Tras unas primeras Jornadas,
organizadas por el mismo departamento universitario en las
cuales se recorrió el medio historieta desde distintos
enfoques, en la edición de 2002 se abordó el simposio
sobre la base de un tema común: el género de terror.
Las Jornadas se desarrollaron
con normalidad, si bien acusaron gran escasez de público (al
contrario que el año anterior, con cerca de 200 matriculados)
debido a, por una parte, el hecho de tener que pagar un precio de inscripción y, por otra,
a la coincidencia de varios simposios de singular interés e
importancia (como la presencia de G. Talens en Sevilla). Así
las cosas,
frente a treinta y cinco personas habló el historiador Antonio
Martín durante cerca de hora y media, tras lo cual procedió a
mostrar un conjunto de escogidas y cuidadas diapositivas sobre
ilustraciones e historietas de la historieta clásica española
y afines al género del terror. A continuación, en ese mismo
día de inicio del simposio, el público asistente disfrutó de
la emisión de "Spoiled", capítulo núm. 37 de la serie
Tales from the Crypt (tercera temporada, HBO, 1992
-retransmitido por Tele 5 con el título "La caprichosa"-), adaptación de la historieta homónima aparecida en
Haunt of Fear # 26 (EC Comics, VII / VIII-1954).
Tras un descanso breve, el
profesor Jesús Jiménez Varea explicó a una concurrencia algo
mayor (cuarenta y cinco personas) la evolución de los géneros
en los comic books americanos, deteniéndose en los de terror
publicados por EC Comics. Acompañó su exposición con un
interesante, e intrigante, montaje multimedia de diapositivas.
El último ponente de la jornada de este día fue el profesor de
literatura Aníbal Salazar, que leyó un texto firmado
conjuntamente por él y el profesor Jorge David Fernández
relativo a la transcursividad sobre la base del popular
Dylan Dog editado por Bonelli en Italia. En su ponencia,
trató sobre la existencia de los géneros en función de
las expectativas del lector, sobre la importancia del efecto
en el horror, sobre las dos historias (la evidente y la
oculta) que se hallan en todo relato de este género, sobre lo neofantástico en la posmodernidad, y sobre las figuras
arquetípicas halladas en las tramas policíacas que giran sobre
goznes sobrenaturales.
El segundo día de las Jornadas,
el martes, se abrió con la ponencia del escritor Rafael Marín,
quien defendió la tesis de que los tebeos no servían para
producir miedo, lo cual argumentó frente a una cuarentena de
personas, débilmente pero con amenidad, durante tres
cuartos de hora. De entre
el público surgieron voces reprochando la fragilidad de los
argumentos de Marín para negar a la historieta el potencial
generador de desasosiego que comparte con otros medios, a lo
que respondió que se basaba en sus experiencias personales. El
siguiente ponente, el doctorando Manuel Barrero, despachó
sobre los arquetipos del horror, su evolución en la literatura
y hasta la historieta, y su utilización por el editor Jim
Warren durante los años sesenta y setenta en los EE UU. En su
discurso, pronunciado ante cuarenta personas aproximadamente,
habló de cómo se abordó el terror en los cómics de este
período, el reflejo que hicieron de la tensión existente en el
contexto social y político de su tiempo, y su vulgarización al
ser editados por Marvel y otras empresas. Fue apoyada la
ponencia con una presentación multimedia que mostró 106
imágenes de Creepy, Eerie y Vampirella, y otros
cómics de DC, Marvel, Skywald y Eerie Publications.
El tercer ponente del segundo
día fue el becario Antonio Pineda, que tomó el relevo de
Barrero y analizó el terror en los cómics escritos por Alan
Moore, exponente de los tebeos de los años ochenta y también
noventa. Tocó temas de elevado interés: ciñó el concepto de
horror a lo monstruoso, partió de que Moore recurre a lo
neofantástico para reflexionar sobre el horror a lo cotidiano y
las pesadillas internas, que resemantiza los personajes, que
traza un correlato entre la estructura de página y lo narrado,
que en él lo físico es reflejo de lo moral, y sobre lo
corrupto.
La mesa con que concluyó el
simposio estuvo integrada por el catedrático Manuel Ángel
Vázquez Medel y por el profesor Fernando Contreras, que fueron
presentados por el doctorando Haj-Saleh (quien desarrolla un
trabajo de investigación sobre la narratología en la obra de
Quino). Ante solamente 15 presentes, Vázquez Medel expreso
brillantemente algunas reflexiones sobre el horror, entendido como un
sentimiento de "inmunología social" que se halla en conexión
con la semiótica de las pasiones. También habló de los
tebeos como instrumento de distanciamiento de los ámbitos
cotidianos para poder así entretenerse con lo espeluznante, y
sobre otros temas referidos a otras clases de terror.
Contreras leyó a continuación su ponencia: "Efectos sociales y
cognitivos del cómic de terror", volviendo a incidir sobre
cuestiones ya comentadas (no había asistido a las anteriores
ponencias), construyendo alguna teoría discutible («el cómic
evita que se pierdan estructuras artificiosas», «el horror es
un contrapeso al racionalismo que surge en la posmodernidad»),
demostrando un caprichoso uso de la documentación.
Las jornadas resultaron
interesantes, por su carga de reflexión y documentación, y el
único reproche que cabe hacerles fue la escasa falta de
difusión en los medios de comunicación locales: aunque se
trataba de un simposio organizado para la consecución de
créditos universitarios, bien hubiera estado difundir su
celebración entre los medios de comunicación sevillanos, labor
que únicamente llevó a cabo, de motu propio, el
director de
www.tebeosfera.com.
Los responsables de la
organización, los citados Jiménez Varea, Pineda y Fernández, actuarán como
coordinadores / editores de una monografía colectiva en la que
se recogerán los textos de las diferentes ponencias, el cual
no tiene prevista su publicación hasta finales de 2002, o ya en
2003.
Se quiere hacer constar, por último, que estas jornadas fueron
organizadas en honor y como homenaje al doctor Diego Coronado,
uno de los mayores impulsores del estudio de la historieta en
el seno de la universidad andaluza, que falleció el 26 de
noviembre de 2001.
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