SOLO DIOS PERDONA CUANDO HAYAMOS MUERTO
MANUEL BARRERO

Resumen / Abstract:
Reseña de la novela No habrá Dios cuando despertemos, de Ricardo Vigueras / Review of the novel by Ricardo Vigueras No habrá Dios cuando despertemos (There will be no God when we wake up).
Palabras clave / Keywords:
Ricardo Vigueras/ Ricardo Vigueras
  • Portada del libro.

Está claro que el gran relato de nuestro tiempo es ese en el que estamos todos muertos y seguimos interaccionando como un eco de humanidad. Lo demuestran las miles de producciones de cine, televisión, videojuegos, cómics y literatura plagadas de zombis que no dejamos de consumir. Es un decantado lógico del relativismo en todos los órdenes salvo en uno, el económico, acaso como una consecuencia de no saber ya asumir o sostener las ideas para abrazar estúpidamente la turbulencia de las emociones.

Menoscuarto Ediciones ha editado No habrá Dios cuando despertemos, novela de Ricardo Vigueras escrita en México y en la que todos están muertos. La primera evocación es inevitable: Juan Rulfo y su Pedro Páramo, aquella novela tan insuperable, que llenó de fuego el realismo mágico y que nos permitió aprender que se puede representar la pobreza y el fracaso de una revolución campesina mediante murmullos y fantasmas. Pero Vigueras no es mexicano de cepa ni su obra pretende enarbolar ese estandarte crítico. Esta novela, premiada con el VIII Premio Tristana, es una obra más sencilla sobre el amor y, sobre todo, sobre la esperanza.

Trata sobre un lugar al que van a parar todos los fallecidos por muerte violenta. El mismo autor lo identifica como una entrada al infierno o como un purgatorio y lo describe como un indefinido aeropuerto, con sus inmensas salas de espera, sus terminales alargadas y su población callada y en movimiento, en busca de unos aviones que nunca alcanzan. En el centro de ese laberinto de pasillos y estaciones, una pareja de narradores separados por un siglo de muertes sin justificar vagan en busca de un vuelo que les permita escapar de allí. Uno es Victorio, fusilado al comenzar la Guerra Civil de España. Otra es Amanda, muerta a manos de un hombre violento en Ciudad Juárez al final del siglo XX. No hay muchas más alusiones a las muertes de las otras almas que deambulan por el escenario de la novela, pero se supone que todos fallecieron por causas similares, sangrientas e injustas. Y ahí cesa la comparativa que podemos trazar con la obra de Rulfo, que clamaba por la justicia social en Latinoamérica, o con José Saramago, que suele trazar analogías y parábolas sobre la falta de justicia social en el mundo moderno. La de Vigueras es una novela de amor con el armazón de un relato fantástico. De ahí el título para esta reseña, que alude a la película de Winding Refn Only God Forgives, una historia de la necesidad de venganza que se articula como un cuento de hadas.

Es más fácil hallar paralelismos entre la obra de Vigueras y Kafka que con los realistas mágicos, por usar una denominación de grupo. Con el checo la equiparación está clara si atendemos a la figura de los demonios que organizan el aeropuerto, un puñado de burócratas hartos de su rutina, que dan fe de lo absurdamente que hemos organizado el mundo. La mayor parte de la novela se desarrolla en esa angustiosa situación que a todos los que hemos tomado un vuelo nos ha encogido el corazón a veces, el trance de no llevar correctamente diligenciado un pasaje, de no llegar a tiempo a un embarque o de tener que pedir explicaciones en un mostrador sin obtener otra cosa que evasivas a cambio. Vigueras construye brillantemente esta zozobra, con un relato en primera persona, muy  medido, con apuntes brillantes en la metáfora y con diálogos afinados, concediendo a los demonios / funcionarios un lenguaje propio, aquejados por una suerte de disartria que a veces resulta hasta cómica. Al autor le sirve para ajustar el fiel de la balanza, porque los que emiten esas divertidas frases descolocadas son los portadores del horror en un relato que comienza gris y termina luminoso pero que navega siempre sumido en el desasosiego.

Quizá No habrá Dios cuando despertemos tenga más puntos de concordancia con la novela de Juan Bonilla Cansados de estar muertos, en la que los protagonistas no son zombis sino individuos hartos de la vida programada que solemos vivir en Occidente. Pero precisamente lo que Bonilla sugiere es que del hartazgo de esta muerte en vida surgen las ansias de vivir. Y aquí se encuentra la clave de la obra de Vigueras, que es un cuento angustioso por escapar de un laberinto eterno plagado de demonios educados, pero al mismo tiempo es un relato sobre la esperanza por superar un trauma, reencontrar el amor y huir hacia la vida. Vigueras construye una hermosa reflexión sobre el amor sin distancias, sin tiempo y, lo que es más sorprendente, sin sexo. Una novela que intriga al lector, que le entristece en su curso pero que termina por brindarle una opción a la sonrisa.

Creación de la ficha (2017): Manuel Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Manuel Barrero (2017): "Solo Dios perdona cuando hayamos muerto", en Tebeosfera, tercera época, 2 (6-VI-2017). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 23/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/solo_dios_perdona_cuando_hayamos_muerto.html