Grupo editorial fundado en 1976 por Antonio Asensio Pizarro que acogió sellos como Ediciones Primera Plana, Ediciones Z, Ediciones Formentera, Ediciones Tiempo y Ediciones B. Contó con una unidad de prensa diaria, con seis periódicos de información general y dos deportivos, con 1,2 millones de lectores; una unidad de revistas, con quince cabeceras en diferentes segmentos y 1,7 millones de lectores; tres plantas de impresión; una agencia exclusivista de publicidad; y una unidad de digital con 15,3 millones de usuarios únicos.
Tras los problemas financieros que sufrió Editorial Bruguera en la primera mitad de los años ochenta, el Grupo Zeta comenzó a maniobrar para hacerse con los derechos de explotación de la producción de ese sello En 1986 adquirió su fondo y creó el sello Ediciones B para continuar con sus ediciones, trayendo de nuevo a la figura descollante de Bruguera, Francisco Ibáñez. B ejercitó una filosofía editorial continuista con respecto al modelo anterior, pero con una mala gestión del fondo editorial (de hecho, la inmensa cantidad de originales acumulados por los hermanos Bruguera nunca fueron correctamente inventariados, siendo trasladados a los locales de la imprenta de Bruguera, que se hallaban en el municipio de Parets del Vallès).
En el siglo XXI, Zeta formó otros sellos para lanzar productos impresos, como Ediciones Reunidas, S. A. En 2005 agrupaba un buen número de sellos: B, Bruguera, Vergara, Nova, B de Blok, B de Books, B de Bolsillo y B.cat. También manteenía filiales en varios países de Latinoamérica: Argentina, Chile, Colombia, México, Uruguay y Venezuela, así como una participada en Estados Unidos. Pero la crisis financiera de 2008 afectó a la estructura de la empresa y el grupo Zeta vendió los derechos de explotación de Ediciones B a la multinacional Random House en abril de 2017, que continuó con la misma filosofá editorial con respecto al fondo de Editorial Bruguera.
El conjunto de publicaciones informativas y de variedades que controlaba Zeta terminó siendo absorbido por el Grupo Prensa Ibérica en abril de 2019, integrándose sus sellos ligados a la prensa bajo el amparo del nuevo grupo. Pese a que la explotación de cómics había pasado a manos de PRH, el archivo de los originales de la antigua Bruguera pasó también a ser controlado por Prensa Ibérica, que en febrero de 2022 desmanteló el edificio donde se atesoraban los originales sito en Parets del Vallès.