Cuaderno grapado de 36 páginas en blanco y negro más cubiertas que contiene un homenaje a las revistas en clave de humor guarro.
Promoción editorial:
Hay un empeño innegable —¿desde el Gobierno? ¿desde las altas esferas de la Iglesia? — en silenciar la obra de Furillo. Del mismo modo que se oculta la muerte a los niños o las cifras de suicidios en los noticieros. No les gusta la mierda, no se habla de la mierda. Está mal hablar de la mierda ¿por qué? ¡Porque hace pensar! Contemplar la mierda de manera consciente como parte de un proceso, pone al individuo a reflexionar, y por pocas luces que se tengan, ver unas bellas manzanas o un jugoso trozo de ternera, convertidos en una plasta hedionda, despierta la capacidad de metaforizar del mayor mastuerzo.