MARVEL KNIGHTS - KILLRAVEN – ONE SHOT La hippie y el vagabundo |
Dos de Mayo de 2020: la Tierra bajo el poder marciano. JONATHAN RAVEN, alias Killraven, durante una de sus batidas guerrilleras, realiza un hallazgo increíble que le proporcionará un cambio de perspectiva sobre su lucha. La despedida de ALICE estará cargada de emotiva amargura.
FUE DURANTE LA NOCHE DEL DÍA DEL TRABAJO…
Más bien poco podemos rascar de esta obra gentil, bienintencionada, sin complicaciones, meliflua e insustancial, de JOE LINSNER (y la parte que le toque a EVA HOPKINS) y que no se resuma en cinco renglones; nos convencen (sin serlo del todo) de que es una obra puente entre la gran saga épica de los setenta que sui generis desarrollaba LA GUERRA DE LOS MUNDOS de H.G.WELLS y el valiente y abarrotado intento de ALAN DAVIS de 2002. Sobre las virtudes de Linsner nos remitiremos al comentario de EDUARDO LÓPEZ LAFUENTE. Ahora, pasamos a la recapitulación y liberamos al lector al disfrute de su tiempo como mejor le parezca.
En cambio, Linsner/Hopkins logran dejar flecos que sí merecen atención. Es cierto que, como original-original, esta historia no lo es mucho, pues se limita a ser una variación del contraste de caracteres y sociedades, una forma de choque aun generacional entre lo poético y lo pragmático.
Consideramos que la saga a la que se remite este tebeo es una de las más jugosas de MARVEL, aunque también dentro del ámbito de las miniseries, que procuren mantener cierta ilación entre sí para no confundir al lector, pero que, como proyecto longevo, peligra: enseguida caería en pamplinas y sentimentalismos retóricos, “albondigando” al/os personaje/s (justo lo que hace Davis, por cierto).
Porque la historia de Killraven nunca ha tenido la suerte de contar con unos guionistas a la altura de la situación (Linsner hereda estos tics). El personaje, una especie de ESPARTACO, sale a la carretera con un simulacro de propósito por un planeta conquistado por los marcianos, que han recreado una pesadilla feudal con toques a LA ISLA DEL DR. MOREAU, colmando ciertos instintos sádicos/científicos de difícil coherencia o lógica. Parecían más interesados en hacer aberraciones por ver qué salía que persiguiendo un concreto e impersonal objetivo. Hasta MENGELE tenía una meta clara efectuando sus experimentos.
En Marvel entendieron que Killraven (y su troupe) era una especie de GRAN EMANCIPADOR que, en plan A-TEAM, rescataba damiselas en peligro de dragones mutados, retratando un paisaje “social” fruto del devastador cataclismo invasor, como alegoría a la situación que padecía su país por entonces. Esta económica fuerza de combate, una forma gráfica de RAMBO (el descrito en PRIMERA SANGRE, la novela de DAVID MORRELL, de 1972), procedía talmente al contrario de cómo había sido educado y brujuleaba por ahí “con las tripas llenas de odio hacia el invasor”, al cual infligía algún ocasional inconveniente, más que clamorosas derrotas. Marvel nunca tuvo intención de hacerle un vencedor; sólo otro estandarte de su “izquierdismo” de salón, como la injustificadamente glorificada saga escrita por DON MCGREGOR demuestra. Vamos a discriminar el dibujo de P. CRAIG RUSSELL (aunque, en este tebeo, Linsner tributa a ambos un elíptico homenaje) del contenido “intelectual” de McGregor, quien transformó la serie del hosco gladiador, con esa pinta de masoca fetichista, en un canto épico, una especie de BRAVEHEART lírico, y sin más propósito que la recreación del propio autor por su trabajo.
Aquél Killraven adolecía de un punto de vista pragmático cargado de cinismo europeo (el de GARTH ENNIS, o aun AZZARELLO) y, sobre todo, de una meta. De continuo gritaba: “¡Llevaré la guerra a Marte!”(previa liberación de la Tierra), pero nasty de plasty, tío. Aquí que seguía con las aventuras de EL HOMBRE DEL RIFLE o EL COCHE FANTÁSTICO: Killraven jamás reunió un ejército. Nunca contactó con la resistencia, de haberla. McGregor agotó la paciencia del lector con sus recreaciones de LA FUGA DE LOGAN y sus densos textos poéticos, apenas ceñidos al relato.
Linsner, en este número único, ha obedecido la pauta. Vuelve a orearnos cuán destructivo y feroz es Killraven, pero el tío dedicado a la ovnitología entre tanto. Así, encuentra una retroincreíble instalación tecnológica donde hay unos hippies (fumaos prófugos de WOODSTOCK) que esperaban salir de su hibernación en 2001, cuando la odisea espacial, confiando hallar el mundo bajo el dominio del FLOWER POWER, o algo así. Habían decidido someterse a este “sacrificio” como “protesta” (al loro, que vienen las curvas) al belicismo de la ADMINISTRACIÓN NIXON y contra todo el rollo macabeo que OLIVER STONE, el LENI RIEFENSTAHL de los dictadores de izquierda, se trae entre manos. En fin. `Nuff said.
RESISTENCIA PASIVA/NO VIOLENCIA
Alice, la hippie, se entumece de horror viendo que el futuro es mucho peor que Vietnam. Y este choque cultural es el que intenta explotar Linsner, confrontando la personalidad áspera de Killraven con la de Alice, puro cliché estilo SENSACIÓN DE VIVIR. Y entonces es cuando el autor mete bien la pata.
Hemos dejado claro que Killraven es una “continuación” de La guerra de los mundos, mas Alice describe el ataque como una ficción de H.G. Wells, no un evento histórico de “este plano”. Declarado esto, Linsner se queda tan campante.
¿Ustedes creen que si Marte invadiera la Tierra en 1898 (la auténtica fecha de La guerra de los mundos, pese a lo que Wells afirme en el primer capítulo de la novela, situándola a principios del siglo XX) no imprimiría una huella indeleble en la conducta y la Historia humana futura? ¿Que los restos de las máquinas guerreras, fuente de una innovadora tecnología, serían enterradas donde el ARCA PERDIDA, pasando a fingir que todo fue un programa radiofónico de coña de ORSON WELLES? ¿No habría museos dedicados al suceso; la Sociedad sería diferente? Los coletazos de la Segunda Guerra Mundial perduran en nuestra vida actual. Se ha modificado nuestro mundo procurando impedir que sus detonantes se repitan. La propuesta de Linsner viene a ser como que la Segunda Guerra Mundial fue una serie que SVEN HASSEL escribió para competir con DOC SAVAGE.
Alice atravesó el espejo (curiosa analogía virginal que hace de ella cuando Killraven la encuentra dentro de su cámara de hibernación, como anticipo de su ingenuidad) para descubrir que algo más dañino que la REINA DE PICAS domina el mundo, y que el cicerón que le cuenta cosas adopta posturitas bélicas y lanza bravatas, pero asome una condición a lo PEQUEÑO BUDA y transmite su “revelación mesiánica” a un mundo que necesita más a JOHN WAYNE que iluminados beatíficos.
Y ¿ESTO HA COMPRADO DISNEY?
Aunque no sea ya actualidad, al menos el rescoldo sigue caliente. Disney (¿o es PIXAR?) ha adquirido los cinco mil mendas que pueblan el exótico Universo Marvel considerando su positivo balance en taquilla, nos cuentan. Se ve que les han hurtado los ingresos de DAREDEVIL, ELECTRA o GHOST RIDER (esos grandes, clamorosos éxitos).
De entrada, suena muy positivo para LA CASA DE LAS IDEAS: tendrán un solvente colchón amortiguando el gasto de sus fracasos (tal como WARNER hace con DC COMICS), pero ¿cómo va a afectar la meliflua reputación del hogar de MICKEY MOUSE en la casa de los ROCKANRROLLA? ¿Cuánto van a intervenir los ejecutivos de MARY POPPINS en los guiones descarnados de Ennis, o Azzarello? ¿De qué modo LA SIRENITA va a influir en el vestuario de las dominatrix Marvel, llamadas también superheroínas y supervillanas?
Y si el cálculo se hizo en virtud al ingreso en taquilla… sólo IRON MAN ha sido realmente un BLOCKBUSTER; las de LOS 4 FANTÁSTICOS han aguantado el tipo, pero son películas que agrada ver de año en año. (Los efectos especiales de MR. FANTÁSTICO rozan la STOP-MOTION, y nos llevamos más tiempo tratando de ver lo que la MUJER INVISIBLE insinúa bajo su ajustado uniforme que de lo que va la película.) (Bueno, vale; quizás eso sí justifique sus ingresos.)
Es muy prematuro (y arriesgado) establecer una opinión sentenciosa sobre esta operación mercantil, pero intuimos que los personajes como Killraven van a pasarse en la orilla del río LETE mucho más de lo que ellos tienen previsto, a menos que los “disneylandicen” (o sea, “los desvistan de hierro”.)
Y nos vamos a tomar la libertad de recordar al lector que los taquillazos de Disney proceden de Pixar, no de su interminable catálogo de adaptaciones de los clásicos, edulcorados hasta el extremo de producir diabetes.
RECAPITULANDO
Excepto como “eslabón” o “puente”, la obra reseñada no creemos que pase a la posteridad con grandeza, o imprima poco más que un tenue recuerdo. Tiene bastante de capricho, y su meollo reside en la confrontación de personalidades antagónicas de los protagonistas, que no salen de una azotea una noche de BELTAINE. Sería una económica, minimalista obra de teatro.
Este tebeo es una mera curiosidad que, en segunda ojeada, tampoco soporta su presunta conexión como enlace entre la serie de los 70 y la saga de Davis, que apenas respetó lo existente y de forma puntual. Si algún lector no lo tiene, o no lo encuentra, tampoco debe afligirse: es uno de esos tebeos que, si lo lees, bien; sino no lo lees, bien. Eso sí: la portada bien llamativa que es.
Sobre la edición española, observar que los textos en blanco “sobre” los colores de fondo apenas se leen, o se hacen con esfuerzo. Podrían haber sido un poco más académicos y ceñirse al negro habitual, aunque fuese prosaico.
FICHA TÉCNICA
MARVEL KNIGHTS - KILLRAVEN – ONE SHOT
AUTOR: JOSEPH MICHAEL LINSNER
GUIONISTA ASISTENTE: EVA HOPKINS
COLOR: AVALON STUDIOS
EDITA (EE.UU): MARVEL, 2001
EDITA (ESPAÑA): PLANETA DEAGOSTINI-FÓRUM, 2001
TRADUCE: FRANCISCO REINA
REALIZACIÓN: GINA ROSQUELLES
ROTULACIÓN: MAYTE PÉREZ
FORMATO: NÚMERO ÚNICO, GRAPADO, 28 PÁGINAS
DEP. LEGAL: B-32710/01
P.V.P.: 250 PESETAS