Title:
Bringing back the first Elvis
Resumen / Abstract:
Reseña de ‘Elvis’, de Chris Miskiewicz y Michael Shelfer / Review of ‘Elvis’, by Chris Miskiewicz and Michael Shelfer
Palabras clave / Keywords:
Elvis Presley, Biografías de músicos, Música/ Elvis Presley, Biografías de músicos, Música
  • Portada del tebeo reseñado
  • Elvis en 1953 a través de los ojos de Michael Shelfer.
  • El DJ Dewey Phillips, primero en radiar "That's All Right Mama".
  • Elvis, Scotty y Bill en plena acción.
  • Un siniestro coronel Tom Parker.
  • Dos populares fotografías de Presley...
  • ...recreadas por Shelfer en esta novela gráfica.

RECUPERANDO AL PRIMER ELVIS

 

Anticipándose ligeramente, con notable visión comercial, al previsible éxito del nuevo y esperado biopic cinematográfico, convertido en uno de los estrenos más taquilleros del verano 2022 y ya disponible en plataformas, Norma Editorial ha publicado la versión en castellano de Elvis, novela gráfica aparecida originalmente en inglés en los últimos meses del pasado año bajo el sello Z2 Comics y que supone un ambicioso acercamiento a la génesis del fenómeno Presley por parte de Chris Miskiewicz y Michael Shelfer, dos nombres que no resultarán en absoluto ajenos a los aficionados al cómic. Especialmente en el caso del segundo, cuya extensa trayectoria artística acumula un buen número de trabajos publicados por Seven Seas, Tokyopop, Valiant o Marvel.

Contando aquí con el respaldo y la necesaria bendición, esto es significativo, de The Elvis Presley Estate, la perfecta simbiosis entre los textos de Miskiewicz y los dibujos de Shelfer nos retrotrae hasta el 31 de mayo del año 1953, introduciéndonos en la épica del sueño americano a través de un adolescente Elvis Aaron Presley que, a punto de graduarse en el instituto, pasea por la ciudad de Memphis unas esperanzas de futuro bien repletas de música, Cadillacs, ropa vistosa y el firme anhelo de mejorar materialmente la vida de sus padres. La elección del punto de partida no es casual y permite a los autores fijar de cara al lector la dinámica escogida para sustentar su relato; esto es, la selección de una serie de fechas concretas y más o menos determinantes en la existencia del biografiado que van sucediéndose para narrar, con estilo ágil y ameno, el habitualmente complicado ascenso por la tortuosa escalera que conduce a la fama y la fortuna.

Asistimos, así, a acontecimientos tan trascendentales como la primera actuación en público de Elvis frente a la audiencia formada por sus compañeros de Humes High School o la grabación de su primera demo en el Memphis Recording Service, un estudio de grabación propiedad de Sam Phillips y sede también del sello discográfico Sun Records, que ofrecía a cualquier interesado la posibilidad de grabar dos canciones y llevarse a casa el resultante de la sesión en un disco acetato de diez pulgadas por apenas cuatro dólares. Es justo ahí, entre esas paredes, donde comienza a gestarse tanto la extraordinaria carrera del cantante como el inevitable baile de fechas, hechos, intenciones, actores y/o testigos presenciales que tanto enriquecerá, con el tiempo, su leyenda. Y es que esa primera incursión en el estudio de Sam Phillips acabaría desembocando, solo un año después, en el casual alumbramiento del tema principal de su primer sencillo, “That’s All Right Mama”, para el que contaría con el decisivo acompañamiento del guitarrista Scotty Moore y del contrabajista Bill Black, músicos con los que Phillips había conectado previamente a Presley en un intento por sacar algo de partido a un talento todavía oculto.

A partir de ese momento, toda la conmoción causada de manera casi inmediata por el nuevo sonido generado por Elvis, Scotty y Bill es tratada sin salirse de los cánones (y buena parte de los tópicos) habituales a la hora de contar superficialmente una historia llena de matices, por lo que es posible que los saltos temporales no acaben de funcionar como debieran, transmitiendo la sensación de que algo de información se queda irremediablemente por el camino. Así ocurre también con la continua sucesión de personajes, introducidos sin apenas referencias que ayuden a situarlos convenientemente en el contexto desarrollado. Es entonces cuando las ilustraciones de Michael Shelfer se revelan esenciales para aportar cierta luz, ciertos detalles, que tienen la habilidad de ubicar rápidamente al lector sin interferir en el desarrollo de la acción. Además, y aun cuando en ningún momento ha pretendido representar fielmente a protagonistas principales o secundarios, se aprecia en determinados paneles el trabajo previo de documentación realizado por un Shelfer que recrea con maestría conocidas imágenes reales del disc-jockey Dewey Phillips, de Presley rescatado por la policía del asalto de fanes desatadas o de la célebre actuación en el show televisivo de Ed Sullivan del 9 de septiembre de 1956, que sirve para poner punto final a este corto pero intenso período de poco más de tres años en la vida del ampliamente considerado monarca del rock’n’roll. Mención especial merece la plasmación gráfica del coronel Tom Parker, mánager de Elvis desde 1955 hasta la temprana muerte del artista y un personaje manipulador, tramposo y escurridizo donde los haya que, desde su primera aparición en las páginas del cómic, no deja lugar a dudas sobre su oscuro papel en toda la tragicomedia posterior.

Paralelamente a los aspectos estrictamente musicales, hay que destacar también el tratamiento de otros más personales, como los problemas del joven Presley para relacionarse en el instituto, las distintas personalidades de sus progenitores, su primera relación sentimental o un despertar sexual escenificado a través de escarceos amorosos que van aumentando su frecuencia a medida que el incipiente éxito contribuye a afianzar gradualmente la confianza en sí mismo del tímido adolescente inicial.

En general, el interés de la gesta que se nos presenta hace perdonable la presencia de algún que otro error factual (por ejemplo, Elvis no empezó a trabajar para la Crown Electric Co. hasta abril de 1954, aunque los autores no dudan en presentarle aquí vestido con el uniforme de la compañía a finales de febrero de ese mismo año), así como el hecho de que alguna de las fechas escogidas cojee documentalmente hablando.

No es esta la primera vez que la interesante trayectoria vital de Elvis Presley tiene su correspondiente reflejo en forma de novela gráfica, y como ya ensayaron —aunque de forma más breve, menos orientada a adultos y, desde luego, no tan precisa— Terry Collins y Michele Melcher en Elvis: A Graphic Novel (Capstone Press, 2011), esta nueva obra centra la narración en un espacio temporal preciso y muy definido en lugar de intentar abarcar por completo la larga y compleja carrera del cantante, lo que supone un considerable acierto que no solo permite una mejor adaptación al formato sino que, además, deja abierta la puerta a sucesivas entregas que continúen la saga.

La versión en castellano de Norma Editorial presenta como principales puntos fuertes su formato de tapa dura y una traducción bastante solvente que, a cargo de Uriel López, brilla especialmente en la difícil adaptación de los chascarrillos del inefable Bill Black. Atención, por cierto, a una errata importante en las fechas: la edición española señala el 1 de diciembre de 1956 como el día en que Elvis llega al estudio de la RCA en Nashville para registrar “I Got a Woman”, y el 10 de enero de 1956 sitúa al intérprete en las oficinas de la disquera en Nueva York. En realidad, es en esta última jornada cuando tuvo lugar la grabación del citado cover de Ray Charles y del primer gran éxito nacional de Presley, “Heartbreak Hotel”, mientras que fue el 1 de diciembre de 1955 (no 1956) cuando tuvo lugar la reunión del artista y su mánager con los ejecutivos de RCA en Nueva York. El fallo en la traducción se explica porque la edición original de Z2 Comics altera, suponemos que premeditadamente, la lógica sucesión cronológica de los acontecimientos.

Con todo, nos encontramos ante un trabajo muy atractivo para cualquier seguidor previo del cantante, que pasará por alto sin mayor problema los deslices mencionados, pero que quizá pueda resultar algo indigesto para quien carezca de un cierto background sobre su figura y, también, acerca de la situación social y cultural de su momento histórico. Nada que no se solucione con un mínimo de voluntad, que permitirá disfrutar con intensidad del esplendor primigenio de una estrella desaparecida hace ya cuarenta y cinco años y de un volumen, por otro lado, fácilmente recomendable.

Creación de la ficha (2022): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Carlos A. del Bosque (2022): "Recuperando al primer Elvis", en Tebeosfera, tercera época, 21 (14-XI-2022). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 02/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/recuperando_al_primer_elvis.html