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Concebido en 1975 como "villano del mes", cuya única motivación era terminar con la vida de un hombre-lobo en uno de aquellos tebeos de horror de la Marvel de la Edad de Plata, el Caballero Luna era un mercenario anónimo que vestía un vistoso traje con cuchillas y dardos en forma de media luna. Su creador intelectual fue el guionista Doug Moench, que se encariñó del personaje y pronto decidió dotarle de personalidad tras su breve aparición inicial.

En 1980, después de un par de especiales y cameos en otras series, el personaje recibió su propia colección, escrita por Moench y dibujada por un joven talento en proyección, Bill Sienkiewicz, que estaba llamado a revolucionar visualmente el mundo del cómic norteamericano. Desde entonces y hasta hoy mismo, el Caballero Luna ha tenido una vida editorial errática, con varios volúmenes dispersos a lo largo de las décadas, además de miniseries y números especiales, o mediante su incorporación a distintos grupos de héroes como los Vengadores Costa Oeste, los Defensores, los Marvel Knights, los Hijos de la Medianoche... Un Vengador en la reserva lleno de misterios y contradicciones, marcado por una particularidad: su desorden de identidad múltiple, que hace que bajo la máscara no haya una sola persona, sino tres: el mercenario Spector, el millonario Steven Grant y el taxista lumpen Jake Lockley.

Está previsto que en los próximos meses se estrene una serie de televisión protagonizada por el Caballero Luna, lo que puede hacer que el personaje se incorpore definitivamente a la primera línea del catálogo comercial de superhéroes de Marvel / Disney; pero hasta entonces, este héroe es una incógnita a medio descifrar, que ha recibido un tratamiento muy diverso por parte de montones de autores de gran prestigio a lo largo de miles de páginas. Un anti-héroe inseparable de esa condición psicológica fragmentada y torturada. Este volumen nos desvela todas sus facetas.