Alfonso Borillo comenzó su trayectoria como dibujante en el Estudio Ortega, en Barcelona, y pronto decidió dedicarse a trabajar para editores extranjeros, tanto en el ámbito de la historieta como de la animación.
Sobre todo ha dibujado para la empresas alemanas Bastei y Pabel. En España lo conocimos sobre todo por ser el diseñador gráfico principal de los personajes y escenarios de la serie de televisión Die Biene Maya (aquí, La Abeja Maya) y por una de sus series más populares, Kiko 2000, que fue ofrecida inicialmente en la revista alemana Félix (y en sus colecciones derivadas Felix Extra, Felix Grossband, Felix y Felix Sonderheft).
Borillo trabajó en otras series de historieta, menos conocidas pero que dejaron un grato recuerdo en la afición: Tom Berry, Nils Holgersson, Tao Tao, Mainzel Manchen y Mofli. El último Koala. Aparte de en la industria alemana, publicó también historietas en Francia, como Robbie (la serie Wippy, el canguro), en 1976, y para Comicon Studio fue el dibujante de Salusino.
También ha trabajado en publicidad y animación para varios estudios, como el que creó la serie Despertaferro. En 2003, comenzó a trabajar en una serie más experimental de dibujos llamada Blanc i Negre, una etapa desde la que ha dado el salto a la pintura.