BAJO LA SOMBRA DE UN ÁRBOL. SEMBLANZA DE LA CASA DE PACO ROCA
TOMÁS ORTEGA

Title:
Under the shadowtree
Resumen / Abstract:
Reseña de La casa, de Paco Roca / Review of La casa, de Paco Roca
Palabras clave / Keywords:
Paco Roca/ Paco Roca
  • Portada del libro.
  • Contracubierta del libro.
  • Imágenes escogidas por el autor de la reseña.

BAJO LA SOMBRA DE UN ÁRBOL

SEMBLANZA DE LA CASA DE PACO ROCA

 

Hace tiempo que el cómic se cuestiona acerca de los grandes dilemas de la existencia humana; como los niños empezó jugando con cosas pequeñas, pero ya se ha hecho mayor y ahora se pregunta sobre los temas propios de su edad. Suenan los años prematuros, sin embargo, cuando coquetea con juguetes antiguos retozando con un arte nuevo, como si recordara aquello de que «los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando» de Francesco Tonucci; enreda, experimenta y de repente también conmueve. Incluso a veces logra inquietar e identificar al lector como en ocasiones solo puede alcanzar la poesía. O un tipo de poesía al menos, aquella cuya mayor virtud reside en la capacidad que tiene de hablarte sobre ti mismo.

Permita el lector una licencia poética cuando cito a Jaime Gil de Biedma para hablar de algunas obras de cómic, entre las que creo figura la casa de Paco Roca: «un libro de poemas no viene a ser otra cosa que la historia del hombre que es su autor, pero elevada a un nivel de significación en que la vida de uno es ya la vida de todos los hombres». Y es que la casa nos llega, quizás porque hay algo de poesía, algo de haiku y porque contiene muchos silencios y un espacio con olor a verano que nos seduce. Consiguen mucho con muy poco Paco Roca y Alba Diethelm, que ayuda a diseñar y maqueta el volumen. El título figura en portada en minúsculas y ya la breve dimensión y la forma apaisada del libro dan la impresión de estar ante algo diferente. Pero no es nuevo el caso, porque Paco Roca siempre quiso ser contador de historias; lo que ocurre es que él lo hace con los tebeos y además con notable intuición para los temas que nos entrega en cada ocasión, como confirma con especial relevancia la casa, una obra que está entre la nómina de historias en cómic que brindan un homenaje al padre.

Un año había pasado desde la muerte del padre, cuando en las viñetas de la casa vemos que su ausencia es también la decadencia del espacio vacacional de la familia. Asistimos a la progresiva llegada de los tres hijos: primero José, el escritor, con su novia; después con su familia llega Vicente, el mayor, mecánico y el más parecido al padre; y al final Carla, la pequeña y universitaria, con su marido e hija. Todos ellos, con la ayuda del vecino amigo del padre, arreglan la casa con la intención de ponerla en venta. Durante esos días se juntan para trabajar y se identifican con las labores de la casa, la poda de los árboles, cuidan el huerto, riegan las plantas o limpian la piscina sucia y vacía. Y a la par rememoran sus infancias en la casa donde se cifraba la paz, sosiego y el retiro del padre que descubren con nuevos ojos. En la casa las cosas cobran vida como la magdalena de Proust, a través de una pérgola o unos árboles frutales se desgranan los recuerdos y la psicología del padre ausente. Aunque nos preguntamos por la madre, que apenas aparece, se acuerdan de un hombre sencillo y trabajador, que sueña con la pérgola y la parra de su jefe cuando era joven, como arquetipo de una generación de españoles y las circunstancias en que se construyó sobre aquel terreno, como le comenta Vicente a su hijo: «El dinero nos llegó solo para construir la estructura […] lo fuimos haciendo poco a poco nosotros […] miles de familias de clase obrera se pasaban los días festivos como nosotros, trabajando». En una sociedad diferente a la de nuestros días, con un estatus económico no tanto mejor como de mayor abundancia material, además ahora las mejores vistas están cada vez más cerca de la playa.

La composición de las viñetas en la página tiene un equilibro entre las diversas combinaciones manejadas que recuerda en ocasiones a Chris Ware.  Aparte de una línea reminiscente de la escuela de la línea clara franco-belga, el color se cuida en la obra, porque el autor sabe que el color ordena las cosas aparte de emocionar. Hay melodía, como decía Baudelaire en su tratado sobre el color, y la melodía quiere una conclusión: es un conjunto donde los efectos concurren en un efecto general. Pues dependiendo de la acción o de la activación de los recuerdos, en la casa los tonos pastel y los colores cálidos dominan las viñetas; en el momento de la acción principal, el color ya no es aquel amarillo brillante de los veranos de la infancia cuando recuerdan su vida, ahora es crema como si los ácaros del polvo se fueran haciendo señores de la casa. Al tiempo que encontramos distintos tonos sepia, beiges y ocres para las viñetas que representan recuerdos, y verdes y grises para el interior de la casa, pero el color crema también aporta serenidad y felicidad tranquila, que da a la obra una armonía cromática muy relacionada con la temática del volumen y la madurez de los personajes que se encuentran en medio del camino de la vida.

 En la casa a veces casi se escucha el chasquido de las hojas secas cuando son pisadas o las gotas de la manguera del jardín, y se ven los cielos claros con jazmín en flor, limones maduros, naranjas caídas, un almendro seco y la higuera de una infancia lejana. Los árboles narran el proceso estacional de la vida, nacen, crecen, se alimentan, se reproducen y mueren, y, como los personajes, desfilamos entre las diversas edades: infancia, adolescencia y una madurez relacionada con la paternidad de José, el más parecido al autor, que es consciente de su momento vital y para el que se avecinan cambios: «Hasta ahora ha sido como intentar llegar a una meta». Otros dan paso a la vejez, representada por el padre que se queda cada vez más pequeño y encogido, y cuya falta de lucha al final de su vida sorprende a sus hijos ante un hombre tan activo y enérgico, pero casi siempre los motivos del otro son un misterio y la vejez es ir descontando las cosas que puedes acometer, lo que importa es el alcance de la utilidad. A la postre reunida la familia cenan quizás por última vez bajo la flamante pérgola toscana comprada por José que ha sustituido la pérgola de PVC, cemento y somieres viejos que construyó solo el padre. La pérgola es nueva, pero carece ahora de la sombra de la parra. La decisión sobre si se vende la casa la descubre el lector en las últimas viñetas. Son las figuras livianas pero el legado pesa, suena esta historia a progresivo abandono de ciertas formas de vida, una despedida bella y triste de la casa que cierra el ciclo de la vida con una higuera que nunca acaba de crecer.

Creación de la ficha (2019): Tomás Ortega, con edición de Manuel Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Tomás Ortega (2019): "Bajo la sombra de un árbol. Semblanza de La casa de Paco Roca", en Tebeosfera, tercera época, 12 (30-XI-2019). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 16/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/bajo_la_sombra_de_un_arbol._semblanza_de_la_casa_de_paco_roca.html