Panorámica del tebeo valenciano desde los años treinta hasta la actualidad (año 2007).
Organiza: Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu
Patrocina: CAM
Dirección de la BV: Vicente L. Navarro de Luján, Silvia Caballer Almela
Comisariado: Álvaro Pons, Pedro Porcel, Francisco Camarasa
Diseño: Sento Llobell
Coordinación técnica: Miguel C. Muñoz Feliu
Montaje: Manolo Martín
Conservación y restauración: José Vergara, Mar Bensach
Lugar: sala capitular del monasterio de San Miguel de los Reyes
Fecha: de septiembre de 2007 a enero de 2008
Itinerancias: 25 Salón Internacional del Cómic de Barcelona, Calp, Oliva, Benidorm, Elx, Oropesa del Mar, Muro d' Alcoi
A través de los paneles expuestos, los visitantes podrán disfrutar de la exposición más completa que se ha hecho jamás sobre el Tebeo en la Comunidad Valenciana y que muestra más de 70 años de historia.
De Roberto Alcázar y Pedrín o El Guerrero del Antifaz, pasando por Jaimito hasta llegar al Gat Pelat, al recorrer la exposición se viaja a través de la historia del tebeo valenciano del siglo XX: los años de la República y la Guerra Civil, los difíciles 40 y 50, los divertidos 60 y 70 y la recuperación en los 80 y 90. Desde la creación de la editorial valenciana, es una muestra imprescindible para entender también la historia del tebeo español.
En diferentes paneles “Tebeos Valencianos. 1930-2007” descubre cómo fueron los comienzos en los años treinta, con sus folletines y semanarios de humor, con títulos famosos en la época como “Meñique”, “Kilo”, “Perragorda” o “Ultus el Invencible”.
Los años 40 o el nacimiento de la editorial La Valenciana quedan patentes en una incipiente y precaria industria de posguerra apoyada en el éxito de las colecciones de Gago y Vañó con su “Silac el hombre león”, “Barton y Fredin” y “Kloda la reina de Marte”. Pero lo que realmente convirtió a Eduardo Vañó en un dibujante reconocido fue el nacimiento de Roberto Alcázar, el mayor éxito del tebeo de posguerra y uno de los mejor acogidos por el público durante los siguientes cuarenta años.
Y de Roberto Alcázar al Guerrero del Antifaz o a Jaimito. La revista de este último personaje, también pervivió durante cuarenta años y propició la llamada “escuela valenciana del humor” con la editorial La Valenciana a la cabeza. Ya en los cincuenta apareció Maga, editorial que inundó los kioscos con multitud de series de cuadernos de aventuras. Otro personaje a destacar, es Pumby o Mariló, como “precursora” de los tebeos para niñas.
Respecto a la autoría, José Ortiz y Luis Bermejo comenzaron sus carreras con los cuadernos de aventuras, junto a Quesada y Leopoldo Ortiz. Todos ellos son representantes de la escuela valenciana de los cincuenta, crecida bajo el magisterio de Gago.
En los 60 y 70 comenzó la crisis de las editoriales españolas y obligó a muchos autores a trabajar para editoriales europeas y americanas, entre los que destacan Ortí, Brocal o Remohí. Este último es el primer extranjero que entró en el hermético mercado japonés y que inauguró una estética que se extendió en los ochenta, donde una nueva escuela valenciana cambió la concepción estética del cómic de la época.