La portada de Manel Fontdevila prevista inicialmente para este número, con una caricatura del Rey pasándole una corona hedionda a don Felipe en relación a la abdicación del primero en favor del segundo, fue cambiada por la direccion de RBA a última hora por una sobre Pablo Iglesias, lo que provocó un considerable revuelo, la indignación de numerosos lectores, la dimisión de gran parte de la plantilla de la revista y que el número apareciera un día más tarde, el jueves y no el miércoles.