FERIA DE MONSTRUOS. FACETAS DEL INFORTUNIO
ANTONIO SANTOS

Notas:
A la derecha, imagen de la portada de la primera edición de esta obra en libro en España, la de Toutain, que destrozaba desde la cubierta el final de la obra.

FERIA DE MONSTRUOS. Facetas del infortunio

Un itinerante espectáculo feriante llega a una población centroeuropea dispuesta a ofrecer su número. Previamente, y saltándose cierto ritual, los espectadores que soportan el tormentoso día son recompensados con la tortuosa historia que impulsa esta decadente atracción por los caminos embarrados del Viejo Continente del siglo XIX.

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Página de inicio de la obra.  

LECCIÓN DE HUMILDAD

monstruo.

(Del lat. monstrum, con infl. de monstruoso).

1. m. Producción contra el orden regular de la naturaleza.
2. m. Ser fantástico que causa espanto.
3. m. Cosa excesivamente grande o extraordinaria en cualquier línea.
4. m. Persona o cosa muy fea.
5. m. Persona muy cruel y perversa.
6. m. Versos sin sentido que el maestro compositor escribe para indicar al libretista dónde ha de colocar el acento en los cantables.
7. m. coloq. Persona que en cualquier actividad excede en mucho las cualidades y aptitudes comunes.

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  Edición de Planeta-DeAgostini, la última que se ha hecho de esta obra en España, en blanco y negro.
Toda la fuerza de esta obra reposa exactamente en el dibujo de BERNIE WRIGHTSON, artista cruce entre FRANK FRAZETTA y WILL EISNER y, sin duda, debe ser paladeado en la ‘versión’ de 2005 de PLANETA DeAGOSTINI: en blanco y negro. Nos resulta evidente que esta declaración acaba de producir relámpagos y denuestos, que se prefiere la de TOUTAIN de 1984, en color (aunque fue la original, pues Toutain actuó como editor de la obra de Bernie entonces). Pero es que la dinámica de la lectura y su visionado la imprime Wrightson, que parece siempre superlativo cuando su obra (al menos, de este tipo) se lee en blanco y negro. Es barroca y busca infundir en la médula la barrena que producían en su momento los relatos de E. A. POE o los del afamado BLACKWOOD´S MAGAZINE: un terror gótico donde las sombras y lo presentido jugaban mucho más a favor del cuento que su contenido en sí. La atmósfera. El suspense. Lo sospechado. Wrightson, en Feria de monstruos, además ha apartado el telón y ha acercado las candilejas al engendro titubeante plantado en medio del escenario, para que la devastación anímica sea total, afectando tanto aquello que nuestros sentidos/imaginación han intuido en la penumbra como lo que los ojos revelan al núcleo del cerebro: puro terror.

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Lila huya y encuentra el terror (edición de Toutain, en color).  
Ocurre esto en las páginas que LILA, la infortunada adúltera, corre por el inmenso bosque nocturno plagado de formas cuyas deformidad es tanto escondida como realzada por la espesura en la oscuridad. Hay ALGO en la penumbra, que gruñe y respira. Y el misterio lo hace todavía más espeluznante y formidable.

A la luz, queda un terror que produce no menos intoxicación pero, al menos, manifiesto, que además revela que bajo un caparazón pavoroso late un corazón bondadoso y las mejores intenciones esperan poder desbordarse con aquel o aquella que sólo les dirija una palabra amable.

Pero Feria de monstruos no va sólo de criaturas a las que la biología se la ha jugado de mala manera, otorgándoles una apariencia atroz o repulsiva; también es parábola que versa sobre la iniquidad que revisten nuestros “queridos monstruos” de bella factura, tanto física como emocional. Jones exhibe en el escenario la historia de VALKER (¿corrupción de “Walker”, quizás, algo que encajaría con su carácter viajero?), el alto hombre oscuro de traza puritana, a lo EJÉRCITO DE SALVACIÓN, como un predicador itinerante lleno de la Soberbia Palabra de Dios y con un morral repleto de Biblias para municionarse propagando La Verdad por los caminos enfangados de una Europa postnapoleónica. Directamente, Valker no predica, no ametralla con inspirados versículos, la estampa habitual de tales sujetos: la forma como "evangeliza" es mostrando lo que puede hacerte el Criador cuando tiene un “día travieso”, amputándote extremidades o dándote cabezas de más. En este caso, La Palabra es Verbo manifiesto y se mantiene incómodo ante la horripilada observación de los que han nacido “perfectos”, aunque severamente decolorados por el pavor producido.

El hombre alto es, empero, un monstruo trajeado de suntuosidad que combate diariamente con el engendro que camufla bajo sus pías intenciones; el alcohol es el catalizador que sublima al ser impulsivo, violento, intolerante, que guarda dentro. Es otra forma de trasgo (quizás más difícil de ver, tal vez hasta más tolerado, porque todos tenemos harapos de esa entidad bajo las costillas), uno “más social” que, en un arrebato etílico de locura, incendia el carromato hogar de los desventurados (aunque Jones detalla que, en verdad, ESE es el auténtico Valker).

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Se presenta Valker.

Dentro se consume Lila, convertida en su esposa, que es otro tipo de “monstruo”, uno de infidelidad conyugal, tal como lo entendería un control estricto de la observancia moral. Ha pecado; provocó el suicidio, por vergüenza, de su primer esposo, y se arrojó al albur del camino topando con Valker y las horribles criaturas que estaban malditas por mor de su apariencia.

El otro gran monstruo del que se habla en esta inquietante historia de fenómenos con tan impactante final es el Pueblo (no hablaremos de CELIA, para no reventar la historia, pero que encarna la deformación por la venganza). A este monstruo lo podemos vituperar de muchos modos (y con razón), pero aquí tiene coartada. Aúlla apabullado con DEJA o PETIRROJO o los demás desafortunados engendros por culpa de su aspecto, pero es que en nuestro ADN está programada esa reacción hostil. Es un reflejo de la conducta. Jones, cuando esquematiza las biografías de los aludidos, critica el aspecto adverso del rechazo de la comunidad. Pero ¿él tendría un vecino cuyo abdomen contuviera dos cabezas? ¿O una vecina que parece un pariente de YODA, como Deja? Bordea un poco la hipocresía patológica de esos “paladines” de los derechos humanos y la integración que vociferan en la televisión cuando sucede algún caso de racismo en un colegio, por ejemplo; pero luego descubrimos (y ellos también lo hurtan) que esos defensores acérrimos de la igualdad tienen a sus hijos en centros elitistas y conservadores, excluyentes.

El monstruo de la Sociedad también es denunciado como “abominable” porque, previamente a que Valker aparte el telón, se mofa de éste y de aquello que oculta en su carromato. Pero es una queja difícil de sostener. ¿Quién ha dicho que el ser humano sea compasivo? Lo imita. Lo pretende. Como mucho.

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Uno de "ellos", Deja.

LA PARÁBOLA DE LA DEFORMIDAD

Pese a los intentos moralizantes, o críticos, que Bruce Jones acaparase en su magín al momento de escribir esta historia, su relato frisa lo ordinario/deleznable y de no ser por Wrightson muy poco recordaríamos, hoy día, de estas páginas, caso de no haber pasado desapercibidas. Incongruencias de alguien que ganó tres años consecutivos el premio al mejor guionista del año. A la edición que reseñamos aporta una introducción cuyo fraseo ya nos induce la sospecha de la sutil mediocridad de su relato. Apenas habla de los estímulos que le llevaron a hacerlo (aparte del favorito de este Scriptor: ganarse la vida, por dinero, las palabras estigmatizadas de toda reseña, evitadas como el virus del cólera; los autores no hacen esto por razones alimenticias, sino por “amor al arte”, parece la consigna al redactar reseñas), sobre qué meditó, o cómo surgió: ¿estaba borracho; pilló salmonelosis; tuvo una teofanía…? Como mucho, habla de sus preliminares, que poco atañen al conjunto. Admite que divaga.

Retrato familiar de los protagonistas monstruosos de la obra.


Es Wrightson el ATLAS que soporta este Universo para que destaque y lo tengamos presente en el recuerdo llegado el caso de mencionar esta obra; al igual que el DR. ARCANE de su aún más famosa concepción, LA COSA DEL PANTANO, Wrightson reutiliza gran parte del elenco de los HOMBRES SINTÉTICOS que servían lealmente al médico/brujo del remoto castillo entre los Cárpatos. En estas planchas vemos “viejas caras conocidas” en el rol de seres que viajan con Valker mostrando a los “normales” lo afortunados que son de tener ese aspecto. Sus desdichas emocionales son secundarias ante una apariencia como aquella, que los haría decir: “¿Y tú te quejas? Tengo tus problemas y, ADEMÁS, este aspecto aterrador.” Jones ha intentado recordarnos que, en el mundo, hay otros que lo pasan aún peor, recurriendo a esta apabullante galería para fortalecer su alegoría. Pero el ser humano es ingratamente olvidadizo y egoísta, y su aparente “denuncia” queda “descalificada” al sacar engendros que, de espantosos, no pueden existir. Dan la vuelta al horror. Se transforman en esto: viñetas metafóricas.

RECAPITULANDO

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El Frankenstein de Wrightson.

Pese a esto, clásico dentro de la obra de Bernie Wrightson con el cual debemos hacernos a fin de deleitarnos con el trabajo de sombras y detalles macabros que nos recuerdan las ilustraciones de DORÉ o CRUICKSHANK; en Feria de monstruos podemos adivinar las trazas que Doré imprimía cuando su talento describía criaturas anormales o fabulosas. Wrightson ha tratado de capturar ese ambiente decimonónico (que destacará aún más cuando aborde la ilustración del libro FRANKENSTEIN) donde las sombras de ciertas noches hacían más pavoroso al monstruo de lo que en verdad era (EL PERRO DE LOS BASKERVILLE).

Deliberadamente, como Bruce Jones, hemos eludido mencionar la película de TOD BROWNING; lo hacemos conscientes del considerable número de otros articulistas que pagan este peaje; el lector, sin duda, es el párrafo que siempre espera leer cada vez que se efectúa reseña sobre esta obra. No contribuiremos con nuestras palabras a la estática general al respecto.

La edición que hemos valorado adjunta tres relatos cortos de un “Wrightson primerizo”, en los que estaba “haciendo mancuernas” para ponerse a la altura de las planchas de Feria de monstruos. “UNO DE MÁS” tiene el reparo de ser un poco una historia hecha a empujones; va de un tipo con tres brazos que, en una reyerta con el estúpido del bar (en los bares hay más de uno, siempre), lo mata, y emprende la huida. Bien: el médico que asistió a este parto, ¿no reparó en la anomalía y procuró subsanarla? Parecía fácil, no comprometía órganos vitales.
    … a menos que este hombre de tres brazos procediera, como sus verdugos, de una comunidad donde tener una extremidad u órgano adicional fuese habitual…

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Primera página de "La tarea" en su versión original.

“LA TAREA”, el siguiente relato, parece una historia apócrifa de CONAN, un periodo en que sus travesuras le llevaran a ser condenado a exterminar cinco monstruos usando un hacha embrujada que le amenaza con arrancar el brazo si desobedece el encargo. El giro al final del relato, accidentalmente, lo encadena con Feria de monstruos.

“NOSFERATU”, brevísimo (dos páginas) cruza la novela DRÁCULA con la película de MURNAU y pone colofón al tomo, donde sigue destacando el relato principal por las ondas “terrorifisónicas” que las viñetas de Wrightson producen en el espíritu.

Pero no queremos cerrar la reseña sin hacer una somera disquisición sobre el “terror” y sus gradaciones. Evidentemente, cada persona acepta un grado distinto de “terror”. En Feria de monstruos, vemos que depende del ambiente y el suspense para subsistir; de las sombras, susurros y eso que hemos creído ver u oír. Pero un vistazo a la cartelera nos hace notar que el que predomina es el GORE (el género, aunque AL GORE también encarna otro tipo de terror). Sangre, tripas y asesinos desfigurados que matan desde los sueños son los elementos del terror actual. En ese contexto, Conan es terror: con frecuencia topa con un monstruo espantoso que destruye apilándolo en montañas de casquería, ¿no?

Wrightson “procedía” de WARREN, cuya producción venía a ser el relevo de los TALES OF THE CRYPT sacralizados por el bombardeo de WHERTAN y ahí (en ambas publicaciones) se combinaban ambos aspectos del terror: el que surgía del miedo a ser enterrado vivo (que parece ser aquejaba a Poe) y la efusión de vísceras vendidas como salchichas.

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Portada de la edición neerlandesa de 1997.

¿Qué es el terror? ¿Cuál es su grado de tolerancia o influencia? Las historias de H.P. LOVECRAFT son de terror, pero ¿intimidan hoy día? Es obvio que, como con la comedia, hay una degradación del asunto. No se trata de producir escalofríos y desasosiego en el alma, tal como harían las interpretaciones de PETER LORRE o VINCENT PRICE, sino de impactar tan brutalmente que colapsemos en la butaca del cine.

¿Esto es un exceso gratuito o meramente atiende a una elemental compulsión humana? Recordemos que, en épocas “más bárbaras”, las ejecuciones no eran el “trámite burocrático” actual, sino una ordalía sádica de mutilaciones que pretendían satisfacer un afán del numeroso público asistente, so pretexto de “ejemplificar”.

¿Hemos derivado ese anhelo de los patíbulos a las pantallas de cine? Parece ser que sí.

(A título personal: más me aterra el MR. BLONDE de RESERVOIR DOGS que FREDDY KRUEGER. El segundo es un disparate. El primero pulula por ahí ahora mismo.)

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Portada de la edición de Image, de 2005.  
FICHA TÉCNICA
TÍTULO: FERIA DE MONSTRUOS
GUIÓN: BRUCE JONES
DIBUJO: BERNIE WRIGTHSON
EDITA (EE.UU.): IMAGE COMICS/DESPERADO PUBLISHING IC., 2005
EDITA (ESPAÑA): PLANETA DeAGOSTINI, 2005
TRADUCE: EDUARDO LÓPEZ
RETOQUES, ROTULACIÓN, DISEÑO DE CUBIERTA: RIMBAU MUÑONES
REALIZACIÓN TÉCNICA: TRIOPTRÍA
FORMATO: TOMO TAPAS DURAS, 74 PÁGINAS, B/N. INCLUYE LOS RELATOS: UNO DE MÁS, LA TAREA y NOSFERATU
INTRODUCCIÓN: BRUCE JONES
ISBN: 84-674-1752-8
P.VP.: 7,95 EUROS

FICHA TÉCNICA EDICIÓN TOUTAIN
    TÍTULO: FERIA DE MONSTRUOS
    GUIÓN: BRUCE JONES
DIBUJO: BERNIE WRIGTHSON
EDITA (ESPAÑA): TOUTAIN EDITORES, 1984
DISEÑO GRÁFICO: JOSEP MARTÍ RIPOLL
COORDINACIÓN DE LA EDICIÓN: JOSEP LLASTARRY y VICTORIA LLORENTE
FORMATO: TOMO ENCOLADO, 50 PÁGINAS, COLOR
ISBN: 84-85138-90-2
DLP: 32.249-1984
P.V.P.: 550 PESETAS
Creación de la ficha (2010): Antonio Santos. Con edición de M. Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
ANTONIO SANTOS (2010): "Feria de monstruos. Facetas del infortunio", en Tebeosfera, segunda época , 5 (7-IV-2010). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 22/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/feria_de_monstruos._facetas_del_infortunio.html