BREVE APROXIMACIÓN A UNA HISTORIA DE LA HISTORIETA BOLIVIANA |
La caricatura política: una constante desde el siglo XIX
La historieta boliviana tiene muy pocos referentes anteriores a 1970 debido a que nunca existió en este país una verdadera industria editorial de historieta. Sin embargo, se puede afirmar que en Bolivia, como en Latinoamérica, el humor crítico e irreverente hacia situaciones y personalidades políticas ha gozado siempre de buena salud, aunque con pocas y esporádicas publicaciones bolivianas en lenguaje gráfico secuencial. Desde 1880 hasta 1920 aparecieron revistas como El Tunante, El Diablo Cojuelo, El Tío Camorra, La Hoja Volante, Don Quijote, El Eco de la Risa, La Tijera, El Maestro Ciruela, que incluían en sus páginas caricaturas políticas y eventualmente pequeñas historietas o tiras cómicas.
Después de la revolución obrera de 1952 comienzan a aparecer revistas especializadas en humor gráfico político de corta vida como Alambre de Púas, Bombo, Flechazos, Alacrán, Chililín Campanillita, Taca Taca, Olla de Grillos, Thampulli, El Mosquito, Pendx, pero por sobre todas, Cascabel[1].
Figura 1: Portada del número 37 (1960) de la revista Cascabel. |
Cascabel gozó de una gran popularidad, llegando a ser la única en la historia con 123 números publicados a la vez que sirvió como plataforma para dibujantes que seguirían vigentes por décadas en diarios y revistas informativas: Juan Alfaro (Juancho), Clovis Díaz, Jorge Villanueva (Villas), Juan Rodríguez (Rodbal), Adrián Maceda, Julio Arce, Luis Bellido (Luzbel), René Rosquellas (Roque) y Abraham Quiroz (Quirito) entre otros. La traumática seguidilla de dictaduras terminaría a mediados de la década del ochenta, y no sería hasta la del noventa cuando la historieta boliviana alzaría vuelo otra vez.
Mientras en la ciudad de La Paz aparecían esporádicamente y sin éxito, revistas de humor político producidas por los mismos autores de las últimas décadas, en Cochabamba se da a conocer una camada nueva de caricaturistas dirigidos por Moisés Anturiano (Yawar), cuya revista Aplausos lograría un éxito considerable. Esta publicación trató temas coyunturales como la intromisión de la DEA norteamericana en el Chapare. En Santa Cruz de la Sierra, Noel Castillo publicaría la revista de número único Salamantra, de influencia superheroica norteamericana. A fines de la década del noventa nace en La Paz El Club del Cómic, un masivo grupo de adolescentes dedicado a la importación, lectura e intercambio de historietas, una suerte de caldo de cultivo para lo que vendría el siglo siguiente[3].
Figura 2: La revista Bang! en 2000 dedicó un número a la historia de la historieta boliviana. |
Debido a problemas que concluirían con la quiebra y cierre del periódico, Bang! desaparece un año después, pero daría lugar a que en el 2002 nazca la revista Crash! Bajo la dirección del cubano-boliviano Frank Arbelo y de aparición irregular, iría evolucionando en cada número y se iría nutriendo de autores nacionales e internacionales de renombre.
El Primer Encuentro Internacional de Historietas de La Paz se realiza en abril de 2003, un riesgo tomado por la recién nacida asociación Viñetas con Altura, fundada por Marina Corro-Barrientos, Rafael Barbán (director de la única biblioteca especializada en historieta de Bolivia) y Francisco Leñero. Esta primera versión alcanza un éxito inusitado. La llegada de artistas de primera talla y la convocatoria de público permitieron que el evento se siguiera realizando los años siguientes con resultados muy saludables para la historieta boliviana. La visita de autores extranjeros, sumada al ansia de los jóvenes por buscar un estilo propio, cambia de curso la tendencia de la historieta boliviana, cuyo único referente hasta el momento había sido la corriente comercial internacional predominante.
Figura 3: «Cuentos de Cuculis» de Álvaro Ruilova, principal representante de la nueva generación de historietistas. |
[1] Cortez,Carla: «Cómic nacional: ¿De qué historia estamos hablando?», Bang!,a. 1, no. 13, 25 de noviembre de 2000.
[2] Orgaz García, Mirko; Llanos, Gonzalo (coordinadores): «Comixxs. El arte primero. Historieta sobre la concentración de medios de comunicación en Bolivia», materia de investigación en comunicación de la carrerade Comunicación Social, Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, 2000.
[3] Universidad Católica Boliviana:«Historieta y caricatura en Bolivia», Universidad Católica Boliviana, La Paz, 2000.