TRAFALGAR. SIN PALABRAS
El jueves día 26 de marzo tuvo lugar la presentación oficial de la colección 12 del DOCE, en la Diputación de Cádiz, con la presencia de autoridades y los autores del primer número, el titulado Trafalgar. Octubre de 1805.
Todos ellos hablaron, con especial intensidad el guionista, Rafa Marín, que a todos encandiló con su discurso cálido y convincente. Y para reafirmar sus palabras obsequiaron al público allí presente con un montaje de imágenes de la historieta "Trafalgar", enhebradas con la música del más romántico de los clásicos (o el más clásico de los románticos), una pieza que rondaba el 1805... El resultado fue mágico. El ritmo creciente de las cuerdas empujaba a los personajes de las viñetas hacia el mar, la lluvia azotaba las notas musicales a la vez que los rostros de papel, y todo parecía un momento histórico real, vívido, como luego se encargaron de subrayar los autores en explicación posterior.
Rafael Marín ha escrito un guión que es el primero de un conjunto de guiones sobre la vida y la historia de los gaditanos entre 1805 y 1813, desde la batalla de Trafalgar hasta el restablecimiento de la monarquía absoluta en la persona de Fernando VII de Borbón. Este es el planteamiento de la colección de libros con historieta (o tebeos con textos de acompañamiento), que ha proyectado y va a publicar la Diputación de Cádiz entre este mes y el año 2012.
Lo que se cuenta en este primer guión es apenas un parpadeo en la Historia, un momento histórico. Con escasos personajes y menos elementos (sólo hay una cartela en toda la historieta de 20 páginas, y sólo un globo de texto con la palabra "mom"), Marín logra: reconstruir la cara de Cádiz en un siglo que comienza, el XIX; dar forma a sus gentes, a sus hogares y sus vestiduras, todos perfectamente concretados al dibujante; generar una atmósfera de violencia que lo es también, y más aún, de incertidumbre; plantear el milagro de la solidaridad en los momentos más tensos, en esos en que se pierde hasta la humanidad; formular atisbos de esperanza y brotes de emoción. Todo en solamente veinte páginas mudas, en las que el lector se ve obligado a distinguir los trajes militares de británicos, franceses y españoles; en los que nadie te informa de quién es Gravina o quién es Solano, aunque se 'siente' que esos personajes tienen un puesto concreto en el hecho relatado y un peso especial en la historia.
Obviamente, Marín no trabaja solo. La elección del dibujante, el también gaditano Mateo Guerrero, ha sido óptima para abrir esta colección. Guerrero ha demostrado con creces que es un autor de historieta profesional, capaz de abordar el escorzo más arriesgado y nada temeroso de luchar 'contra' la documentación. Y en esta historia muda, y precisamente en esta historia por ser muda, Guerrero ha tenido que lucirse todavía más: no podía dejar dudas en los emplazamientos de la acción, todo debía quedar claro al cambiar de secuencia, y cada personaje debía estar vestido adecuadamente y mostrar la expresión precisa. Por fortuna contaba a su lado con un buen colorista, el gallego Montes, que ha sabido modular adecuadamente la curva de verdes, ocres, rojos y amarillos para documentar el drama. Los tres autores han ido de la mano en un relato soberanamente bien contado: viñetas muy apaisadas para retener la lectura y ampliar la panorámica, atmósfera densificada (lluvia, noche) de acuerdo con la angustia de la situación, expresiones corporales y gestuales que transmiten la furia, la angustia y la pena, y esa lograda modulación del color (inicio fogoso, noche cruda, amanecer tibio, las viñetas encendidas de la página 18 al entrar el primer herido, la maravillosa luz del amanecer de la página 23...)
Difícil encontrar mejor equipo para lanzar un producto como éste.
Más arriba usaba la expresión "momento histórico" para describir el pedacito de Historia que narra "Trafalgar". Pero esto debe extenderse también al producto, a la colección completa 12 del DOCE entendida como un proyecto artístico, didáctico y conmemorativo. Han sido muy escasos los tebeos basados en hechos históricos publicados en España. No nos referimos a las ficciones ambientadas en la Iberia o el Medioevo, no los muchos tebeos con trasfondo histórico, no. Los tebeos sobre la Historia, con la Historia. Estos han sido pocos. Antes del franquismo, y con el franquismo, todo fue exaltación o alegoría, apenas hubo Historia real. Con la transición casi todo fue exaltación o alegoría de la transición, o una vuelta al franquismo para (aquí sí) descalabrar la Historia oficial. No nos equivoquemos al introducir en este saco de los 'cómics históricos' los muchos tebeos de recorrido histórico a los hitos de provincias y autonomías aupados por gobiernos locales en los ochenta y noventa. Estos eran antes productos didácticos que se sirvieron de la historieta que tebeos sobre la Historia. 12 de DOCE es un proyecto diferente a todo lo anterior: es un producto serio, que enseña historia al tiempo que reconstruye la historia para ofrecer relatos -en forma de historieta- de calidad, legibles por todos los públicos, duraderos.
Además, el producto final se enriquece con un aditamento de textos e imágenes de acompañamiento que dotan de peso al conjunto: introducción del guionista y del director artístico de la colección, un Fritz aquí iluminado, acertado prólogo del historiador Antonio Martín, amenos textos de contextualización histórica a cargo de J.J. Rodríguez, y una coda humorística del humorista Mel que no plantea rechazo pese a la grave tristeza que impone "Trafalgar".
En suma, un producto redondo con el que todos los autores, así como la Diputación de Cádiz, han demostrado estar a la altura de la Historia.
Y nada más que añadir.
Bueno, sí: una pega y un deseo. La pega: la tirada es corta. Corran. El deseo: llegado el final, todo en un libro señores de Diputación, por favor.