Libro de 416 páginas en blanco y negro y color encuadernado en cartoné. Edición y textos biográficos a cargo de Jorge de Cascante.
Información promocional de la editorial:
Por fin en un mismo libro la obra y la vida de un autor genial que superó la pobreza, el hambre y la guerra durante los peores momentos de la España del siglo XX defendiéndose con una única arma: la risa.
UN HUMORISTA CONTRA TODA AUTORIDAD.
QUIÉN ES:
«Miguel Gila nace en el distrito de Tetuán, en Madrid, el 12 de marzo de 1919. Su padre, que era ebanista, había muerto pocos meses antes tras sufrir un accidente en Barcelona. Su madre, Jesusa, una estuchadora de azúcar convertida en viuda casi adolescente (diecinueve años recién cumplidos), se traslada a Madrid embarazada para buscar el apoyo de la familia de su marido. Desde su nacimiento, Gila vive con sus abuelos paternos en una buhardilla minúscula que comparten con sus tres tíos solteros. Estudia en el colegio religioso Raimundo Lulio, en la plaza de Chamberí, en donde se dedica a no prestar atención en clase, dibujar en los libros de texto y pasárselo lo mejor posible a pesar de sobrevivir en un contexto de pobreza acuciante. Más tarde pasa a ser aprendiz de mecánico en la fábrica de Boetticher y Navarro, todo un logro a ojos de su familia. Allí trabaja su tío Manolo, delegado de la UGT, que le convence para afiliarse al sindicato de trabajadores. Mientras tanto recibe clases de dibujo técnico y artístico en la Escuela de Artes y Oficios. Se hace militante de las Juventudes Socialistas a los dieciséis años. A los pocos días de estallar la Guerra Civil Española, el 21 de julio de 1936, se alista como voluntario en el Regimiento Pasionaria para más adelante pasar a formar parte del Quinto Regimiento de Líster. Tenía diecisiete años. Durante la guerra es destinado, entre otros lugares, a Sigüenza y Somosierra y a los frentes de Madrid, Guadalajara y Ebro. A medidados de 1937 pasa un tiempo en Extremadura. Durante la guerra le sobrevienen toda clase de infortunios y penalidades.El 6 de diciembre de 1938, en El Viso de los Pedroches (Córdoba) es capturado por mercenarios del Ejército Nacional y puesto frente a un pelotón de ejecución junto a otros trece compañeros. El fusilamiento se produce al anochecer, bajo la lluvia y con todos los ejecutores borrachos, lo cual facilita que fallen varios de los disparos y no acierten a dar al cuerpo de Gila. Tampoco efectúan tiros de gracia. Gila se hace el muerto hasta que los mercenarios se marchan y huye del lugar llevando a cuestas a otro compañero herido en la pierna [...]».
Extracto del interior de El Libro de Gila (Blackie Books, 2019).