PARQUE CHAS. LEYENDAS URBANAS, MAGIA Y MISTERIO
Si todos los barrios de Buenos Aires tienen algo de mágico y misterioso, Parque Chas es todo magia y misterio. ¿Existe alguna teoría o explicación del porqué de esos fenómenos? No lo sabemos, y es una alegría que así sea. Tal vez si pudiera explicárselos dejarían de suceder. Parque Chas nos gusta así: maravilloso... pero no obstante intentaremos un acercamiento.
Ricardo Barreiro en guiones y Eduardo Risso en los dibujos nos regalan historias de corte insólito y sorprendente en la historieta Parque Chas publicada en la revista Fierro de editorial La Urraca. Esta historieta es una creación en donde lo cotidiano, lo concreto: la realidad, se mezcla y convive con lo inverosímil, lo alucinante, lo imprevisible: la ficción, transformando situaciones habituales en hechos increíbles donde lo imaginario se entrelaza hábilmente con lo real. Parque Chas es como un tango dibujado porque nos dicen las canciones populares que las callecitas de Buenos Aires tienen ese qué-se-yo ¿viste?... la luna va rodando por Callao... los barrios de la ciudad tienen un-no-se-qué tan fuerte... y otras tantas maravillas y asombros como las ocurridas en el Parque Chas.
Una de las historias enlaza con una leyenda urbana del Parque Chas: la de los conductores que no consiguen encontrar la salida y siguen atrapados en este particular barrio de Buenos Aires. |
Parque Chas se nutre de lo mejor de la historieta, la literatura dibujada y la narrativa argentina, esas deben ser consideradas sus fuentes. A este respecto se puede decir que Parque Chas pertenece literariamente hablando al realismo fantástico argentino. El realismo fantástico entendido como una creación argentina del siglo XIX que combina hábil e inteligentemente diversas temáticas: policial, relato científico, especulación filosófico metafísico esotérica, horror y nueva fantasía, entrando y saliendo libremente de ellas sin reconocer limites, con gran flexibilidad. Este es un genero literario de aluvión como en nuestro país lo es su población. Es un crisol, es fusión de temáticas, como crisol y fusión de pueblos y razas es la Republica Argentina.
Los pioneros, los precursores del realismo fantástico son el naturalista Eduardo Holmberg y el fundador de Caras y Caretas Fray Mocho (José S. Álvarez) -en el Siglo XIX-. Recreador y renovador destacado es Leopoldo Lugones, y las cumbres literarias son: Borges, Cortazar, Mugica Láinez, Bioy Casares y Sábato. Estas historias tan complejas fueron difíciles de ser dibujadas en historieta hasta que Alberto Breccia se animó a internarse en los infiernos del Informe sobre ciegos de Sábato, dibujando también historias de Jorge Luis Borges. En historieta quienes escribieron guiones considerados como realismo fantástico fueron Oesterheld, Trillo, Alejandro Dolina y Ricardo Barreiro entre los mejores exponentes.
El ambiente de este estilo de literatura es de la ciudad con su gente de clase media, sus mitos urbanos, tangueros, referidos a una tradición local pero de tipo universal a las que deben sumárseles las fantasías y ficciones contemporáneas, la ciencia ficción y la novela negra policial. La acción es urbana o suburbana, se desarrolla en barrios y en ciudades reales (no imaginarias) con su ajetreado ritmo moderno e integradas en la sociedad o civilización contemporánea.
En la historieta Parque Chas de Barreiro / Risso hay entre los parroquianos que cuentan historias singulares ocurridas en el barrio uno muy especial. Este personaje, este parroquiano es el propio Alejandro Dolina, una persona de la vida real, y aquí encontramos un dato clave acerca de las fuentes de la historieta Parque Chas.
Los personajes sorprendentes, relatos increíbles e historias mágicas que provienen de una literatura muy particular que bucea en otros aspectos de la vida urbana -la que realiza Alejandro Dolina en sus Crónicas del Ángel Gris- son el más claro antecedente de la historieta Parque Chas que narra Ricardo Barreiro y dibuja Eduardo Risso. La citada obra de Dolina apareció primeramente siendo una serie de artículos publicados en la revista Hum® que revestían un carácter tan extraordinario, único y particular que finalmente fueron recopilados y publicados en un volumen denominado justamente Crónicas del Ángel Gris. Allí, Dolina nos descubre los secretos, vivencias y acontecimientos de un barrio muy singular, el barrio de Flores, barrio del Ángel Gris. Dolina nos cuenta las andanzas, peripecias, sentires y costumbres del Los Hombres Sensibles de Flores y de sus rivales Los Refutadotes de Leyendas. Toda una gran imaginería y mitología van mostrándosenos de la mano de Dolina quien nos relata muchas anécdotas ocurridas no sólo en Flores sino en barrios de todo Buenos Aires, barrios que existen en la realidad, entre ellos el Parque Chas y todo su misterio. Parque Chas, la historieta, es entonces un guiño homenaje hacia Alejandro Dolina.
Alejandro Dolina es uno de los parroquianos que hablan con el protagonista. |
En Parque Chas es el barrio el que tiene sus propias leyendas, mitos y secretos que lo hacen único con respecto al resto de la ciudad sin escindirse de ella. Alrededor del barrio Parque Chas nos adentramos por las calles del mito y las esquinas de la leyenda. Allí, en ese lugar cuya forma repite la de un signo cabalístico, ocurren cientos de casos extraños: los taxistas se pierden hay calles inexistentes o manzanas que nunca se cierran, hay historias fantásticas, criminales y terroríficas sumadas a los sucesos extraordinarios de un barrio acosado por fantasmas y por los espectros del insondable parque. Todos ellos nos hechizan en una historieta singular, llena de aventuras narradas en capítulos de historias unitarias, mágicas y fantásticas que merece la pena mencionar aunque sea imposible abarcarlas a todas ellas:
Portadas de los recopilatorios de la serie, editados por el sello Puro Comic. De izquierda a derecha, la primera parte (2004), la segunda parte (2006) y la reedición de la primera parte (2008). |
Parque Chas, la historieta, tiene una secuela en Parque Chas II, también en la revista Fierro y con el mismo equipo (Risso y Barreiro). Aquí se habla mas de Ricardo, el protagonista de las aventuras -el investigador, alter ego del guionista Barreiro- y de su enamorada, la bella Aitana, y la historia se interna en la exploración de una extraña invasión que acaece, considerándose esta secuela como otra de las clarividencias de Barreiro quien dentro de un contexto fantástico describió lo que metafóricamente debería considerarse como el cercano y reciente futuro sombrío que sufrió la sociedad argentina con locuras políticas y desigualdades sociales inquietantes.
Epílogo de la segunda parte de Parque Chas, donde se enlaza directamente el fantástico relato sobre una "invasión insectoide" con el de la realidad política Argentina. |
Parque Chas, historieta única, fundacional deriva de aquellas historias de Dolina, si bien en sus crónicas del ángel gris los relatos son nostálgicos, mágicos, misteriosos y aunque melancólicos son de tipo optimista con muchas cuotas de humorismo. En cambio la historieta Parque Chas es aventura y misterio, tragedia, oscuridad, horror, aumentando y exasperando aún más sus características sombrías en su edición en libro -como señalamos recién- por la particular impresión del mismo.
Parque Chas es en sí mismo un infierno porteño y con esto se relaciona fundamentalmente con obras como el Informe sobre ciegos (capitulo de "Sobre Héroes y Tumbas") de Ernesto Sábato y con El Aleph de Borges. Un Aleph, es ese punto desde el que se puede observar todo el universo simultáneamente y sin superposiciones y que se encuentra en Buenos Aires en la calle Garay, en el sótano de la casa familiar del amigo de Borges Carlos Daneri, casa familiar que también lo fuera de Beatriz Viterbo la novia muerta de Borges. El Aleph es uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos; pequeña esfera tornasolada, el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos; el microcosmo de alquimistas y cabalistas, el concreto amigo proverbial, el multum in parvo; el conjunto infinito. Todos ocupan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia, en simultaneo donde cada cosa era infinitas cosas pues claramente se ven desde todos los puntos del universo. La visión de un Aleph es penetrar en un infierno que atrapa y condena para siempre a quien lo descubre u observa.
Breve aparición de Borges en el oscuro sótano de una fantástica biblioteca. |
Ernesto Sábato, por su parte, nos refiere de la casita del barrio de Belgrano que visita Vidal Olmos y que conduce hacia las recónditas profundidades de Buenos Aires con su mundo extraordinario: el de la planicie iluminada por un sol estrella roja gigante, su firmamento siempre crepuscular, su luna radiactiva, sus 21 torres de altura inconcebible, su ídolo fosforescente, donde se cita a la Gran Raya Negra del océano, a los pájaros que picotean los ojos y sus sensación posterior (como con Popeye y en El Perro Andaluz respectivamente) donde es permanente el asco, el horror y el terror y donde se producen permanentes metamorfosis en el explorador (hombre pez y otras) tratando de penetrar al terrible volcán de carne, culminando todo en una destrucción apocalíptica donde el mundo se desmorona hacia inmensos cangrejales, los ojos saltan y ruedan como pelotas, las piernas corren solas y las manos buscan a tientas ya sin cuerpo. Este ha sido el mayor infierno porteño imaginado, aunque no debemos olvidarnos de Julio Cortazar y sus relatos con tigres paseando por habitaciones, su colectivo que conduce a la muerte y sus casas tomadas por fuerzas extrañas. Y sumemos también el relato más impactante de Dolina, el referido a la gran serpiente -monstruo antediluviano que vive en las profundidades del Arroyo Maldonado, curso de agua que, hoy entubado, cruza la ciudad de Buenos Aires.
El pasado y el futuro se encuentran durante un colapso en el continuum espaciotemporal provocado por la invasión insectoide. |
Parque Chas es también una historieta fundacional. Para llegar a conformar y consolidarse su estilo fue necesario una amplia evolución de la historieta nos sólo argentina sino también universal. A continuación nombraremos y comentaremos a titulo informativo las historietas que a nuestro entender son precursoras de la obra de Barreiro y Risso.
Los planes de los malvados insectoides para dominar el mundo mediante el reemplazo de los dirigentes mundiales por duplicados mutantes. |
La historia de El Cuco, un monstruo que personifica el horror pero también la humanidad. |
El autor de los guiones de Parque Chas, Ricardo Barreiro da cierta realidad a las imaginaciones fantásticas relatadas utilizando un procedimiento singular: el autor es protagonista de lo que narra y en la acción intervienen amigos suyos, con su nombre verdadero.
Encarada pues la investigación periodística Ricardo va entrevistando a diferentes vecinos del barrio (entre ellos Dolina) y los parroquianos de los bares del barrio cuentan historias asombrosas de Parque Chas con gran aplomo. Pero no son fabulaciones, pues al poco tiempo esas historias son corroboradas por el investigador cuando presencia los extraños e inexplicables sucesos -ocurridos a lo largo de los años- que le habían referido, y vive, además, él mismo nuevos y extraños episodios en el barrio. Sin embargo en cada nuevo capítulo, ante un nuevo relato de algún vecino, el protagonista, el entrevistador, paradójicamente se muestra escéptico, escepticismo que reúne cierta ironía, cierto sentido critico, aunque haya confirmado y vivido y experimentado en carne propia las aventuras asombrosas. Este es un punto verdaderamente paradójico dentro de la historieta.
El guionista de Parque Chas, Ricardo Barreiro es un creador de universos y personajes con dimensiones lo suficientemente fértiles como para atrapar al lector. Barreiro bien lo sabe, es un excelente narrador; él posee una personalidad dotada con la garra exacta para contarnos cuentos entretenidos, los cuales, a su vez, articulan mitos - es decir literatura. Y en este caso literatura (que es) dibujada.
La realidad, eje central de Parque Chas. |
Barreiro, como exquisito creador de climas, sumerge al lector en realidades desconocidas, busca en otros aspectos de la vida urbana. La mayoría de los porteños ni siquiera imagina estas historias asombrosas que suceden ante sus propios ojos, pues siempre hay un relato increíble oculto frente a los ojos de todos (de todos nosotros) camuflado en las calles de la ciudad, donde los miedos inconscientes pueden corporizarse de modo inquietante y los monstruos nos maravillen u horroricen por la intromisión de la curiosidad humana mas allá de lo requerido con esas provocativas exploraciones allí donde la realidad se desquicia, donde la realidad tiene estructura de ficción y donde las historias representan la puerta de entrada a un mundo fantástico, hacia aquellos mundos alternativos de creación desbordada mas allá de lo aparentemente posible. En los capítulos de Parque Chas debemos ver metáforas que son una serie de reflexiones sociales y políticas ligadas a una época particular. Esta es una obra con carácter propio, una obra de calidad que emociona. Parque Chas es una fábula que es metáfora de los terrores argentinos, es reflexión sobre aspectos de la condición humana a través de lo imposible pues sabemos que la realidad argentina tuvo tonos de novela gótica o de pesadilla y, como ya se ha escrito, Parque Chas, la historieta, es una especie de reflejo esotérico de lo ocurrido en la realidad argentina. Barreiro fusiona lo narrativo, lo poético, lo científico, lo mítico, lo histórico, hace de Parque Chas es una historieta fantástica no tradicional que linda con la ciencia ficción, la atraviesa y sale libremente de su ámbito oscilando entre el relato fantástico, la ficción recóndita, la ensoñación catártica y la narración policial oscura hasta ser tenebrosa.
El libro comparado con la historieta publicada en revista Fierro es más sombrío, misterioso y terrorífico pues al perder los grises (por una particular impresión del mismo) se torna una obra más expresionista. Risso, en el agrupamiento, compaginación y montaje de las viñetas claves de Parque Chas, nos permite observar un paulatino cambio de ritmo en un crescendo constante hasta llegar a ser vertiginoso. En coincidencia observamos un paulatino cambio de espacio, de escenografía, a medida que la acción se acelera, y el subsecuente cambio en las imágenes, en el entorno, en los vehículos, en el vestuario, con la aparición de personajes, circunstancias y edificaciones cada vez más entroncados e identificados con el pasado. El dibujo, en su publicación original en Fierro, va marcándonos -con un mayor agrisamiento, con un mayor oscurecimiento de las escenas, con un fuerte contraste de tonos grises y negros- un cada vez mayor clima de misterio, mostrándonos así el tono cada vez más dramático que va tomando la historia. Esa luz sesgada que ilustra Eduardo Risso nos revela con mayor fidelidad el sentido de cada escena y forma un todo armónico coherente con el relato guionado por Barreiro. El dibujo entonces es realmente consustancial con los textos y nos advierte que lo visible contiene más de lo que reconocemos: es pesadilla y sorpresa, además en las aventuras del protagonista nos muestra que el verdadero suspenso se logra cuando el lector es más consciente del peligro que el mismo héroe de la historia -aquí es el dibujo el que narra con imágenes-. Las citas / homenaje a la historieta son explicitadas con la presencia de personajes como El Eternauta y otros.
La búsqueda del protagonista en la biblioteca le lleva a encontrarse con curiosos personajes como Corto Maltés, Giuseppe Bergman o El Eternauta. |
Ricardo Barreiro fue también autor de As de Pique y Puesto avanzado, ambas con dibujos de Juan Jiménez, Slot Barr y Ministerio, con Solano López, La batalla de las Malvinas, con varios dibujantes, y Parque Chas y Caín ambas con Eduardo Risso, entre muchas otras realizaciones. Eduardo Risso ya se había destacado dibujando Julio César para Editorial Columba antes de consagrarse con las obras de Ricardo Barreiro: Caín y Parque Chas.
La historieta es una forma de narración y que tiene la particularidad de valerse de dos tipos diferentes de medios expresivos: las imágenes o dibujos por un lado y la palabra por el otro, que transmite el contenido del relato, los diálogos, pensamientos y reflexiones. Por lo tanto seria una combinación, compuesta por lenguaje visual lenguaje verbal. Y si las tiras están bien logradas, las ilustraciones generan una cadena asociativa con su propia mecánica que hace volar al lector mas allá de la narración explícita, pues los personajes insertados son ficción y por ello nos permiten despegar de la realidad concreta.
También debemos resaltar el acierto de los teóricos que nos dicen que la historieta es una forma de narración que condensa en sus cuadros toda la fantasía de aventuras que caben en el pensamiento humano. Por ello su mundo es complejo y en él caben todos los elementos y todos los temas: hombres, cosas, animales, naturaleza, y todo lo insólito, desconocido y original que pueda concebirse. Parque Chas, la historieta, es una de las cabales representaciones de dichos conceptos y en su trama aventurera incide un alto contenido simbólico y metafórico. Parque Chas es zambullirnos en la fantasía, en el descubrimiento, en la imaginación y escapar al realismo, al orden, a la justa medida. Observamos, entonces, que la historieta plena, ideal significa, implica, la interacción armónica entre el dibujo y el texto, su unión indivisible en una historia, en una trama. Por ello debemos mencionar no sólo al guionista de la historia sino también al dibujante, para el caso Risso, quien cumple una labor destacadísima para que Parque Chas llegara a ser considerada una historieta fundacional y un hito en la historia de la historieta argentina.
Si todos los barrios de Buenos Aires tienen algo de mágico y misterioso, Parque Chas es todo magia y misterio. Si existe alguna teoría o explicación del porque de esos fenómenos, no lo sabemos. Y es una alegría que así sea. Tal vez si pudiera explicárselos dejarían de suceder. Parque Chas nos gusta así: Maravilloso.