SUEÑOS, FÁBULAS E ILUSTRACIONES
UNA HISTORIA DE VERTIGO BIEN CONTADA
Vertigo fue un sello creado dentro del seno de DC Comics con el fin de agrupar las propuestas editoriales para lectores adultos que se querían narrar con el formato de comic book, en un momento en el que el interés por el cómic se abría a otros públicos en los EE UU. Fue fundado en 1993, pero la idea se había ido fraguando unos años antes, desde que la industria del cómic estadounidense virase tras lograr éxito propuestas tan arriesgadas como Batman: The Dark Knight Returns o Watchmen. Aunque las raíces de Vertigo deben buscarse antes, en la legendaria serie The Saga of the Swamp Thing, que por 1984 comenzó a ser escrita por el británico Alan Moore para, poco después, comenzar a ser editada por Karen Berger.
Fue la editora Karen Berger la que dio verdadero impulso a la idea de desarrollar historias más arriesgadas (o de abrir las puertas a un nuevo universo de ficción), dado que dejó ir por libre a Moore y aceptó ideas que los editores tradicionales de DC no hubiesen aceptado. La marca de estos tebeos era “riesgo y libertad”, por lo tanto, y como Berger era una excepcional gestora, se admitió la idea de generar un sello nuevo, ligado a DC pero claramente diferenciado de la marca de los superhéroes de toda la vida sobre todo porque prescindía del código de autocensura que los demás comic books aún llevaban. Berger logró mantener en pie su línea de cómics, siempre a la vanguardia, con éxito de crítica y de público, durante casi treinta años, hasta el 5 de enero de 2020.
Sobre esta andadura editorial trata el libro Sueños y Fábulas: Historia de Vertigo (ECC), escrito por Elisa McCausland y Diego Salgado, divulgadores que exploran la cultura popular con tino desde sus artículos y libros, o desde su podcast Trincheras de la cultura pop. Elisa y Diego sabían muy bien cómo enfocar el repaso a Vertigo de un modo ameno, sin entrar en profundidades pese a que han leído y releído todos esos tebeos, y pendientes tanto del contexto socioeconómico en el que surgieron aquellos cómics, como de su tránsito hacia otros medios. De hecho, el libro se promociona indicando: “Los cómics surgidos de la irrepetible combinación de arrojo, talento y libertad creativa que marcaron a varias generaciones de lectores, conquistaron los premios más prestigiosos de la industria y dieron el salto a otros medios a través de populares adaptaciones cinematográficas y televisivas.” Precisamente hoy gozan de éxito algunas series televisivas inspiradas en títulos creados hace varias décadas dentro de este sello: iZombie, Lucifer, Predicador, Sweet Tooth, Y el último hombre, y pronto Sandman y otras adaptaciones.
El libro ha sido editado con inteligencia, porque funciona también como ambicioso repaso ilustrado a la producción de Vertigo y como guía de sus publicaciones. Aproximadamente la tercera parte de este libro de gran formato (28,5 x 22 cm), intitulada “Arte y técnica”, va dedicada a recoger un generoso muestrario de ilustraciones de autores consagrados en los cómics de Vertigo, como McKean, Bolland, Quitely, Buckingham, Riso y James Jean. A este repertorio gráfico se suma la doble imagen para las cubiertas elaborada exprofeso por Lee Bermejo, que es una magnífica invitación para su compra. Se completa la obra con un índice de publicaciones del sello Vertigo, muy completo, ubicado al final del libro, y con un prólogo escrito en exclusiva por Dave McKean, el portadista que fue la “cara” de Vertigo en gran medida. Es un prólogo de paradójico interés, porque el ilustrador rememora las razones por las cuales abandonó el sello Vertigo, coincidiendo con un momento en el que él pretendía desplegar sus alas creativas y crear su propio cómic como autor completo, pero le pidieron que siguiera generando más y más portadas. No obstante, McKean no demuestra rencor, sino reconocimiento, aprecio y admiración por todo lo que supuso Vertigo como proyecto editorial, que los autores de este libro resumen brillantemente en sus conclusiones: la renovación del medio historieta en EE UU cuando se extinguían las tipologías tradicionales.
McCausland y Salgado se reparten la tarea del repaso a Vertigo en muy buena sintonía. Es imposible distinguir dónde interviene uno y donde la otra, se complementan en un discurso correcto, muy documentado, lógicamente transitando solo las avenidas principales de la gran metrópoli de tebeos que fue Vertigo. La selección de títulos que repasan es conveniente, citando algunas obras adicionales que consideran interesantes para apuntalar algunas ideas, y acompañando su análisis con una contextualización bien documentada. En su revisión del universo Vertigo lo relevante no solo son los hallazgos argumentales, las ideas plásticas o la trascendencia mediáticas de los cómics salidos de aquella factoría. También consideran importante, y esto le da solidez a su repaso, los condicionantes económicos, las vinculaciones con la política, el impacto de los títulos, su paso al formato libro y su dimensión extrahistorietística. No es este un ensayo de fans para fans, es un estudio coherente, que conoce el medio y sus contextos, y que logra describir la verdadera trascendencia de un proyecto editorial que hizo historia. Solo podría ser criticable el lenguaje utilizado, en ocasiones algo críptico, por forzar la retórica hasta lo incomprensible (“la textura misma del mundo”; “la gentrificación del noveno arte”) o por echar mano de expresiones incorrectas (como el socorrido “a nivel de”), pero ocurre en muy pocos casos. En su conjunto es un texto bien escrito, que está acompañado con varios bloques biográficos que resumen la biografía de los artífices más importantes de Vertigo, prestando especial atención a la participación femenina, lo cual es muy loable. El documento va mucho más allá del mero repaso de títulos, autorías, argumentos y circunstancias anecdóticas. Construye un panorama claro de un bloque editorial verdaderamente amplio y complejo, y condensa su legado en unas páginas finales brillantes, la 206 y 207, que te mantienen reflexionando un buen rato antes de pasar a la sección ilustrada.
Sueños y Fábulas: Historia de Vertigo es una compra inteligente, porque con el mismo libro adquieres un buen ensayo, una guía de toda la producción editorial de Vertigo y también un atractivo libro ilustrado. Así, todo en bloque, podrá gustar tanto a los seguidores de los cómics editados por Berger como a los interesados por uno de los fenómenos transformadores del cómic más importante de los últimos años.