UN SUEÑO DE LUZ EN LA NACIÓN GRIS
JOSÉ A. GUTIÉRREZ

Title:
A dream of light in the grey nation
Resumen / Abstract:
Reseña de Nieve en los bolsillos. Alemania 1963, de Kim / Review of Kim’s Nieve en los bolsillos. Alemania 1963
Palabras clave / Keywords:
Emigración española, Fascismo, Autobiografía/ Spanish Migration, Fascism, Autobiography
Notas:
Texto recibido el día 6 de julio de 2019, aceptado el 18 de julio.
  • Portada del libro aquí reseñado.
  • La posibilidad de huir de un contexto opresor implica aventura, pero también desarraigo.
  • La sorpresa de encontrar, entre extraños, el agradable abrazo de la solidadaridad.
  • La cruda ironía: quién huye de los estragos de la guerra se encuentra al lado de quien participó en ella (y además la frivoliza).
  • La pasión de la paga y la de la libertad.
  • Los comités que congregaban inmigrantes no eran solo motivados por el altruismo patrio.
  • Solo fuera de España era posible levantar la voz contra los "vencedores".
  • La vuelta implica un nuevo desarraigo. el hogar ya no era tan apetecible como lo que se dejaba atrás.

UN SUEÑO DE LUZ EN LA NACIÓN GRIS

NIEVE EN LOS BOLSILLOS. ALEMANIA 1963

 

Las colaboraciones de Kim con Antonio Altarriba en El arte de volar y El ala rota iniciaron una etapa en la obra de este dibujante que, en apariencia, es rupturista con sus anteriores trabajos para El Víbora o Makoki, con los planteamientos underground de los inicios de estas revistas y con la serie que más reconocimiento le había dado a este autor, Martínez el facha. Con la novela gráfica Alemania 1963. Nieve en los bolsillos, Kim ha creado una sincera obra de gran calado emocional en la que relata su periplo alemán, como emigrante, iniciado en el octubre de 1963 y cercenado por la obligación de prestar el servicio militar en la primavera de 1964.

Antonio Altarriba manifestaba tras la publicación de El arte de volar que eligió el cómic como modo de contar su historia por las posibilidades narrativas que este medio ofrece, y por el uso de metáforas visuales para expresar ideas con mayor facilidad, fluidez y expresividad que con la escritura. Kim fue el autor que materializó en dibujos las ideas de Altarriba y, sin duda, esa colaboración en las obras mencionadas tiene continuidad en Nieve en los bolsillos. Con la narración de su experiencia alemana ha demostrado, después más de cuarenta años de carrera en este medio, que no es solo el dibujante satírico que ridiculiza al extremista, el minucioso ilustrador de portadas, el artista que ha sabido trasladar a dos novelas gráficas las vidas de dos arquetipos de la España del siglo veinte, sino que es el narrador calmado y reflexivo que, con voz propia, nos presenta una realidad escondida bajo la alfombra carpetovetónica de la España de los años sesenta del pasado siglo.

El protagonista de cualquier historia adquiere, casi siempre, la categoría de héroe o antihéroe; en esta obra el protagonista actúa como narrador neutro, como testigo de la historia, como el elemento conductor de mil historias que confluyen en la historia que él vive. Y es en la composición coral de la obra, en el sucesivo protagonismo de cada una de las personas que en ella aparecen, al menos para el que escribe estas palabras, donde Nieve en los bolsillos alcanza la altura de las grandes obras, de las imprescindibles.

La historia arranca en una carretera francesa desde la que el autor inicia su andadura hacia la deseada Alemania. España no aparece nunca en la obra en el presente sino en la serie de recuerdos de los distintos protagonistas de la obra, Kim incluido, que rememoran y explican la vida que han dejado atrás y los motivos que los han empujado a emigrar. En un autor como Kim este recurso no puede ser fruto de la casualidad, sino que se toma con una intencionalidad clara, España está en un tiempo y en una época distinta a la de los distintos países que aparecen, o se citan, en esta obra; España en Nieve en los bolsillos es el pasado; Alemania y Francia son el futuro.

En ningún momento la obra cae en el sentimentalismo fatídico de otras narraciones sobre la emigración aunque la larga serie de personajes que lo componen, iniciada con el soldado francés ante cuya tumba Kim es consciente de la fragilidad de la vida, pasando por el surrealismo de la troupe circense que encuentra en Fráncfort de madrugada y la larga lista de compañeros españoles que conoce en los albergues, construyen un relato lleno de sentimiento y una mirada tranquila sobre este periplo existencial. Como se ha mencionado, el protagonista es un narrador neutral, este posicionamiento podría restar convicción a la obra, porque el lector necesita saber qué sienten los personajes. La forma en la que lo resuelve el autor es sencilla y efectiva, la sucesión de compañeros que aparecen en esta historieta nos van a revelar su historia a través de conversaciones con el narrador, a quien apenas conocen. De esta manera, cada voz nos muestra algo hay un drama detrás de la mayoría de ellas, un trauma que necesitan purgar, y que cuentan al narrador. Con esta concatenación de historias, sin citarlo de forma expresa, se muestra el desarraigo de quienes han viajado a otro país, hacen una vida común con personas en circunstancias similares, confían en quien tienen al lado, no porque sea la persona con la desean hablar, sino solo porque es la persona que tiene junto a ellos y con la que pueden hablar en su propia lengua.

De alguna manera, Kim es un privilegiado, habla algo de francés, el motivo por el que emigra es más cercano a la aventura y al ansia de libertad que a la necesidad, y en Alemania encuentra algo más que trabajo, un lugar de crecimiento personal en el que puede pintar y desarrollar su faceta artística. Muchos de los españoles que encuentra allí no cuentan con esta suerte, han huido de España: el desertor; el hijo que huye del destino militar que le ha marcado su padre; el jornalero andaluz que escapa de la miseria, la semiesclavitud y de la vergüenza; el trepa adúltero; la mujer que se aleja de los abusos de su propio padre; el transformista, etcétera. Entre todos muestran una patria que esconde guerras, que impone una moral cristiana de hierro, que silencia la voz de los que se encuentran sometidos y muestra a las personas que han creído que la emigración es la escapatoria hacia una tierra de promisión y libertades.

Alemania se muestra en esta novela gráfica como una tierra amable. Son amables y afectivos la mayoría de los directores de los albergues, son humanitarios los ciudadanos que ofrecen café a los trabajadores que limpian sus calles, solo algún personaje de origen alemán está retratado como una figura antipática. Pero, en contraposición a esta sociedad acogedora y hospitalaria, se muestran la dificultad para encontrar un contrato laboral, la escasa cualificación de los trabajos que se ofrecen, el desasosiego que produce esta situación en los hombres y mujeres que allí se han trasladado y que no encuentran acomodo, las duras condiciones de vida de los emigrantes en los albergues destinados para ellos... En suma, Kim muestra dos países salidos de guerras devastadoras y que han evolucionado de diferente manera, los alemanes, con su mejor cara, que se encuentran en una situación económica y social mucho más avanzada que la de los españoles y que son capaces de acoger a los individuos de otra nación. Los españoles aparecen como un conjunto de personas unidas en su desarraigo, como una masa callada, incapaz de alzar la voz, de explicar las razones y los miedos que los han llevado hasta Alemania, y que solo se exalta con la aparición de unos falangistas en el albergue. Es en este momento en el que muchos de ellos son capaces de alzar la voz, de protestar y de darse cuenta de que, en Alemania, es decir, casi en cualquier lugar fuera de España, pueden levantar la voz y decir lo que piensan, de verbalizar el rencor, de poner nombre a lo que durante años solo se podía susurrar y llamar asesinos a los asesinos. Es el mayor contraste posible con la España que se retrata en brumas y recuerdos en la obra; una Alemania de frío y luz, una España de sol y tinieblas.

Nieve en los bolsillos finaliza con el regreso de Kim a España para cumplir el servicio militar. La viñeta final muestra un autobús en una carretera que podría ser francesa, como la de la viñeta inicial, pero no se vislumbran ni la silueta, ni el rostro de ninguno de los ocupantes del autobús. Se trata de una masa inconcreta de españoles que regresa al hogar, quizás con las ilusiones rotas, quizás vencidos por el desarraigo, quizás llamados por la fuerza de las circunstancias. Kim vuelve a casa y trae un sueño, trae los bolsillos llenos de nieve, como si la nieve fuera la simiente de otra vida. La historia demostraría años más tarde que ese sueño tenía algo de profético, y que por las rendijas del régimen entraron muchos bolsillos llenos de las nieves de otros países, colmados de las vivencias de personas que vieron fuera de este país otras formas de vida, otros planteamientos en los que se pudieran expresar las ideas en voz alta, denunciar los abusos, elegir la propia forma de vida, la propia sexualidad y narrar unas memorias tan libres como las que ha realizado Kim.

Creación de la ficha (2019): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
José A. Gutiérrez (2019): "Un sueño de luz en la nación gris", en Tebeosfera, tercera época, 11 (23-VII-2019). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 02/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/un_sueno_de_luz_en_la_nacion_gris.html