ordinario

Libro de historieta con 384 páginas en blanco y negro, encuadernado en rústica, con cubiertas en color.

Descripción de la editorial:

Continúa la edición cronológica de los primeros años de Dylan Dog, con ventas increíbles en todo el mundo.

UNA VOZ DE LA NADA: ¿Quién asesinó a James Matheson? Su desfigurado cuerpo duerme entre las empapadas hojas de un bosque, cubierto por la niebla eterna que rodea Darkhole. ¿Un accidente de caza o un asesinato premeditado? Todo el mundo parece tener algo que ocultar y Dylan Dog tendrá que romper un impenetrable pacto de silencio para solucionar el caso. Únicamente una voz resuena, lejana, en el bosque... la voz de un fantasma que desea revelar la verdad... ¡la voz de James Matheson!

EL SEÑOR DEL SILENCIO: Hay cosas entre el cielo y la tierra... cosas que es mejor no saber... verdades desagradables y peligrosas. Pero Justine Singer no es capaz de resistir la curiosidad... debe investigarlo... debe saberlo... cueste lo que cueste. ¿Qué misterio halló el antiguo sabio Uskebasi mientras buscaba el significado de la vida? ¿Por qué lo ocultó con un obstinado silencio? Dylan Dog deberá descubrirlo rápidamente... porque quién halla la respuesta únicamente encuentra... ¡la muerte!

SUCEDIÓ MAÑANA: Premoniciones, presagios de un futuro todavía por venir, con sus paradojas y sus imposibilidades. Todavía por suceder, pero ya escrito... En las páginas de un periódico nunca impreso, Dylan Dog lee hechos que todavía no han sucedido, pero... ¿está realmente dañado el tejido del tiempo o no es más que una broma? Tal vez ambas cosas...

¡GOLCONDA!: ¡Id al “Infierno”! El local gestionado por la hermosa Amber Cat es un lugar realmente especial: música alta, compañía agradable... y algo realmente demoníaco. Criaturas de otro mundo caminan libremente entre los aterrados peatones... un cierto ambiente apocalíptico cubre Londres. ¿Quién ha liberado a las hordas del infierno? ¿Y por qué? Dylan y Amber deberán buscar la respuesta en el fin del mundo, en el corazón de la Tierra... ¡en las junglas de Golconda!