NI AMO NI SOBERANO
MANUEL BARRERO

Title:
Neither ruler nor sovereign
Resumen / Abstract:
Reseña de Manuel Barrero del libro Ni Dios ni amo. El anarquismo en viñetas, de Norman Fernández y Pepe Gálvez / Review by Manuel Barrero of the book Ni Dios ni amo. El anarquismo en viñetas, by Norman Fernández and Pepe Gálvez.
Palabras clave / Keywords:
Anarquismo/ Anarchism
  • Portada del libro reseñado
  • Muestra del interior, con historieta de Spain Rodriguez sobre Durruti
  • Muestra del interior, con portada de El Víbora dedicada a Emili Piula, de Montesol y Roger
  • Muestra del libro, con portada del libro 8 Hores de Pepe Gálvez y Alfons López
  • Página de 8 Hores de Pepe Gálvez y Alfons López
  • Ilustración de Lorena Canottiere de su libro Verdad (2016)
  • Muestra de Pepe Buenaventura Durruti, por Juanarete, Carlos Azagra y Encarna Revuelta
  • Muestra del cómic Ricardo Mella, por José Trigo y Ramón Trigo

NI AMO NI SOBERANO

 

Norman Fernández y Pepe Gálvez vuelven a firmar juntos un libro que va a pasar desapercibido para gran parte del público interesado en los tebeos. Se trata del conjunto de textos que dan forma a un catálogo de exposición que lleva como título el lema libertario, Ni Dios ni amo, el cual ha sido publicado por Semana Negra, con patrocinio y ayuda de Xixón Cultura y Educación. Es, en efecto, un catálogo de exposición, que como la mayoría es modesto en empaque, pero mayúsculo como esfuerzo intelectual, porque forma parte de una serie de textos brillantes que se han ido ofreciendo de forma continuada y que, pese a ello, obtienen menor valoración de la que debieran (a juicio de quien esto escribe). Es importante reconocer la labor que hacen estos dos teóricos con estos catálogos, porque debido a esta consideración —la de ser catálogos y no monografías teóricas— alcanzan una repercusión mucho menor entre el público interesado. Además, esos libros no se distribuyen comercialmente, solo se reparten durante la Semana Negra, y es muy difícil hacerse con ellos fuera de ese evento. El trabajo de reflexión y escritura sobre cómic que han desarrollado Fernández y Gálvez ha sido meritorio durante estos últimos años, sobre todo porque abordan asuntos con los que no se atreven otros estudiosos y opinantes, o bien porque los tratan antes que nadie o con un enfoque mucho más comprometido.

Este libro es el último de una serie de trabajos teóricos construidos a partir de exposiciones cuyos temas son escogidos por los organizadores del acontecimiento cultural Semana Negra, entre los que destacan Ángel de la Calle y el propio Norman Fernández. Hasta la fecha, las muestras que se han ido montando a cada convocatoria del festival han abordado temas vinculados con la lucha revolucionaria, el compromiso social o sobre debates de actualidad, o bien han utilizado el cómic como plataforma desde la que aupar una reflexión sobre esos asuntos, porque podríamos remontarnos a la exposición sobre El Víbora. Bocados de realidad, de 1997, como iniciadora de esta corriente. Desde entonces, las exposiciones propuestas han despertado reflexiones entre el público en torno a: la obra de autor (pivotando sobre Oesterheld), el nuevo underground (sobre Fantagraphics, con un texto de Ana Merino en esta ocasión), la generación de autores comprometidos del tardofranquismo (La generación más guapa, con textos de Lorenzo F. Díaz) o la propaganda antifascista (Germán Horacio, con textos de Germán Robles). Norman Fernández y Pepe Gálvez, ambos o por separado, han brillado especialmente en los trabajos escritos destinados a los catálogos de muestras como la serie Hermosos e ilustrados (2005-2008), que lanzaba nuevas miradas sobre el cómic de reciente producción en España, sobre los nuevos géneros y sobre la historieta autobiográfica. Luego, sobre algunos autores que daban pie a reflexionar sobre el compromiso del artista con la realidad social, como Enrique Breccia, José Muñoz, Edmond Baudoin o Enric Sió. Simultáneamente, Gálvez y Fernández fueron comprometiéndose con un conjunto de textos para muestras en las que se abordaban temas de actualidad, a veces hirientes, como el 11-M, la persistencia de la Guerra Civil, la sátira irreverente, el maltrato o el feminismo. El catálogo sobre la muestra Ni Dios ni amo. El anarquismo en viñetas, publicado en julio de 2020, es el último en el que han colaborado juntos. 

En su acercamiento a todos estos temas mencionados los autores siempre han mostrado una firme posición afincada en la izquierda ideológica, que en gran medida es la que supura también en los planteamientos de la Semana Negra, dirigida por Ángel de la Calle, que suele prologar estos catálogos y supervisar las exposiciones. Todos los catálogos mencionados llevan un largo texto que explora el tema de la muestra, y en ese texto los autores exponen su punto de vista abiertamente y sin tapujos, como ocurre en este libro, cuyo artículo principal versa sobre la anarquía entendida como filosofía política que persigue desde el siglo XIX construir una sociedad sin dominación. Al no poder alcanzar ese objetivo utópico (sobre todo porque el movimiento perdió fuerza a partir de 1910, salvo en Ucrania y España y otros emplazamientos menos recordados), los anarquistas han seguido luchando contra el poder opresor, pero lo cierto es que no lo han hecho amparados por un sistema ideológico cohesionado, con lo que a la larga se ha terminado asociando anarquismo con dispersión, delincuencia, terrorismo y, hoy, con la lucha antisistema.

La lucha anarquista cuenta con ese componente utópico que ha elevado a varias figuras a la categoría de mito, siendo Durruti el principal en nuestro país. Siempre se ha defendido bajo la bandera del compromiso político (sobre todo a favor de la lucha obrera por la dignidad profesional y vital), por el empoderamiento y la búsqueda de las libertades sin cortapisas, y también por el ensalzamiento del individualismo. Este último componente del movimiento antiautoritario ha servido para construir la imagen del anarquista como un tipo extravagante y violento, a la vista de que algunos anarquistas frustrados terminaron convirtiéndose en malhechores. Precisamente el debate sobre la vigencia del anarquismo radica en que uno de los basamentos de la lucha revolucionaria se fundamenta en el uso de la violencia, por considerar que en determinadas circunstancias (como reconocen ambos autores en el texto principal de este catálogo) esa violencia «no solo es legítima, es que también constituye un acto de justicia». Es decir, ese individualismo inmanente al alma romántica y revolucionaria del anarquista le lleva a desarrollar un sentimiento que traspasa la legalidad, porque en busca del pacto soñado, el “libre acuerdo entre iguales”, puede acabar dañando a los que presuntamente deberían ser también considerados iguales en tanto que son ciudadanos que conviven con ellos. El debate que se plantea es, por lo tanto, si el anarquismo inicia verdaderas acciones legítimas, porque el que juzga esa legitimidad es siempre el propio anarquista en función de una sola variable, la dominación, que como sabemos puede ejercerse de múltiples formas. Es obvio que el amparo de la ley es excluyente y no admite dos legitimidades opuestas, y que esa ley opera en el seno de una sociedad que lleva siglos organizándose mediante el ejercicio del poder (o de sistemas de dominación, como lo entienden los autores). Y, como es bien sabido, en toda democracia moderna solo el Estado tiene el monopolio de la fuerza, o sea, el poder de ejercer la violencia legítimamente.

El lema anarquista “sin amo ni soberano”, que es como lo formuló Proudhon, el fundador del anarquismo socialista, se ajustaba al ideario principal del movimiento, que por ser ateo no contemplaba a Dios en la ecuación. Alcanzar la utopía anarquista implicaba derrocar el Estado, y con él, el sistema fundamentado en la separación de poderes admitido actualmente en nuestras democracias liberales, con el fin de reconducir la actual convivencia a un estado ideal en el que los iguales serían todos libres. Pero el debate nunca quedó resuelto, y de ahí las cursivas sobre las anteriores palabras clave. ¿Cómo definir y alcanzar la igualdad y quiénes tendrán el privilegio de ser considerados iguales? ¿Qué precio tiene la libertad para los que quieren distinguirse u opinar de forma diferente? ¿Y bajo qué liderazgo se logran estas metas? Proudhon terminó siendo criticado por Marx precisamente porque sin Estado (sin el que emanaría de la dictadura del proletariado, por ejemplo) no podía organizarse la sociedad. El desorden no podía ser la base de una utopía que tiene como principio la armonía, un tipo de orden, en suma. Y queda también la duda de cómo llegar a una convivencia ordenada si partimos de un plan desordenado que pretende derrocar la dominación con el concurso de la violencia. La violencia no debería ser nunca una solución a un problema, porque es sabido que la violencia solo genera más violencia, incluso cuando se pretenden defender libertades con ella. Pese a que el anarquismo ha perdido fuelle como movimiento social, este debate sigue candente hoy.

En el catálogo Ni Dios ni amo, Fernández y Gálvez recuerdan un conjunto de tebeos en los que se aborda algún episodio de la lucha anarquista, la biografía de anarquistas o bien que transcurren o derivan de contextos en los que triunfó el anarquismo, desde el movimiento insurreccional de la Comuna de París hasta la revolución anarcosindicalista española de 1936. Sus reseñas de estas obras son soberbias, o lo son la mayoría de ellas. Son textos bien escritos, equilibrados, con un primer párrafo descriptivo y uno segundo de análisis y comentario, ambos brillantes por lo común, porque ambos son muy buenos escritores. Las obras que repasan han sido producidas sobre todo en los últimos años, porque este asunto lo abordaron muy pocos tebeos durante el siglo pasado: Caso Scala, de 1978; la serie Emili Piula, de 1980; Niebla en el Puente de Tolbiac, 1982-1985, y Negras Tormentas, luego Barcelona al alba, de 1994. El resto de títulos recordados en este catálogo han sido producidos en el siglo XXI, gran parte de ellos en los últimos años: Cuerda de presas, en 2005; Los fantasmas de Ermo, en 2006; El arte de volar, en 2009; El corazón del sueño, en 2014; La virgen roja, en 2016; Jamás tendré 20 años, en el mismo año; Esclavos del trabajo, también del mismo año; 155, igualmente; Verdad, publicada en origen en 2016 y en España en 2020; El tesoro de Lucio, en 2018; Ricardo Mella, en el mismo año; La sangre de las cerezas, aquí traducida al año siguiente; Pepe Buenaventura Durruti, también de 2019, y 8 hores, en 2020, una obra que acaban de publicar Pepe Gálvez y Alfonso López.

Las obras exhibidas en la exposición, de las cuales se recogen algunas muestras en el presente catálogo, son también magníficas aunque se reproduzcan a pequeño tamaño: del citado López, Lorena Canottiere, Ramón Trigo, Carlos Azagra y Encarna Revuelta. Gracias a esta muestra podemos conocer y prospectar en un tema poco estudiado (solo recordamos otro meritorio trabajo, el recopilatorio Gráfica Libertaria) en el que nadie había buceado anteriormente con igual intensidad, una labor que bordan Gálvez y Fernández. Ojalá sigan cada año produciendo perlas de este tipo en siguientes convocatorias de Semana Negra.

Creación de la ficha (2021): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Manuel Barrero (2021): "Ni amo ni soberano", en Tebeosfera, tercera época, 16 (22-II-2021). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 21/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/ni_amo_ni_soberano.html