Do Androids Dream of Electric Sheep?
De un tiempo a esta parte, las editoriales de cómic estadounidenses están apostando por las adaptaciones literarias. Tras el éxito conseguido por Peter David y Jae Lee con el trasvase a viñetas de The Dark Tower, Marvel Comics ha contratado al veterano Roy Thomas para que escriba series limitadas adaptando novelas de aventuras, además de contratar a leyendas como Richard Corben para que ilustraran algunos relatos y poemas de los maestros del terror Poe y Lovecraft. También la editorial BOOM! ha apostado por las adaptaciones y, tras una miríada de cómics ambientados en los relatos de Lovecraft, ahora nos trae Do Androids Dreams of Electric Sheep?, la adaptación al cómic de la novela que inspiró Blade Runner.
Desde luego, no cabe duda de que es un excelente momento para retomar las adaptaciones literarias. Años atrás, las novelas que se convertían en cómics no podían disponer de más de veinte o, con mucha suerte, cuarenta páginas para contar su historia. Una misión casi imposible que obligaba a la compresión máxima, a mutilar la historia o, en el mejor de los casos, a desnudar la idea original y envolverla con lo que buenamente se pudiera. El éxito de Thomas con Conan se debe a que el guionista entendió que lo principal era hacer un buen cómic, cosa que no comprendieron muchos otros autores que, con el noble fin de lograr una mayor fidelidad, sacrificaron la narración y por ende la diversión de leer la historieta.
Ahora que las editoriales ya no temen publicar historias largas, que una adaptación puede disponer de cuanto espacio desee para desarrollar personajes y tramas, reconozco que me ha sorprendido mucho el giro que el editor Ian Brill ha dado a la hora de adaptar Do Androids Dreams of Electric Sheep? Y es que Brill ha pecado, como ya hicieran otros tantos en el pasado, de fidelidad excesiva, olvidando que una novela y un cómic tienen ritmos, estructuras y recursos muy diferentes.
De hecho, siendo sinceros, el primer problema del cómic es la mediocridad del dibujo, obra de Tony Parker, un dibujante curtido en la franquicia de Warhammer 40K. Las páginas de Parker fluctúan demasiado, siendo sus diseños a ratos originales y a ratos meras copias de Blade Runner, creando fondos interesantes en unos casos y dejando la página medio vacía en otros. El resultado es demasiado irregular.
Pero el problema principal, el insuperable, son los guiones. Encomendado el primer número a Warren Ellis, el segundo a Matt Fracton y el tercero a Ed Brubaker, el editor da poquísima libertad de movimientos a los escritores, limitándose estos a hacer una copia fiel de la novela, usando el texto y los diálogos tal cual Dick los escribió. Tal vez si hablásemos de un autor diferente el resultado podría ser interesante, pero la prosa de Dick llega a ser confusa, los diálogos excesivos, y el resultado es que tanto imágenes como texto acaban contándonos lo mismo en un ejercicio de redundancia que dura desde la primera hasta la última.
Para que una adaptación sea buena, lo primero que debe procurarse es hacer una buena historieta. Una novela adaptada tal cual al cómic es un error pues, como ya decíamos, son medios diferentes; lo que en una novela puede resultar trepidante en un cómic puede ser aburridísimo y, de igual manera, una estupenda descripción de dos páginas puede resumirse en una magnífica viñeta, merced de la habilidad del dibujante.
Queda, por lo tanto, un experimento fallido, con grandes nombres entre unos guionistas que no hacen mucho, y un pobre trabajo gráfico por parte de un artesano al que el encargo le viene grande. Posiblemente venderá bien, pero más por los nombres que aparecen en la portada que por sus méritos intrínsecos.
Veamos algunos ejemplos:
01 - La portada del primer número no podría lanzar más ganchos al lector. El nombre de Philip K. Dick y el de Warren Ellis acompañan una portada que bebe directamente del film de Ridley Scott.
02 - Una muestra de sobrecarga de textos, resultado de copiar pasar palabra por palabra la novela a las viñetas. Cualquier intento de narración queda sepultado por una tonelada de texto que, la más de las ocasiones, no dice nada que el dibujo no nos hubiese adelantado.
03 - Un ejemplo de la torpeza a la hora de realizar el dibujo: las viñetas parecen inconclusas, los huecos son rellenador con trucos de color que no logran ocultar el pobre trazo.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO: DO ANDROIDS DREAMS OF ELECTRIC SHEEP?
GUION: PHILIP K. DICK
ADAPTACIÓN: WARREN ELLIS, MATT, FRACTON, ED BRUBAKER Y OTROS
DIBUJOS: TONY PARKER
COLOR: BLOND
EDITA (EE UU): BOOM1, 2009
ROTULACIÓN: RICHARD STARKINGS Y COMICRAFT’S JIMMY BETANCOURT
FORMATO: SERIE LIMITADA COMIC BOOK, 34 PÁGINAS
IMPORTE: 3.99 $
