SERGIO ARAGONÉS FUNNIES: UNA COSA CURIOSA OCURRIÓ DE CAMINO A SPRINGFIELD
RICARDO VIGUERAS

Title:
Sergio Aragonés Funnies: A Funny Thing Happened On The Way To Springfield
Resumen / Abstract:
Sergio Aragonés ha tenido siempre ayuda de un editor para publicar sus cómics debido a su débil manejo del inglés. Solamente una obra, Sergio Aragonés Funnies, lleva guiones propios sin editar, y escogió proceder así debido a que ese cómic es mayoritariamente autobiográfico. En el presente artículo se comenta el valor de este autorretrato de un vitalista, de un hombre enamorado de su trabajo. / Sergio Aragonés has always had help from an editor to publish his comics due to his weak command of English. Only one work, titled Sergio Aragonés Funnies, has his own unedited scripts, and he chose to do so because this comic is mostly autobiographical. This article comments on the value of this self-portrait of a vitalist, of a man in love with his work.
Palabras clave / Keywords:
Sergio Aragonés, Autobiografía, Los Simpson/ Sergio Aragonés, Autobiography, The Simpsons

SERGIO ARAGONÉS FUNNIES:
A FUNNY THING HAPPENED ON THE WAY TO SPRINGFIELD

 

El veterano Sergio Aragonés (San Mateo, Castellón, 1937) pertenece a la estela de los españoles errantes, de los ciudadanos del mundo antes que de su aldea. Hijo de españoles “del éxodo y del llanto”, como los llamara el poeta León Felipe, podemos ver a Sergio Aragonés como un transterrado. Español criado en México[1], se marchó a Estados Unidos y allí labró una carrera que lo convirtió en un famoso artista desde las páginas de la revista Mad, y luego en estrella gracias a su personaje Groo The Wanderer, inspirado muy libremente en los relatos de Robert E.  Howard para Conan el bárbaro. Con el humor descacharrante de Groo, un bárbaro muy estúpido, Aragonés demostró no sólo ser un gran narrador de historias humorísticas, y un mímico muy expresivo en los dibujos, sino tener un gran talento para la parodia comercial de héroes y universos previos, como demostraría también, entre otras obras, en Sergio Aragonés destruye DC, o Sergio Aragonés masacra Marvel (ambas de 1996). Al principio, en medio y por todas partes, Aragonés ha ido dibujando y dibujando. Durante su infancia y formación como lector, Aragonés fue admirador de algunas de las obras clásicas de la historieta mexicana, siendo su favorita Los Supersabios, de Germán Butze, pero también La Mula Maicera de Abel Quezada, o Rolando Rabioso, de Gaspar Bolaños[2]. Pero su formación ahondó desde el principio en lo internacional: una tía le mandaba el TBO y La Codorniz desde España, y otra el Billiken desde Argentina[3] y el Rico Tipo, donde descubrió al humorista que más le influiría en su edad temprana: Oski, a quien recuerda con veneración. Tras conocer en el México City College a Lilío, quien sería su primera esposa, ella lo convence de viajar a Estados Unidos. Aún entonces, ya instalado en la vibrante Nueva York de los años sesenta, Aragonés sigue recibiendo paquetes con los cómics del suplemento Novedades que desde México le envía su tío Manuel[4].

Sergio Aragonés se hizo famoso por sus “dramas dibujados” en los márgenes de página de la revista Mad desde 1963, sin diálogos ni textos de apoyo. Cuando decidió saltar al cómic narrativo, con argumentos y personajes desarrollados, escribía sus propios guiones en cuadernos antes de dibujarlos, pero también encontró la inestimable ayuda del guionista Mark Evanier, quien “limpia, fija y da esplendor” a su rudo inglés de origen hispano-mexicano, que la crítica Kim Thompson definió en célebre entrevista como “casi joyceano”[5].  Su humor es blanco, nunca político, si acaso con cierto énfasis en lo social[6]. Aragonés es además un gran narrador de historias, pues conoce bien la estructura dramática, herencia de sus años de teatro como actor aficionado en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), de la misma manera que la práctica de la pantomima lo influiría en la expresividad física y gestual de sus dibujos. También es famoso por sus detalladas dobles páginas, que tanto deben a la tradición de los muralistas mexicanos (Rivera, Siqueiros, Orozco) donde todos los figurantes parecen estar viviendo su propio personaje. Uno puede pasar largos ratos mirando cada trazo de cada página, perdido en universos visuales tan ricos que revelan a Aragonés como un genio de la mirada, capaz de abarcarlo todo y registrar los más mínimos detalles.

Aragonés nos invita a entrar en su mundo.

La editorial Bongo Comics, que publicó Sergio Aragonés Funnies, comenzó en 1993 al socaire del éxito de Los Simpson en televisión y fue impulsada por el mismo creador Matt Groening. Contra todo pronóstico, no se dedicaron a publicar material de segunda para explotar el filón televisivo, sino que ganó prestigio en la industria como editorial que buscaba frescura, calidad e innovación (Alarcia, 2018). Bongo se dedicó casi en exclusiva a publicar historietas de la familia amarilla de Springfield y otros personajes de la serie hermana Futurama, pero en algún momento intentó diversificarse con Bob Esponja o la misma serie Sergio Aragonés Funnies. Aragonés empezó en Bongo con el número 50 de Bart Comics (28-X-2009), para el que dibujó todos los contenidos. Gran admirador de Los Simpson, a Aragonés no le costó nada adaptarse a la maquinaria creativa de la empresa: «He sido fan de Los Simpson desde el principio. Veo la serie, leo los cómics y colecciono todo lo que sale, así que imagina el placer de escribir y dibujar ahora a mi familia favorita. ¡No puedo ser más feliz!» El amor y la dicha eran mutuas, pues el director creativo de Bongo, Bill Morrison, tampoco ocultaría su felicidad por tener a uno de los más grandes humoristas trabajando con algunos de los personajes más hilarantes de la reciente historia televisiva.  El creador del universo Simpson, Matt Groening, manifestó exultante: «Sergio es el mejor, y un honor trabajar con él » (Aragonés, 2009).

Aragonés, todo un fan de Los Simpsons.

La publicación en 2018 del último Simpson Comics, el número 245, clausuró una época de renovación y apogeo de la cultura popular sin que aún se conozcan muy bien las razones del cierre de la editorial. Es probable que la venta en 2018 de 21st Century Fox haya tenido algo que ver, pues tanto The Simpsons como Futurama pasaron a manos de The Walt Disney Company (Alonzo, 2020). El propio Sergio Aragonés no clarifica el asunto y pasa de puntillas sobre el tema:

Espero que sí haya continuación de Sergio Aragonés Funnies, porque se hicieron doce números publicados por Bongo. (...) Y cuando acabó Bongo (se deshizo por cuestiones de las películas y todo, porque [Groening] estaba muy ocupado haciendo las películas), terminó la serie y no he tenido tiempo porque estaba yo haciendo dos cómics al mismo tiempo; y son 24 hojas con portada y contraportada, escribiendo y dibujando dos cómics mensuales, un poco fuerte. Cuando tenga un poco de tiempo quiero hacer otros doce números, y hay gente interesada. Tengo ya varias historias dibujadas para los próximos, pero sí, sí, sí, va a seguir, porque la mitad del cómic son historias personales, memorias, o sea, tengo humor, tengo cuento, chistes, algunos juegos, pero la historia fuerte son cosas que me han pasado de verdad, sobre los viajes, sobre cuando era niño…(Macho y Aragonés, 2021).

No extraña que Groening invitara a Sergio Aragonés a tener su propia colección humorística, Sergio Aragonés Funnies, en claro homenaje a Famous Funnies, la revista que inauguró el formato comic-book en 1934. En este sentido, Aragonés resulta ser, por si quedaba alguna duda, un orgulloso prolongador de una larga tradición de historieta de humor. La obra cuyo comentario aquí nos ocupa demuestra la fascinación que sentimos siempre por la vida del artista, sobre todo cuando este hombre de arte es también un enamorado de la vida, un aventurero y un hombre de acción. Quizá por ello mismo es el dibujante más rápido sobre la tierra, porque, como otros grafómanos o artistas incontenibles y exuberantes, atrapa la vida con sus pinceles para trasladarla ante la mirada de los otros.

La cabecera es un homenaje a Famous Funnies.

El primer número de Sergio Aragonés Funnies tuvo fecha del 4 de julio de 2011 y el último de 10 de febrero de 2014. El colorista principal fue Tom Luth y la rotulación corrió a cargo de Karen Bates. Guión, lápices y tintas fueron de Aragonés. El módico costo fue siempre de 3.50 dólares.  Sergio Aragonés Funnies fue una serie miscelánea inspirada en el número 11 de la colección Solo (DC Comics, 2006). Cada número de Solo era dedicado a un solo dibujante[7] y aquella entrega correspondió, precisamente, a Sergio Aragonés. En Funnies el artista hispanomexicano afincado en Estados Unidos explotó todas las virtudes que le conocemos: historietas mudas en blanco y negro, páginas de pasatiempos (consistentes en encontrar las diferencias entre dos ilustraciones, o los elementos idénticos), una sección de correspondencia de los fans donde eventualmente respondía el propio Sergio, y tres historias largas en color de contenido variado. La publicación fue mensual hasta el número 8, que tardó un año en aparecer, y donde el propio Sergio nos contaba (p. 3) que el número debió retrasarse porque pasó dos meses hospitalizado por una operación de espalda, y a partir de ese mismo número Funnies sería bimensual.

La muerte en Samarra en versión Aragonés. Historietas mudas en abigarrado estilo. Erotismo sin malicia.

Las historietas mudas, generalmente en blanco y negro salvo la de contraportada, abordaban problemáticas de la vida cotidiana muy variadas, y en ellas el estilo es directo, sencillo, fresco y desenfadado, en ocasiones con cierto erotismo sin malicia. Los pasatiempos, por lo general basados en ilustraciones ricas y profusas en detalles (como es característica de Aragonés) son un entretenimiento propio de la revista de humor de toda la vida.

Juegos de hallar diferencias (izquierda) y coincidencias (centro), y ambas soluciones (derecha).

Es en las historietas a color, autoconclusivas, donde Sergio Aragonés nos hace disfrutar con relatos de índole variada.  Entre las historietas no biográficas destacan una sátira del episodio del caballo de Troya (#1); otra sobre relatividad de la belleza protagonizada por una coqueta alienígena llamada Kira (#2); la tragicómica historia de Leo el León en #3, que sueña con vivir en la ciudad; en # 8 dos salteadores del viejo Oeste se dan cuenta de que, si quieren vivir del hurto, deben volverse banqueros en vez de asaltar trenes o diligencias; en #11 dos historias evocan los viejos cómics de horror y guerra de la EC Comics: “Ghouls Tale”, protagonizada por los saqueadores de un avión que se estrella en los Andes, podría haber sido perfectamente una historia de la vieja EC Comics de Gaines; en el relato bélico “One Day at a Time” reflexiona sobre cómo la imaginación debe llegar al poder antes que la fuerza bruta. Por fin, en #12 hay una regocijante historia (reveladora quizá de su desdén por el género superheroico) del quijotesco ingenuo que quiere ser super héroe y acaba en cárcel, relato rematado por una genial sentencia de Clare Boothe Luce: «Ninguna buena acción queda impune».

Kira, la belleza alienígena también es relativa. Asaltantes de diligencias y viejo oeste. Una mirada acida a los superhéroes.

Ya desde la portada del primer número, Sergio Aragonés se muestra como un demiurgo que nos invita a entrar en su mundo, rico en vivencias y personajes, reales o imaginarios. Las historietas autobiográficas de Aragonés son, desde el punto de vista de quien esto escribe, las más interesantes de la colección. Son relatos de vivencias personales, donde Sergio se convierte en personaje de su propia obra, un personaje dicharachero y encantador que vaga sin tregua por el mundo (sin ser un obtuso como Groo, también Sergio Aragonés demuestra haber sido un wanderer durante toda su vida).

Recuerdos de México. Conoce a Toshiro Mifune. Evocaciones de juventud. El México lindo y querido.

Estos relatos recorren el hilo de su existencia vital desde su partida de España hacia Francia con sus padres en “The Bermuda Monster” (#9); pasa por evocaciones de infancia en México como estudiante: en #6, recuerda las travesuras con su amigo Julio y el Liceo Francés Mexicano, donde estudió; nos comparte su pasión por ser dibujante desde niño en #6, cuando conoce al monero Pancho Flores, y descubre que los editores pagan muy poco y se quedan con toda la ganancia, lo que seguro influiría en su decisión juvenil de emigrar a Estados Unidos; la razón monetaria queda redondeada en dos historietas sobre cómo ganó sus primeros emolumentos como dibujante en “My First Peso” (#2) y “My Second Peso” (#10); recuerdos sobre su vida como joven adulto mientras estudiaba en la UNAM, como cuando con compañeros de universidad organizó un tropel de extras para la cinta Daniel Boone: Trail Blazer (Albert C. Gannaway, 1956) que se rodaba en Estudios Churubusco, donde trabajaba su padre (#1); o bien cómo conoció a su ídolo Toshiro Mifune, y también a Brigitte Bardot y a Jeanne Moreau en #12.

Viaje por México con el equipo de MAD. Sergio Aragones y Mark Evanier, Un Dream Team.

En #3 evoca sus viajes a Acapulco para nadar, donde retrata el México “lindo y querido” en la historia “Pau Casals”, a quien conoció como parte de esa élite española de exiliados. Como es natural, no podían faltar los hilarantes recuerdos de su dichosa existencia en el glorioso Nueva York de los años sesenta con William Gaines y los demás “idiotas habituales”, como en la historieta sobre los viajes que organizaba Bill Gaines con el equipo de Mad por el mundo, en #8; o la anécdota sobre el King Kong que fabricó para Gaines en #11.

Fabricando un King Kong para Gaines. México y la Revolución. México folklórico.

Su mexicanismo es recurrente, nostálgico y encendido (#2) y entre sus muchos recuerdos nos comparte numerosos cuadros de la Revolución y su ponderación del Día de Muertos (#4), al que ya dedicó un estupendo cómic completo el año 1998. El México de Aragonés es folklórico, luminoso, lleno de recuerdos de un paraíso aparente, nos habla de un México de cromos nostálgicos que ya casi no existe, pero que late todavía cubierto por el basural de violencia que poco a poco lo destruye todo (#6); como ya no existe el idílico Xochimilco que nos presenta en cuyos canales él podía nadar de joven con plena libertad.

En las historias breves no autobiográficas destaca la intención moral (pero no moralista) de nuestro autor, que se revela como un filósofo amable de la vida en general y de las costumbres y vicios. Como ya hiciera en las mejores páginas e historietas de Groo, Sergio Aragonés hace del cómic un vehículo de comprensión del alma humana, una sátira amable y descarnada de nuestros defectos y virtudes, una parodia de las ilusiones de los hombres y las mujeres mientras viven y sueñan, la muerte ronda siempre, pero ellos no lo saben. Como en los más viejos y mejores cómicos, el humor de Sergio Aragonés es una respuesta hilarante a los conflictos de la vida, pero una respuesta cálida y amorosa, en la que no se nos exige temblar antes de reír.

Puesto que cada hombre es hijo de su tiempo, Sergio Aragonés Funnies nos presenta en las historias autobiográficas el paradigma del hispano que marcha a Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XX y consigue triunfar en su profesión a fuerza de amor por la misma y mucho tesón; pero también, en lo individual, el autorretrato de un vitalista, de un hombre enamorado de su trabajo, de la familia, de la vida, de la fiesta y de la risa, los viajes, la buena comida, la camaradería y las bellas damas, con las que a veces se permite en esta colección un erotismo cándido, inofensivo, de respeto y admiración por la mujer. La conclusión que arroja la lectura de Funnies es que no sólo nos hallamos ante un formidable contador de historias y un prodigioso dibujante, sino también ante un magnífico ser humano. Una legión de testigos asegura que tal cosa es cierta.

 

BIBLIOGRAFÍA

ALARCIA, Óscar (2018): “La muerte de los Simpson en papel: el fin de Bongo Cómics”, en Espinof, 31-X-2018, consultable en https://www.espinof.com/otros/muerte-simpson-papel-fin-bongo-comics.

ALONZO, Alejandro (2020): “La extraña desaparición de Bongo Comics”, en Diario de Centro América. 2-XII-2020. Consultable en https://dca.gob.gt/noticias-guatemala-diario-centro-america/la-extrana-desaparicion-de-bongo-comics/.

ARAGONÉS, Sergio (2006): Solo, 11. DC Comics, 2006. Edición española por Editorial Planeta DeAgostini. Barcelona, 2008.

ARAGONÉS, Sergio (2011): Sergio Aragonés Funnies 1-12. Bongo Cómics, 2011-2014.

ARAGONÉS, Sergio (2009): “Sergio Does the Bart!”, 19-VII-2009, en https://sergioaragones.com/categories/bongo-comics/.

GANTÚS, Luis (2017): Sergio antes de Aragonés. Editorial Conque. México.

HARVEY, R.C. (2013): “Sergio Aragonés and the Art of Pantomime Cartooning”, en The Comics Journal, 14-X-2013. Consultable en https://www.tcj.com/sergio-aragones-and-the-art-of-pantomime-cartooning/.

THOMPSON, Kim y ARAGONÉS, Sergio (1989): “Doodle King: An Interview with Sergio Aragonés”, en The Comics Journal, 128, IV-1989. Consultable en https://www.tcj.com/doodle-king-an-interview-with-sergio-aragones-1989/.

GANTÚS, Luis (2021): “Perspectivas del cómic con Sergio Aragonés”. 7-VI-2021. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=7eGN3jlCWLE.

LEE, Stan (1991): The Comic Book Greats: Sergio Aragonés. Excelsior Productions, 1991. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=yzac_3Y_Tng&t=164s.

MACHO, David y ARAGONÉS, Sergio (2021): Entrevista con de Macho a Sergio Aragonés en Diálogos del cómic, 200, 31-V-2021. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=aawvwxQ5fjU.

 

 

NOTAS

[1] Aunque él se considera mexicano por naturalización, crianza y educación, en México son muchos los que le niegan esta nacionalidad por haber nacido en España. En realidad, Aragonés forma parte del grupo de los hispanomexicanos, nacidos en España y criados en México, que tan importantes han sido para el desarrollo de la vida cultural en el país norteamericano: José de la Colina, Tomás Segovia, Paco Ignacio Taibo II, el mismo Aragonés, entre otros (Gantús, 2017: 10-11).

[2] (Gantús, 2017: 27).

[3] (Gantús, 2017: 85).

[4] (Gantús, 2017: 31).

[5] (Thompson y Aragonés, 1989)

[6] Al haber crecido en una familia muy politizada, Sergio Aragonés aprendió desde pequeño que nunca hay que tener un solo punto de vista sobre ningún tema, de ahí su desinterés por la ideología política en historietas (Harvey, 2013).

[7] En el número 11 de Solo, dedicado a Sergio Aragonés, publicado en España en 2008 por Planeta De Agostini, se publicó su célebre historia “Yo maté a Marty Feldman”. 

Creación de la ficha (2022): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
RICARDO VIGUERAS (2022): "Sergio Aragonés Funnies: Una cosa curiosa ocurrió de camino a Springfield", en Tebeosfera, tercera época, 20 (31-VII-2022). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 21/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/sergio_aragones_funnies_una_cosa_curiosa_ocurrio_de_camino_a_springfield.html