectáculo. Su obra desea ser panfleto para compartir a través de los medios y poner a prueba el estado de la cuestión termométrica de la inteligencia del espectador.

     
       
Xaquín Marín con su réplica en fibra de vidrio en el Museo del Humor. En la foto inferior, Vista parcial de la sección dedicada a Xaquín Marín en el Museo del Humor. Fotografías © 2012 Félix Caballero.      
       
     
       

No queda el sentimiento de Xaquín Marín embotellado en formol o enclaustrado en su huerto. Lo suyo está hecho para comunicar, sigue pasos semejantes a los dados y tan marcados por Castelao, armonizando ética y estética, compromiso, con su personal estilo y en otras circunstancias, las de la deshumanización, el consumismo, el pelotazo, el engaño, las pateras, las concertinas, el rechazo…

Entre tanta marea acultural, Xaquín Marín no deja perder uno de los grandes legados colectivos, ese antídoto inteligente que facilita la comunicación y mueve la inteligencia. Nos referimos a la retranca de más de tres estralos[5], la de los que están en la encrucijada de todo, la de los que no se sabe si van o vienen, si suben o bajan, los mismos que contestan con una pregunta y que, como no podía ser de otra forma, siempre piensan que hay otra oportunidad y así rinden culto especial al Purgatorio y a las Benditas Ánimas. Los mismos que convierten a los santos en caciques mediadoresLa retranca, que tanto escasea o se degrada hoy, motor del humor inteligente, como la flema británica, que caracterizó, más que hoy, a Galicia y al occidente atlántico. Fórmulas de comunicación que consideran al interlocutor, lo ponen a prueba ofreciéndole su parte, la contestación, en la creación e interpretación del mensaje, como una regueifa, ese cantar de preguntas y respuestas que caracterizó los fiadeiros gallegos[6].

Por necesidad y en el justo momento, mucho antes de que nacieran otros certámenes e iniciativas alrededor del grafismo, del comic (banda deseñada en Galicia), Xaquín Marín se adelantó, sedujo y animó al Ayuntamiento de Fene, y así lo entendió su alcalde, Xosé María Rivera Arnoso, a crear, formar e inaugurar en 1984 el Museo del Humor, algo necesario y que hasta entonces estaba pendiente en la historia de la cultura de Galicia. Momentos en los que Galicia, el Estado español e incluso Europa afilan las armas inteligentes del humor y aplican sarcasmo a las nuevas tornas que se dicen “democráticas”, sirviendo casi de catarsis sobre el uso y el abuso de esa democracia y de la salsa de la libertad.

Como prueba toda esa nómina de grandes humoristas gráficos vinculados a publicaciones en las que trazan encajes gráficos y literarios mordaces, como La Codorniz, Hermano Lobo —seguidora de las tradiciones francesas y con Charlie Hebdo como modelo—. Pero también entre unos y otros “españolitos” El Jueves, El Papus, Por Favor…, con sagaces dibujantes como Mingote, Chumy Chúmez, Perich, Peridis, Cesc, Ops, Gallego y Rey... Teniendo presente, para contar en ese museo la historia del humor gallego, a aquellos grafistas y revistas que, desde fines del siglo XIX, interpretan la realidad en clave de humor y nos invitan a darle vueltas de tuerca al pensamiento: El Danzante, Perogrullo, El Chisme, Menestra de tipos populares de Galicia (de F. Guisasola), Galicia Cómica, La Ducha (con el humor político de Viriato), Colores y Coloretes, aplicando al panorama con genialidad dosis de sal y pimienta… Y entre todos, el referente, el compromiso de Castelao frente a la caciquería, a la dependencia, que expresa con sabio humor “negro” el choque frontal biculturalista… con colaboraciones en Vida Gallega (1909), en la insólita revista El Barbero Municipal, de Rianxo... Entre tantos humoristas gráfico gallegos: Padín Rodríguez, Cebreiro, Díaz Baliño, Prieto Nespereira... Maside, Torres, Mareque, Díaz Pardo, siguiendo por las nuevas tendencias, entre las que están Siro, Atomé, Forxán, Quesada, Álvaro Caruncho, Saavedra Pita, Reimundo Patiño, Loquis, Chichi Campos, Gogue, Rodríguez Silvar, Pepe Barro, Pepe Carreiro, Xosé Díaz, Xosé Lois... Grafismo siempre en vanguardia, al filo del acontecer. Humor que sigue tradiciones, culto, intelectual, retranqueiro, alejado del neoesperpento al que se tiende hoy y se anormaliza [imaginamos que el autor quiere decir “normaliza”] por aquí, el del chiste fácil, de parvos, escatológico, chocalleiro, burdo, zafio, grasiento, que descontextualiza y se burla de lo popular y se “olvida” de los affaires de elites mafiosas de los despachos del derroche, tal como hicieron los grandes del cine de humor.

Para contar esta fecunda historia a la que aquí introducimos, el Ayuntamiento de Fene, en una encrucijada de vías, cedió para el fin del Museo del Humor un continente adecuado, la Casa da Cultura, edifico articulado en su interior por la columna vertebral de una escultórica escalera que abre a espacios amplios, como platós fáciles de adaptar a las necesidades expositivas, cambiantes también según las modas de cada época y los nuevos presupuestos museográficos, obra del arquitecto Felipe Peña. Xaquín Marín será el alma máter [el Panhispánico ya recoge “alma máter” con el significado que aquí le el autor, si bien sigue considerándolo impropio; podría escribirse simplemente “el alma”] en los inicios de este nuevo centro, en el que pondrá su arte y parte. Su gestión, basada en su creatividad, en las relaciones con grafistas, su prestigio, la atención a visitantes, hicieron posible el intercambio, las donaciones, conseguir, sin demasiado gasto, muestras antológicas de la historia del humorismo gráfico mundial. Museo que sabe qué es la museología, esa ciencia de la gestión integral de la institución del museo, todavía en Galicia en la prehistoria: acopiar y fomentar legados, estudiar, documentar, conservar, mostrar, divulgar y, sobre todo, seducir de todas las formas posibles, poniendo en marcha los sentimientos, alimentando la inteligencia. Obra a la que se suman otros creadores nacidos en el entorno de este mar y del puerto de Ferrol, como Siro López, caracterizados por ese saber cartesiano, racional, riguroso, de compás, cartabón, incluso musical y de diapasón, quizá herencia de la Ilustración, de experimentados marinos y viajeros.

Esto es cuestión de ayer, de hoy y lo será de siempre; forma parte de un trabajo inacabado, nacido bajo la luz de faro de que las buenas ideas nunca mueren y como deben ser, serán. Más todavía cuando salen de la mano de un creador de su tierra y de nuestro tiempo, humanista sobre todas las cosas, fiel a un principio básico: nunca a la explotación de un ser humano por otro ser humano, todos, todas, niños, menores, mayores de aquí y de acullá… en armonía con la naturaleza de la que somos parte.

       
    Fachada principal del Museo del Humor de Fene. Foto © 2012 Félix Caballero.    


EL PRIMER MUSEO DEL HUMOR

El Museo del Humor de Fene (A Coruña) fue el más relevante y tangible de los frutos de la campaña en favor del humor llevada a cabo por Siro y Xaquín Marín con su exposición conjunta itinerante Dibuxos de humor y su Manifesto en defensa do humor de 1983. Inaugurado el 25 de noviembre de 1984 y dirigido por Xaquín Marín hasta el 10 de octubre de 2008, llevó adelante una labor muy importante de dinamización del humor gráfico en toda Galicia con exposiciones, conferencias, actuaciones y publicaciones, pero sobre todo con la convocatoria anual hasta 2007 de las Jornadas del Humor y de los Premios Curuxa (recuperados en 2015). Además, editó el boletín trimestral Sapoconcho entre 1994 y 2000.

Fue el primer museo de humor de toda la península Ibérica y el tercero de Europa. Últimamente han aparecido algunos más en España, pero ninguno con la relevancia del gallego, a pesar de sus limitaciones por la escasez presupuestaria: el Museo Dulcinea, de El Toboso (Toledo) (2003); el Centro Internacional de Humor Gráfico de Torre de Juan Abad (Ciudad Real) (2012); el Museo Nacional del Humor de Casasimarro (Cuenca) (2015), y el Museo de Humor Fernando G. Garreta, de Beas de Segura (Jaén) (2015). En Portugal sigue sin haber un museo de humor generalista. Lo más parecido es la Galeria Internacional do Cartoon del Museo Nacional da Imprensa de Oporto, con una selección de los originales que participan todos los años desde 1999 en el PortoCartoon World Festival, uno de los certámenes de humor gráfico más importantes del mundo. Sí existen dos museos monográficos dedicados a los que seguramente son los caricaturistas más relevantes de su historia: el Museo de Raphael Bordalo Pinheiro y la Casa-Museo de Tomás Leal da Câmara.

           
    Dos salas del museo. La de la foto de la izquierda, con originales de ilustraciones en una de las salas del Museo. En la foto de la derecha vemos una réplica del humorista Chichi Campos en fibra de vidrio. Museo del Humor de Fene. Ambas fotos son © www.pintoresgallegos.com.    


El museo fue instalado en una sala en el último piso de la Casa de la Cultura, curiosamente donde estuvo la vieja escuela del padre de Xaquín Marín, en la que el futuro humorista gráfico había empezado a dibujar. Sus primeros fondos fueron donados por los humoristas gallegos. Agromán, la empresa que patrocinaba el premio de humor más importante de la España de la época —el Paleta Agromán, que Xaquín Marín ganó dos veces, en 1982 y 1991—, cedió luego una importante colección de sus fondos con una representación de veinticinco autores (Mingote, Chumy Chúmez, Máximo, Orbegozo, Mena, Cuesta, Nacher…). Por su parte, el museo de Mort Walker, el creador de Beetle Bailey y Hi and Lois, donó originales del propio Walker, Jerry Dumas y Dirk Browne, entre otros. El centro recibió también la donación de una importante cantidad de revistas de humor de la Transición: Hermano Lobo, El Papus, Por Favor, El Puro, El Pulpo, Hara-kiri… Los fondos siguieron creciendo con una colección de originales de humoristas de El Jueves (Gin, Fer, Vizcarra, Maikel, Kim...) y otra de humoristas cubanos (De la Nuez, Wilson y muchos más) que recogió para el Museo el escritor gallego Xosé Neira Vilas. Con todo, la mayor fuente de nuevos fondos fueron los Premios Curuxa, convocados anualmente hasta 2007. En la actualidad, el museo cuenta con unos cinco mil originales, la mayoría sin exponer, pertenecientes tanto a humoristas gallegos (Castelao, Maside, Atomé, Quesada, Chichi Campos, Gogue, Pepe Carreiro, etc.) como de autores del resto de España (Neville, Gila, Mingote, Chumy Chúmez, Máximo, Peridis, Serafín, Pablo, Gallego y Rey, etc.) y extranjeros (Mort Walker, Dick Browne, Jerry Dumas, De la Nuez, Wilson, Fontanarrosa, Cunha Diaz, Kazanevsky, Dachuan Xia, Marlene Pohle, Petkov, Effat, etc.).

En 2009, coincidiendo con su 25º aniversario, el museo fue objeto de una profunda reforma que incluyó la habilitación de un espacio dedicado a Xaquín Marín —que ya había dejado de ser su director—, con un panel informativo, algunos de sus originales y la reproducción de su figura a tamaño natural en fibra de vidrio.

Publicaciones, exposiciones y proyección exterior

El museo llevó adelante una muy importante labor de dinamización del humor gráfico en toda Galicia, con premios, exposiciones, conferencias, actuaciones, cursos y publicaciones, pero sobre todo a través de las Jornadas del Humor y los Premios Curuxa.

En cuanto a las publicaciones, se editaron más de cincuenta libros, algunos fruto de la colaboración con editoriales, instituciones públicas o entidades civiles, como Vistos para sentencia, editado con la Secretaría Xeral da Comunicación de la Xunta de Galicia; Humor galego, en colaboración con la Consellería de Cultura; Reimundo Patiño, o home que falaba arameo, con Edicións do Castro; y Humor e Terceiro Mundo, realizado por la asociación Estudantes Solidarios.

                   
      Arriba: Luís Davila firma ejemplares de sus libros en el Museo con motivo de su exposición "O humor do país". A la derecha: Exposición de caricaturas "Pola cara". XXX aniversario del Museo del Humor de Fene. Fotos © 2016 y 2014 Museo del Humor de Fene.              


Respecto a las exposiciones, destacan tanto las que la entidad trajo a Galicia como las que llevó por buena parte de España. Entre las primeras hay que señalar la que la Casa del Humor y de la Sátira de Gabrovo (Bulgaria) preparó en 1986, con más de trescientos dibujos de ciento seis de los mejores humoristas contemporáneos del mundo. Entre las segundas, las tituladas Os humoristas e a reconversión (sobre la reconversión industrial), Humor gráfico actual de Galicia, Cómic galego, Humor cubano, Humoristas de hoxe o Humor cru, sobre la tragedia del Prestige, en la que participaron humoristas de toda España. Otras exposiciones sonadas fueron Humor contemporáneo portugués y las que se hicieron sobre Serafín, Gallego y Rey, Ivá, Enrique, Madrigal, Vázquez, René de la Nuez o Ilya Bechkov.

El museo, representado por Xaquín Marín, estuvo como invitado en alguno de los eventos humorísticos más importantes de España y del mundo, como Humoralia (Lleida), Humor Aula (Sigüenza, Guadalajara), la Semana de Humor de Lepe (Huelva), Humor 7º Sentido (Caracas, Venezuela) o la inauguración del Museo del Humor de Acarigüa (Venezuela). Asimismo, Marín fue invitado a formar parte del jurado de importantes concursos internacionales de humor gráfico, como el Certamen Internacional de Caricatura y Dibujo Humorístico de Santa Cruz de Tenerife, el Salão Internacional de Humor de Piracicaba (Brasil), el PortoCartoon-World Festival de Oporto (Portugal) o el World Press Cartoon de Lisboa (Portugal).

Las Jornadas del Humor, los Premios Curuxa y Sapoconcho

De entre todas las actividades desarrolladas por el museo destacan tres por su continuidad e importancia: las Jornadas del Humor, los premios Curuxa y El Humor en la Escuela, y el boletín Sapoconcho.

         
A la izquierda: Cartel del ciclo “Novembro, Mes do Humor” de 2016. A la derecha: Premio Curuxa, en cerámica de Sargadelos diseñada por Francisco Xosé Pérez Porto. Foto © 2017 www.pintoresgallegos.com.      
       

Las Jornadas del Humor se celebraron anualmente desde 1985 hasta 2007. Estaban dedicadas al público en general, compaginando la exposición de los trabajos presentados a los Premios Curuxa (que se entregaban a lo largo del encuentro) con conferencias, mesas redondas y actuaciones de actores, cuentacuentos, payasos, magos, músicos, imitadores, etc. Entre los conferenciantes figuraron personalidades como Máximo, Julio Cebrián, Serafín, Víctor Vadorrey, Kim, Moncho Alpuente, Antón Reixa, Isaac Díaz Pardo, Suso de Toro o Uxío Novoneyra. Entre los cómicos y artistas escénicos, los magos Antón y Luis Boyano, los humoristas Farruco, O Xestal y Carlos Blanco y los imitadores del programa de Radio Voz Corre Carmela que chove, dirigido por Siro.

Los premios Curuxa y El Humor en la Escuela —estos, para estudiantes de enseñanza primaria y media, para hacer cantera— se convocaron anualmente desde 1985. La última edición fue bienal (2006-2007). Los Premios Curuxa, recuperados más modestamente en 2015, tenían en la Curuxa Gráfica su estandarte. El galardón puso a Fene en el calendario internacional del humor gráfico, siendo ganado por dibujantes de la talla del español Madrigal, la argentina-alemana Marlene Pohle, el croata Anton Oton Resinger, el cubano Tomás Rodríguez (Tomy), el brasileño Cau Gómez o el griego Michael Kountouris, además de los gallegos Xan López Domínguez, Calros Silvar, Fran Jaraba y Pinto & Chinto, entre otros. Pero también se entregaban la Curuxa Literaria, la Curuxa Fotográfica, la Curuxa a los Medios, la Curuxa de Honor –a Manuel Torres, Xulio Prieto Nespereira, Laxeiro, Fernando Quesada, Siro, Isaac Díaz Pardo, Xosé Neira Vilas y Guillermo Summers, entre otros— y la Curuxa de Barro, a personas o instituciones que encarnaban los valores contrarios a los defendidos por el museo.

El museo editó un boletín trimestral llamado Sapoconcho. Se publicaron diecinueve números entre el 18 de diciembre de 1994 y el 19 de enero de 2000, además de dos extraordinarios, sobre las XI y las XII Jornadas del Humor, con fecha de 27 de abril de 1996 y 26 de abril de 1997, respectivamente. Editado con la colaboración del Ayuntamiento de Fene y de la Secretaría Xeral de Comunicación de la Xunta de Galicia, no tenía publicidad y era gratuito. Seguía la tradición de bautizar las publicaciones de humor con el nombre de un animal (sapoconcho es una de las formas como en Galicia se llama a la tortuga). Tenía una perspectiva universal, con interés particular para los grandes dibujantes latinoamericanos y con una finalidad declarada de abrir cantera en Galicia. Se enviaba a todo el mundo y colaboraban desinteresadamente grandes figuras del humorismo mundial.

                   
    Siro durante la celebración del XXX aniversario del Museo. © 2014 Museo del Humor de Fene.       Calros Silvar durante la celebración del XXX aniversario del Museo. © 2014 Museo del Humor de Fene.       Taller de caricatura de David Pintor en el XXX aniversario del Museo. © 2014 Museo del Humor de Fene.    

Desde que Xaquín Marín impulsó el Museo do Humor de Fene hace más de treinta años, la sátira gallega ha incrementado su reconocimiento allende las fronteras de Galicia. Representación, exposiciones, concursos, boletines y catálogos son el legado del impulso inteligente y apasionado de Marín para una institución que hoy es fundamental para comprender la historia y las manifestaciones de la retranca dibujada.

 

NOTAS


[1] Circo gallego fundado en los años veinte del siglo pasado por el orensano Secundino Feijóo Méndez. Renovó el circo en España, alcanzando fama internacional.

[2] Barriga Verde era el astuto personaje que protagonizaba los espectáculos de títeres de José Silvent Martínez (Santa Marta, Badajoz 1886-1970) —al que su público acabaría llamando con el mismo nombre de la famosa marioneta—, pionero del espectáculo de marionetas en la Galicia de mediados del siglo XX.

[3] Astano (Astilleros y Talleres del Noroeste) fue el nombre de un astillero civil situado en la ría de Ferrol, en el municipio de Fene, en el que Xaquín Marín trabajó durante más de veinticinco años. A comienzos del siglo XXI se fusionó con el astillero militar Bazán, ubicado en Ferrol, al otro lado de la ría, pasando a formar Navantia.

[4] Longa noite de pedra es el nombre de un famoso poema de Celso Emilio Ferreiro (Celanova 1912-Vigo, 1979) y del poemario al que da título, máximo exponente de la poesía social del autor.

[5] De tres estralos es una expresión idiomática gallega que significa de lujo, de mucha calidad.

[6] O fiadeiro era el lugar donde las mujeres se reunían para fiar (hilar). Podían por una vez hablar libremente sin la presencia de los hombres. De ahí se originó una fiesta que se celebraba todos los años en los primeros días de noviembre en la que los jóvenes interpretaban música y bailes tradicionales.

Creación de la ficha (2017): Felipe Senén López. Revisión de Félix Caballero, Alejandro Capelo y Félix López. Edición de Manuel Barrero · Imágenes proporcionadas por Félix Caballero.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Felipe-Senén López (2017): "El museo del humor de Fene", en Tebeosfera, tercera época, 4 (18-IX-2017). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 30/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_museo_del_humor_de_fene.html