LEVANTANDO PILARES EN LA HISTORIETA RESEÑA DE ARQUITECTURA PARA PRINCIPIANTES |
Detalle de la cubierta del libro. |
Una macabra "13, Rue del Percebe". |
Álex Xöul, como dibujante primerizo (es ésta su primera obra monográfica, habiendo publicado previamente algunas historias cortas con guiones de Busquet), recurre también a diferentes estratagemas narrativas acordes con la trama que impone su guionista. La narración paralela en “Historia de la arquitectura moderna I” le lleva a usar páginas dobles simétricas que sirven para narrar la evolución en la vida de los dos arquitectos. Narración paralela en "Historia de la arquitectura moderna I".
El descenso a las profundidades de la tierra en “Mecánica del suelo y cimentaciones especiales” lo aprovecha para llenar una página de viñetas negras donde sólo puede orientarse el lector a través de la lectura de los globos de texto. La falsa historia que cuenta el estafador en “Historia de la arquitectura moderna II” está narrada en viñetas elípticas, para diferenciarla de la historia “actual” en viñetas rectangulares convencionales.
El trabajo de Xöul también está imbricado de influencias. Todas son suposiciones, pero es posible que su querencia por el graffiti se vea proyectada en esas figuras de articulaciones angulosas o en esas perspectivas extremadamente forzadas. O podemos ver los rasgos característicos de otros jóvenes autores españoles, como los de Santiago Valenzuela en “Historia de la arquitectura moderna I”, o la composición y forma de dar color de Miguel Navia en la portada. ¿No recuerdan los personajes de “Patrimonio artístico-arquitectónico” a los caracteres habituales de José Luis Ágreda? O en las últimas historietas, una vez que el autor evoluciona en su propio estilo, ¿esos rostros no se asemejan a los que dibuja Esteban Hernández? Existe, como se ha dicho, una evolución clara en el dibujo (podemos verlo en la línea, en las caras, sobre todo en la forma de representar las manos), pero ¿esta evolución es intencionada o consecuencia de una maduración gráfica? Es decir, ¿pretendía Xöul trabajar con diferentes estilos según el tipo de historia, o su trazo se ha ido modificando con el paso del tiempo? Para ello habría que tener conocimiento del proceso de elaboración del libro, el cual llama la atención desde el mismo momento en que se decide para su publicación un formato tan “lujoso”, con cubiertas en cartoné, encuadernación cosida y páginas de alto gramaje; aunque, paradójicamente, después se haya descuidado la impresión y el resultado dé un aspecto deslustrado, desvaído, consecuencia de la poca intensidad de la tinta (por este motivo ya está prevista una segunda edición, enmendada). Viñetas elípticas para diferenciar la historia falsa de la real.
Un formato que, a pesar de todo, puede que no sea el adecuado. El ya convencional tamaño de comic book impide disfrutar del trabajo de Xöul en su plenitud, unas páginas repletas de edificios y detalles arquitectónicos que quedan deslucidos a menor tamaño. Y un libro de historietas sueltas, independientes, aunque con un mínimo nexo argumental, puede que no sea la mejor carta de presentación de un autor novel a este respecto. Un estilo más evolucionado en las últimas historietas.
Busquet ya es un autor conocido, uno de los pocos que suelen trabajar como guionistas para otros dibujantes, y con carrera reconocida y premiada. Pero Xöul afronta un prometedor futuro, ya sea en solitario o acompañado. La necesaria evolución de su grafismo puede llevar a un estilo propio, fresco, que puede tener gran aceptación en el público lector. Arquitectura para principiantes supone, a pesar de sus irregularidades una buena muestra del trabajo de este dibujante que ya domina la narración pero al que todavía le faltan páginas para encontrar su camino, dependiendo su recorrido del entusiasmo con el que el autor afronte su tarea. Entusiasmo que, vista su escasa obra, atesora.